La Feria de Primavera de Rota se está viviendo en esta 82ª edición con jornadas que están dejando un Real lleno de púbico como se ha podido comprobar desde el mismo miércoles cuando comenzó con el encendido del alumbrado extraordinario. Desde entonces, y con un festivo nacional de por medio, el recinto ferial está siendo punto de encuentro de cientos de roteños y visitantes que se encuentran en las casetas que han estado a rebosar.

El tiempo, aunque con algo de lluvia puntual todos los días,  ha acompañado mejor de lo que se esperaba y aunque han caído algunas gotas que en el día de ayer dejaban partes del recinto y casetas algo embarradas, no ha impedido que el ambiente decayera en ningún momento.

Ayer sábado fue un día grande, con las casetas llenas desde la hora del almuerzo y un Real que cogió color enseguida con los trajes de flamenca, con el paseo de caballos  y con mucho público que duró hasta bien entrada la noche.  Volvió a ser una jornada pletórica donde compartir una copa y unas sevillanas forma parte de la estampa propia de una fiesta que se vive con intensidad, que rompe la rutina diaria de la mayoría de roteños y que permite a muchos visitantes sentirse uno más en las casetas. 

El día fue tranquilo en cuanto a incidentes aunque como es normal en un espacio donde hay tanta aglomeración de público, hubo intervenciones policiales propias de una feria: algún detenido por agresión y varios robos de móviles. Tanto Policía Local como Policía Nacional han estado muy presentes en el Real, lo que da la seguridad necesaria a quienes acuden solo con el objetivo de divertirse. En ello juegan un papel fundamental las casetas, destacando aquellas en las que suenan sevillanas todo el día y en momentos, al estilo más tradicional, los socios se arrancan por sevillanas a viva voz, bailan en pleno Real y dejan la estampa que de verdad debe asociarse a esta fiesta, mientras en otras suena la música más comercial. 

Hoy domingo es el último día de feria, a las doce de la noche se arriarán las banderas y se darán por terminados de forma oficial cinco días de fiesta. Todavía quedan muchas horas para apurar y exprimir lo que ofrece el Real en una jornada que lucen los caballos y las flamencas.