PEPE LLUYOT, TODA UNA VIDA DE DISFRUTE AUDIOVISUAL


 
  

El mundo del Rocío está lleno de matices que le destacan de sobremanera en una serie de conceptos que enmarcan la ruta rociera desde tiempos ancestrales.

Hoy quiero dedicar este espacio a un roteño de pro que nació fruto del matrimonio entre Antonio y Rosa, el cual  con su entrega, perseverancia y amor a los medios audiovisuales, hicieron de su trabajo un resumen biográfico del Rocío de Rota desde que comenzó a caminar por las duras arenas del Parque Nacional de Doñana. Pepe es un enamorado de su familia, entregado por entero, y un excelente comerciante que durante años y tras su procedencia familiar, ha sabido conjugar trabajo con horas de ocio destacando sus vivencias con la Hermandad del Rocío de Rota desde hace ya varias décadas disfrutando de un elenco de imágenes de los primeros años de la reconstitución de la hermandad en la aldea del Rocío, en las peregrinaciones o las visitas a El Bercial con la virgen vestida de Pastora... ¡cuántas vivencias, cuántos momentos vividos!.

De él podrían  destacar sus momentos de humor, sus vivencias de ayuda a los demás y el trabajo elaborado de su esposa Sonsoles al frente del área de camarera de la Virgen del Rocío en la villa de Rota durante varias legislaturas siendo reconocida como rociera del año junto a Manuel Moreno ”Canti”.
 
En aras a colaborar con su hermandad, nuestra hermandad, Pepe cada nueva primavera, cada peregrinación, cada salida procesional el día 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción, con cámara en ristre, camina y camina en la búsqueda incesante de momentos emblemáticos que captar para el recuerdo de la cita programada.

Siempre estuvo vinculado al mundo de la fotografía, una de sus grandes pasiones además del aeromodelismo, tiro olímpico y coleccionista de monedas. Quizás,  desde comienzos de la década de los setenta su aportación a la imagen fotográfica y más tarde a la imagen visual les hizo ver y entender que al cabo de los años esos extractos de imágenes tendrían un alto valor moral y como no, sentimental. En varias ocasiones su aportación a las semanas culturales rocieras ha sido sumamente importante ya que sus imágenes, sus fotos únicas en este contexto, han aportado momentos de felicidad a quienes han compartido desde la televisión o en salones multiusos sus imágenes narradas.

Dentro del contexto de actividades que realiza cabe destacar entre ellas su pasión por la flauta y el  tambor, al igual que su yerno, ambos participan como piteros en la presentación oficial de la hermandad en la aldea del Rocío o en eventos programados por la misma.

A veces, dialogando con él  en la casa de hermandad, comentaba que cada día descubre algo inédito en la historia del Rocío, es grandioso lo que genera la devoción a la Virgen. Decía que el Rocío y todo lo que mana de él es tan extenso y de tantos matices que resulta imposible detallar tantos momentos vividos. Su Rocío, sus vivencias, se enmarcan desde sus comienzos como peregrino en varias citas convivenciales en casas alquiladas en feliz armonía anexionándose años más tarde a la recepción de un habitáculo propio en la casa de hermandad ubicada en la calle del Ajolí tras su inauguración en el mes de mayo del año 2002.
Aquellos Rocíos de sus comienzos eran virginales, el aire transparente, unos pocos caballistas se desplazaban apenas sin levantar el polvo, el coto olía a romero, a eucalipto recién cortado, a tomillo, y brillaban como una bandeja de plata  la Canaliega, la ermita y su magnífica  vidriera.

Ha conocido el Rosario junto a la hoguera y el Rosario sin la hoguera, épocas de mucho calor y tambien de fuertes vientos. El Rocío es un todo durante los nueve días de camino.“Cuántas cosas del Rocío llevó dentro de su  alma, cuántas noches en Marismilla, aquellas noches en calma, junto  a su hermandad roteña cantando al cielo plegarias.  Cuántos años de camino, junto al Palacio y la Raya, cuántas experiencias vividas  hasta llegar a su casa. Esa ermita rociera, esa casa su morada, donde vive el Pastorcillo el Hijo de sus entrañas”.

Cada nueva primavera, Pepe disfruta de sus familiares directos en la aldea del Rocio, allí convive minuto a minuto de principio a fin, se viste de corto, se acerca hasta las plantas de la Virgen para darle las gracias por cada momento vivido. No cabe la menor duda que cada etapa de la vida nos depara algo diferente en fechas  diferentes pero entre ellos Pepe Lluyot junto a Sonsoles su esposa fiel y amiga,  sus hijos, Pepe, Alberto, Antonio Ramón y María Sonsoles además de sus nietos, hacen de la familia un todo en el mantenimiento de las tradiciones llenas de fe y amor a la Virgen.

Sentimiento rociero, en una hermandad de fuerte y honda tradición rociera Pepe quiere que la Virgen les ayude a caminar por esos senderos de la vida compartiendo con los demás el amor, la fe y la esperanza .Terminaban sus palabras. A través de la distancia, mis recuerdos viven en ti y solo te pido Madre que no te olvides de mí.

El agradecimiento es la memoria del corazón, es por ello que ha sido reconocido por Aeciro en las pasadas Feria de Primavera por su trayectoria laboral al frente de la ferretería y negocios.
 
Pepe Lluyot ha sabido conjugar disfrute con felicidad compartida. El Rocío es  un contexto que les llenó de vida propia. Gracias por tu aportación visual a través de la foto y la imagen en movimiento, sin ti muchos momentos emblemáticos no hubieran salido a luz. Mil gracias.



                                                                                                                                                     Mondel