PSICOLOGÍA DEL AHORRO


 
   
 

Aire acondicionado, calentadores y aparatos de calefacción se ponen a pleno rendimiento durante esta época. El consumo se dispara. No hace falta pasar frío para ahorrarnos unos euros. Un buen acondicionamiento de nuestro hogar y un consumo responsable son las claves para hacer que el importe de la factura baje notablemente.

Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el consumo en el interior de las viviendas supone un coste superior al billón de euros al año. Con un buen equipamiento y con un consumo responsable no sólo ahorraremos algunos euros sino que contribuiremos a una mejora ambiental. Es en el uso de la calefacción, según el IDAE, donde más energía consumimos: un 29%. Le sigue un 28,5 % para el agua caliente, un 21,5 % para el funcionamiento de todo tipo de electrodomésticos, un 11 % para la cocina y un 10 % para la iluminación.

Las paredes, los cristales, las ventanas, las puertas y hasta las cajas de las persianas son algunos de los sitios por los que el calor se escapa. El aislamiento térmico de una casa es fundamental para el ahorro de energía. Instalar burletes adhesivos en los cierres de puertas, ventanas y cajas de persianas puede significar un ahorro de energía entre un 5 y un 10 %. De igual modo que instalar doble acristalamiento o doble ventana. Por ellas se intercambia el 40 % del calor.

En cuanto a las compras que hacemos, las diferencias personales pueden originar diferentes tipos:

    Compras racionales 45% (o previstas):

– Realizadas (22%): Efectuadas según previsión inicial producto y marca.
– Necesarias (18%): Por producto sin previsión de marca.
– Modificadas (5%): Compra producto previsto, pero cambia la marca.

    Compras irracionales 55% (o impulsivas):

– Planificadas (12%): Espera rebajas, promociones, etc.
– Recordadas (9%): No ha previsto comprar, pero al verlo, lo compra.
– Sugeridas (20%): Al ver un producto en una estantería, decide probarlo.
– Puras (14%): Rompe los hábitos, es decir, la totalmente imprevista
Es decir, que más de la mitad de las compras que hacemos no estaban previstas.

¿Qué podemos hacer para contener ese impulso por comprar cosas que en ese momento no necesitamos?

    1- COMER ANTES DE IR A HACER LA COMPRA (no ir a comprar con hambre).
    2- LLEVAR UNA LISTA HECHA.
    3- COMPRAR EN DIFERENTES ESTABLECIMIENTOS.
    4- PERMITIRSE “UN SOLO CAPRICHO”.

Lo importante es educar y, para ello, lo mejor es actuar con el ejemplo:

-Tapar siempre las cacerolas para no desperdiciar calor.
-Las ollas de un tamaño menor que la hornilla dejan escapar mucho calor.
-La olla exprés es la mejor opción: ahorra tiempo, energía y dinero.
-Encender la luz del horno para revisar si la comida está cocida.
  Cada vez que se abre se enfría entre 25 y 50 grados centígrados.
-Usar la lavadora y el lavaplatos sólo cuando están llenos.
-No meter alimentos calientes en el frigorífico y  evitar abrirlo a menudo.
-Descongelarlo si la escarcha tiene más de 5 mm de espesor.
-Evitar las toallas de papel. Mejor usar trapos de cocina.
-El aluminio es un mineral escaso. Si usa papel de aluminio para cocinar, reutilícelo.
-Guardar los alimentos en recipientes cerrados,  en lugar de envolverlos.
-Usar bombillas de bajo consumo reduce la factura hasta en un 60%
-Aprovechar la luz natural para leer, coser, pintar, etc.
-Agua y Electricidad (consumo fantasma).
- Los calefactores a gas gastan menos que los eléctricos.
-Usar la imaginación para reciclar.
-Evitar usar el coche o el autobús. Procurar andar más.
-Educar a los niños para que cuiden el Medio ahorrando energía y agua.