El pasado día 8 de junio, la derecha ideológica convocó una manifestación contra el gobierno. Una más. Como algún articulista ha recordado, sale a manifestación por año de la actual legislatura. Es un derecho constitucional. El de manifestarse, digo.

Pero nunca se han manifestado los de Feijóo para hacer que se cumpla el artículo 47 de la Constitución, ese que expresa que “todos los ciudadanos tienen derecho a una vivienda digna”. Tampoco por el cumplimiento del 43, que, ya saben, reconoce el derecho a la protección de la salud. Ni por el derecho a una Educación que abarque toda la etapa evolutiva, desde los cero a los tres años.

No. Por ninguna cuestión que importe realmente a los ciudadanos de este país nuestro.

El PP se ha manifestado esta vez para pedir la dimisión de Pedro Sánchez y que convoque elecciones. Lo mismo que han pedido repetidas veces los valencianos al Presidente de su Comunidad, Carlos Manzón, por su gestión de los efectos y prevención de la DANA.

Sigo con  el PP y sus concentraciones. Una de las manifestaciones recuerdo que fue contra la desintegración territorial de España, Ya saben, que si el Estatuto catalán, que si la Ley anti terrorista... Pero como España sigue íntegra, ninguna comunidad autónoma se ha independizado, han pasado página. Además, la banda terrorista ETA dejó de atentar hace ya algunos años.

Es lógico que no se manifiesten para la consolidación y cumplimiento de los artículos de nuestra Constitución dado el hecho de que las competencias de los derechos constitucionales, que he mencionado más arriba, están descentralizadas. Sería como echar piedras sobre su propio tejado en las comunidades autónomas en dónde gobiernan.

Otras manifestaciones han ido encaminadas a oponerse a derechos de colectivos como los que llevaron a cabo contra la aprobación del matrimonio entre personas homosexuales. Cuando se dieron cuenta de que hay personas homosexuales que son de ideología de derecha corrigieron para matizar que no se oponían a ello sino simplemente a denominar a estos “contratos” con la palabra matrimonio.

También convocaron manifestaciones contra el derecho a abortar. Pues lo mismo, también habrá mujeres de ideología de derecha que habrán hecho uso de este derecho. Supongo.

El eslogan principal de la última manifestación, la del 8 de junio pasado, era “democracia o mafia”, o algo así. Como la consigna elegida no está patentada (a las consignas les pasa como a la tortilla de patatas con cebolla que nadie la patentó), los del Partido Popular están en su derecho de exhibirla.
Aunque, eso sí, suena chocante que en la cabecera de la manifestación, cerca del vocablo “mafia”, estuviera asido a la pancarta el ex presidente de los populares José María Aznar. Pero, ya digo, la tortilla de patatas con cebolla nadie la patentó. Creo.

 
PD 1.: Durante la final de fútbol de la Liga de Naciones de la UEFA, entre España y Portugal, que tuvo lugar el mismo día de la manifestación convocada por el PP, las cámaras de televisión mostraron la imagen de seguidores españoles que portaban una bandera nacional con el emblema franquista. En esos momentos intuí que la selección española perdería la final.

PD 2,:a: Lo anterior nada tiene que ver con el contenido del artículo. Pero he querido plasmar la visión que me sobrevino.

PD 3,: Redacté este artículo una semana antes que se destapase la corrupción de Santos Cerdán, el secreatario de organización del PSOE, y “sus maniobras” junto a Ábalos y Koldo. Este sí es un motivo para que el PP exija la convocatoria de elecciones. Tema este, el de la corrupción de miembros de la cúpula del PSOE, que está dando, y dará, para multipes columnas de opinión.