Rota se vuelve a quedar sin cines. La decisión de la empresa que  gestionaba Cines Victoria de cerrar la sala de cines, situada en la zona comercial Portalejo, elimina una opción de ocio que aunque en estos días está generando algunas opiniones en redes sociales lamentando la marcha, lo cierto es que no muchos ciudadanos apostaban por ella, ya que precisamente, el cierre se lleva a cabo por la imposibilidad de sostener económicamente la actividad. 

En junio de 2016, después de un tiempo sin salas donde ver películas, los cines reabrieron sus puertas de la mano de la empresa Villegas Puerto S.L. que volvía con una oferta atractiva, instalaciones mejoradas, salas 3D, cine en digital y una cartelera actual con estrenos que invitaban a disfrutar de los largometrajes en las mejores condiciones. Hasta 2019, como ha indicado a este medio uno de los representantes de la empresa, Jaime Villegas, la actividad funcionaba, la gente iba al cine y se podía sostener la empresa, pero la pandemia, sumado a los cambios de hábito, las plataformas digitales para ver cine en casa y la apertura de un reformado cine en la vecina localidad de El Puerto de Santa María han sumado una serie de circunstancias que han provocado que sea  inviable seguir abiertos.

De hecho, Jaime Villegas manifiesta que se van ellos, no sabe si otra empresa estará interesada en gestionar los cines,  pero desde luego, tiene claro que cines de este tamaño y la competencia feroz de las plataformas, solo se podría paliar si hubiera colaboración público privada. Para esta empresa, que lo ha intentado varias veces en Rota, es un adió definitivo. Villegas PUerto S.L.  comenzó su andadura en la localidad en 2009, se vio obligada a cerrar con la crisis de 2013 y volvió en 2016. Desde entonces ha aguantado el tipo pero los últimos años, con la poca afluencia de público y los gastos que genera abrir una sala aunque sea para tres o cuatro personas, han sido determinantes.

La última proyección fue el domingo 27 de abril y con ella, se termina una etapa en la que no se sabe cuántos roteños echarán de menos esta opción de ocio, pero desde luego, se pierde una alternativa cultural.