Homenaje a seis comercios de Rota, a su esfuerzo, su constancia y su servicio
El comercio de proximidad, el negocio que suma décadas afrontando las dificultades propias de quien debe mantener las puertas abiertas adaptándose a los nuevos tiempos y el que contribuye a la economía local siendo en ocasiones parte de un paisaje reconocible y querido por sus vecinos, es al que esta tarde, en la víspera del 28 de febrero, Día de Andalucía, ha convertido en protagonista el Ayuntamiento de Rota.
Aunque el homenaje se hace extensivo a todos los comercios roteños, en esta III Gala 'Lo nuestro' que se ha celebrado en el auditorio municipal 'Alcalde Felipe Benítez', se han puesto seis nombres y apellidos propios. Todos son negocios de los que se puede decir, de toda la vida, que forman parte de la historia local porque suman lustros habiendo pasado incluso de generación en generación. Algunos han cambiado su ubicación para avanzar con los cambios que impone el desarrollo de la propia localidad, otros se han diversificado en sus servicios y han multiplicado locales aunque sin olvidar su esencia, y los hay que se han mantenido desde sus comienzos en el mismo sitio en el que iniciaron la andadura profesional. A todos se les ha reconocido hoy ese esfuerzo, ese plus que aportan frente a las grandes superficies y que han generado economía y empleo.
Es el valor de algo "nuestro", cercano y conocido el que ha impregnado esta gala que la delegada de Comercio, Esther García, reivindicaba como necesaria para reforzar el trabajo de quienes a diario pelean por mantener abierto su negocio. Este año, han sido Carnicería Martín, Lluyot, Autoescuela Paco, Panadería San Antonio, Imprenta Sánchez y Narciso Santamaría Fuentes, 'Chicho' del Pub 'El Dardo', los que han recibido el reconocimiento institucional pero también el cariño de muchos paisanos, algunos de los cuales han acompañado en esta cita.
El ambiente que se traslada desde esta gala es muy entrañable porque gracias a los vídeos, las fotografías antiguas de los negocios protagonistas y algunas anécdotas que han contado sus responsables, se cuenta también un aspecto de la historia de Rota. La venta de panes, de carnes, los cócteles, enseñar a conducir, las funciones de imprenta y la venta de artículos de ferretería, juguetes o muebles ha cambiado mucho desde que aquellos emprendedores de hace décadas montaron su negocio.
La delegada de Comercio, Esther García, ha dado las gracias a todos los homenajeados de esta III Gala 'Lo nuestro' y a quienes forman el tejido comercial y empresarial de Rota porque entre todos, decía, se prestan servicios en el municipio. Aunque el caballo de batalla es la lucha contra las grandes superficies, la concejal ha admirado la capacidad de adaptación de muchos de ellos y el avance de negocios que no han parado ni en los peores momentos.
Para Esther García, era un orgullo poder poner el foco sobre esas personas, consciente de que son muchas más, a las que el Ayuntamiento de Rota irá reconociendo en el futuro. Los tiempos cambian, no cabe duda, pero ningún cliente puede negar que se siente especial cuando acude a comprar o a consumir en un bar o cafetería y conocen su nombre, sus gustos y hasta sus necesidades. Porque al final, los comercios locales, son también puntos de encuentro para sus vecinos y espacios de confianza.
Imprenta Sánchez, desde 1973
El primer homenajeado que ha recibido el galardón elaborado por el escultor roteño Miguel Ángel Caballero Pérez, ha sido Imprenta Sánchez. Un negocio que abrió en 1973 en calle Calvario y que posteriormente, se asentó en el polígono industrial donde permanece incorporando dos generaciones, la de Manuel Sánchez González, fundador, y la de sus cuatro hijos, actualmente al frente.
Esta imprenta roteña es testigo de la historia de Rota porque se ha encargado durante años de imprimir carteles de sus fiestas, además de formar parte de momentos claves de muchos roteños con sus invitaciones de boda, recuerdos de Comunión, etc. De tener que montar carteles a mano, letra a letra, a las nuevas tecnologías con las que trabajan ahora han pasado más de 50 años, y aunque la forma de trabajar ha cambiado, decía su fundador, no lo ha hecho la calidad de sus trabajos, la confianza que dan a sus clientes, el trato personalizado y la profesionalidad.
En el escenario con sus cuatro hijos, Manuel Sánchez ha dado las gracias a sus clientes, trabajadores, proveedores que se convirtieron en amigos y a los que le ayudaron desde el principio. Los momentos complicados los superó con ilusión y prestando un servicio de calidad que le ayudaron a mantenerse, por eso, hoy era un día de agradecimiento, especialmente, a sus cuatro hijos que se han hecho con las riendas y han introducido la modernización necesaria para seguir cumpliendo años, y a su mujer, que entre la casa y el negocio llevaba todo para adelante. Imprenta Sánchez es un ejemplo de evolución del comercio pequeño que ofrece algo que no da internet, el trato cercano y personalizado, y en el día de su homenaje, Manuel Sánchez pedía a las administraciones que apoyen el emprendimiento para que haya gente nueva que se anime a montar su negocio.
Carnicería Martín, un negocio de 80 años
Ser una tienda de barrio pequeña tiene sus ventajas e inconvenientes, pero para Carnicería Martín, que hace 80 años que abrió sus puertas, ha sido siempre una forma de vivir. Desde que abrieran en 1945 en la calle Aviador Durán han pasado por Higuereta para acabar desde 1990 en la calle Marconi. Al frente está José Manuel López Curtido, tercera generación de carniceros que hoy ha dado las gracias por este reconocimiento a un negocio que montó su abuelo. Pese a los cambios, siguen despiezando la carne ellos mismos, elaborando su butifarra y otros productos que son símbolo de calidad. Aunque no trabajó con su abuelo, el fundador, sí lo hizo con su padre y se recuerda en aquella carnicería pequeña de los inicios o haciendo hamburguesas con su hermana. Su abuelo y su padre eran matarifes y su madre ayudaba en muchas labores, también la de la limpieza para que todo estuviera perfecto. Hoy es él, con el apoyo de su mujer, el que está al frente de esta carnicería que es un pequeño negocio de barrio en el que siempre se ha vendido una calidad exquisita. Sus hijos, que no sabe si tomarán el testigo, aseguraba que son la fuerza para que Carnicería Martín siga sumando.
Autoescuela Paco, desde 1965
Muchos son los roteños que han aprendido a conducir con Autoescuela Paco, fundada en 1965 por Paco Ortega y Paco Valle, que hoy recogían este premio junto a parte de las familias. Son las hijas de los fundadores, Noelia Ortega y Rosa María Valle, las que hoy dirigen esta autoescuela que comenzó en la calle Mina, pasó por Higuereta y acabó en la avenida San Fernando.
Dar confianza a quien se prepara para ser un conductor es clave en un negocio como una autoescuela que se enorgullece de acoger a distintas generaciones de una misma familia para este objetivo, lo que les permite presumir del trabajo bien hecho. Aunque los métodos de enseñanza han cambiado con los años, el cariño que se le pone es el mismo que Paco Ortega, que hoy recogía el galardón, puso desde siempre. Hoy jubilado, este hombre tuvo claro desde los 12 años que esta era su profesión y su autoescuela mucho más que su negocio. Hoy se dirigía a ella como un ser querido más, una autoescuela que le vio reír y pasar malos momentos, que le ayudó a sacar a su familia adelante, que ha sido su compañera y con quien no ha puesto fin a su vinculación. Orgulloso de que Noelia su hija (que le envió un mensaje por vídeo) y Rosa María Valle (la hija de su amigo) sean Autoescuela Paco, el homenajeado no podía sentirse más feliz consciente de que dejaba su legado en las mejores manos.
Panadería San Antonio, desde 1950 en Rota
Panadería San Antonio es de esos negocios que, manteniendo su esencia y la elaboración del pan como pilar clave, ha sabido diversificarse con el paso del tiempo pasando de ser un obrador en la calle García Sánchez, al grupo 'La Rotta', que engloba a las panaderías San Antonio, con cinco cafeterías, la quesería 'El Bucarito' y Conbocados Catering. Es la historia de tres generaciones que han sabido adaptarse a los tiempos y sacar provecho de nuevos nichos de mercado sin olvidar nunca su esencia.
La panadería que abrió el abuelo Antonio en 1950, años de hambre, cuando el pan era alimento imprescindible, convirtió a este negocio en fundamental en Rota. Desde su ubicación originaria en la calle García Sánchez, Antonio dio pan a quien no podía pagarlo, y poco a poco, fue creciendo hasta pasar el obrador al polígono industrial. Hoy, la familia Ruiz-Mateos Fernández es un grupo empresarial roteño potente, pero no olvida sus raíces, por eso, Antonio Ruiz-Mateos, se ha acordado de su padre, que puso la semilla hace 75 años.
Combinar tradición con innovación no es tarea fácil, pero panadería San Antonio ha sabido hacerlo. Desde aquel horno de leña y tener que amasar el pan a mano en un lebrillo ha pasado mucho tiempo, las máquinas y los procesos son más modernos, pero nadie de la familia ha querido perder el respeto por el origen. Siembran sus cereales, crían a sus animales, venden carne, quesos, panes, dulces y todo, con un control exhaustivo desde el inicio del proceso. Este reconocimiento viene a poner todo ello en valor y Antonio daba las gracias a sus hijos y a su mujer que en los años 80 comenzó a trabajar en la tienda dando un trato cercano al cliente y ganándoselo al hacerlo sentir como en casa. Quiso hacerlo extensivo a sus clientes y a sus trabajadores, que forman parte de la gran familia de San Antonio. El empresario se mostraba orgulloso del camino recorrido y daba las gracias por este homenaje y en especial por la implicación de sus hijos en la que ha sido parte de su vida.
Lluyot, desde inicios del siglo XX
El apellido de Lluyot está vinculado en Rota a una diversidad de negocios que son parte de la historia de Rota. Desde inicios del siglo XXI, cuando llegaron a la localidad, los Lluyot abastecieron a los roteños de artículos de ferretería, tejidos, utensilios para la casa y víveres. Tras el cierre en la Almadraba, se trasladaron a la plaza de España con la mítica ferretería que era mucho más que eso; se sumó gracias al espíritu emprendedor, una tienda de muebles en frente del parque 'El Mayeto' y la juguetería de la calle Charco y todos son negocios más que reconocibles para los ciudadanos de Rota. Actualmente, aunque son Alberto Lluyot al frente de la ferretería de la calle Valdecarretas y su primo Antonio Lluyot en la tienda de muebles los que mantienen el apellido vinculado al comercio local, no han perdido la dedicación de sus antecesores. La cercanía, el esfuerzo y la dedicación siguen siendo su seña de identidad y hoy, Pepe del Pilar Lluyot Izquierdo y familia, han sido la estampa de un negocio familiar que crece y se mantiene. Ha sido Antonio Lluyot, hijo de Antonio que ha estado presente en un vídeo, el que ha tomado la palabra para agradecer este reconocimiento a su familia y a las cinco generaciones orgullosas que trabajan en este negocio. El joven ha dado las gracias a los clientes por la confianza, porque sin ellos, no tendría sentido; y a los trabajadores que han pasado a lo largo de todos estos años por las tiendas Lluyot porque han sido parte clave del crecimiento. Hoy en el escenario eran un claro ejemplo de negocio familiar con historia en Rota.
Narciso Santamaría 'Chicho'
El conocido barman roteño, jubilado hace unas semanas, era el último de los homenajeados en esta III Gala 'Lo nuestro'. Narciso Santamaría Fuentes, 'Chicho', ha estado detrás de la barra del Pub 'El Dardo' 49 años y el pasado 26 de enero de 2025 echó la persiana de su negocio definitivamente. Su huella en la hostelería roteña, su profesionalidad tras la barra, el amplio conocimiento del mundo de la coctelería y su capacidad para aglutinar en el mismo ambiente a cinco generaciones de clientes, han sido méritos que se ha ganado este barman que siempre ofreció profesionalidad y calidad.
Hoy, como mención especial, el Ayuntamiento de Rota lo elegía para ser homenajeado en una gala que ha puesto en valor su trayectoria. Desde que abriera las puertas de 'El Dardo' en 1976 ha vivido muchas anécdotas y ha conocido la transformación de la zona de la Costilla; guarda en su memoria los ambientes por los que ha pasado la zona, pero especialmente, el cariño que siempre ha recibido de su clientela, que ponía en sus manos con plena confianza la elección de qué cóctel tomar ese día.
En el escenario junto a su hijo Noé, que lo ha acompañado en los últimos 12 años profesionales, Chicho ha dado las gracias por todo el cariño que está recibiendo en esta nueva etapa. Nervioso como nadie, psicólogo sin titulación tras la barra y hasta cura de confesión alguna que otra noche, este roteño recordaba lo difícil que es estar 49 años al frente de un negocio pero también, lo mucho que lo ha disfrutado, siempre poniendo buena actitud y su alma.
Chicho ha llevado a Rota por bandera, de hecho, fue Urta de Oro en 2001, y se ha granjeado una buena reputación en la Base Naval por su trato a la comunidad americana. En este homenaje, para ser justo, ha querido recordar a Manuel Ramos y a Manuel Trujillo como pioneros de la coctelería en Rota en el pub 'Caballo blanco', donde seguían libros en inglés que le traducían algunos clientes americanos. Después de ellos fueron otros tantos, y 'El Dardo' se quedó como el último mohicano.
Aprovechando este reconocimiento, Chicho lo compartió con su hermano José Luis, 'El cocinero de Rota', con su mujer y sus hijos que han aguantado las horas ausentes, con su sobrina María y con las personas que se han formado junto a él sin olvidar a los clientes. En esta etapa cerrada como empresario, agradeció al sector de la hostelería su trabajo para hacer una villa de Rota cada vez mejor.
Entregados todos los homenajes, era el alcalde de Rota, Javier Ruiz, el que cerraba el acto con un agradecimiento especial a todos los negocios de la localidad, en especial a los que en esta gala eran elegidos por su trabajo, profesionalidad y esfuerzo porque cada uno, decía, es un referente, ejemplo de cercanía, buen trato y profesionalidad. El regidor, que ha tenido palabras cariñosas para cada uno de los seis homenajeados recordando que a todos ha acudido en muchos momentos de su vida, ha destacado que este es un homenaje al pasado, al presente, pero que mira al futuro.
Como alcalde, sabe que el pequeño comercio necesita del apoyo de las administraciones para ser más competitivo y en esa línea, aseguró que trabaja para que Rota cuente con las mejores condiciones para ello. En la víspera de este día de Andalucía, Javier Ruiz manifestó la importancia que el pequeño negocio ha tenido en el desarrollo de la comunidad autónoma a lo largo de los años, siendo parte del ADN del avance experimentado. El mejor homenaje que se puede hacer a todos ellos, remarcaba, es seguir comprando en esas tiendas de barrio y consumir en ellas para crear una ciudad viva y próspera, yendo de la mano con las administraciones, que deben facilitar su modernización. Es el compromiso del Ayuntamiento de Rota que hoy se mostraba orgulloso de su tejido comercial.
Tras la foto de familia, y estando a las puertas del Carnaval, esta III Gala 'Lo nuestro' acabó con la comparsa 'Los invasores' que entonaron parte del repertorio que ya se ha podido escuchar en el COAC del Teatro Falla. El punto final, lo puso el himno de Andalucía.













































































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