Uno de los momentos claves de la próxima Madrugá, recuperado hace cuatro Semana Santa con la actual junta de gobierno de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, será cuando de nuevo, el Señor de Rota y María Santísima de la Amargura procesionen en paralelo, un paso junto al otro, en un tramo de su recorrido en la larga noche morada.

Desde que en el año 2022 se recuperara esta tradición que era habitual hasta los años 80, se ha podido ver a Madre e Hijo juntos durante unos metros de su estación de penitencia. El primer año fue en el tramo final de la avenida Príncipes de España hacia la esquina con el centro de salud; el segundo en Rubén Darío hasta la rotonda de 'Las Manos' -debido a las obras de María Auxiliadora-, y este, que será el tercero, porque el año pasado se suspendió la salida procesional por la lluvia, será como antaño.

Jesús Nazareno y María Santísima de la Amargura se pondrán uno al lado del otro desde la avenida Príncipes de España a la altura de la rotonda dedicada a la los donantes, en la esquina de la calle Rubén Darío. Desde ese tramo y hasta la avenida María Auxiliadora en su esquina con el centro de salud, las dos cuadrillas irán juntas procesionando mientras los hermanos quedarán a los lados para dejarles paso. Será un momento especial y emotivo no solo por la oportunidad de ver las dos imágenes juntas, que durante todo el recorrido están separadas por cientos de hermanos con túnica, sino porque el final será el encuentro con los abuelos de la residencia municipal de ancianos  a los que se sacará a la calle para que puedan ver en un sitio privilegiado la llegada del Señor de Rota y su madre.

Es lo que se planteó hacer el año pasado pero que la lluvia impidió al no poder realizarse la estación de penitencia, así que hay doble ilusión por vivir este momento que dejó de verse en 1986 hasta que se recuperó el año posterior a la pandemia del Covid por la junta de gobierno que preside el hermano mayor Antonio Barba. La buena acogida desde entonces ha hecho que se mantenga esta tradición recuperada de modo que los roteños podrán volver a inmortalizar la estampa de Jesús Nazareno y la Amargura de la mano, sin duda, uno de los momentos más singulares de la Madrugá.