Memorias políticas de un concejal (VII)
Retomo un capítulo más de mi publicación “Prometo por imperativo legal y bajo mi convicción republicana...(Memorias de un concejal)”.
Han pasado tres meses desde que hice llegar, a través de la oportunidad que me ofrece cada semana este periódico, el anterior.
"El papel del ciudadano en nuestra democracia no acaba con el voto" (Barack Obama)
LOS PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS
En el programa electoral para las elecciones municipales del 2015 recogíamos la puesta en marcha de los presupuestos participativos. Por esa razón, uno de los puntos del pacto de legislatura que firmamos con el PSOE fue precisamente ese.
Implantar en la ciudadanía la participación llevada a su más alta consideración, la de decidir en otras cuestiones más allá de votar cada cuatro años, fue complicado. No había ( ni hay) cultura de la participación. Eramos conscientes de que no sería fácil poner en marcha el proyecto democrático de los presupuestos participativos.
Los principios fueron desoladores por la falta de motivación de los vecinos. Ahí, el papel de Manolo Carmona fue fundamental. Su implicación y su auto formación le llevó a convertirse en todo un referente provincial. Se documentaba y participaba en jornadas que se organizaban en otras poblaciones exponiendo nuestra experiencia en Rota. En definitiva, contaba con un colaborador de primera magnitud a la hora de llevar a cabo el proyecto.
En las delegaciones que ostentaba no contaba con ningún personal funcionario. Pero, como Delegado, ya digo, contaba con una persona solvente y capaz.
Las críticas por la puesta en marcha del proyecto de Presupuestos Participativos por parte de los grupos de la oposición de la derecha ideológica fue constante. Tengo que reconocer que en parte tenían razón. La poca partición ciudadana a las distintas asambleas fue una constante al principio de esta innovadora iniciativa.
¿Qué era esto de los Presupuestos Participativos? Resumidamente, se trataba de incluir en el apartado de inversiones, dentro de los Presupuestos Generales de nuestro Ayuntamiento, unas partidas en las que la ciudadanía podía decidir de un modo democrático su destino final. Para ello, dividimos la localidad en siete zonas, atendiendo al número de población. Cada zona tenía destinada una cantidad de dinero dentro de los Presupuestos Municipales para que los vecinos de cada zona pudiesen proponer y decidir en qué invertir esa cantidad.
Como he mencionado anteriormente, el principal escollo era la falta de “cultura de la participación”. Llegamos a contar con una subvención por parte de la Diputación de Cádiz destinada a la publicidad de los procesos de Presupuestos Participativos pero nunca llegábamos a la inmensa mayoría de la ciudadanía. Aunque también es verdad que la participación se podía considerar aceptable en una comparativa con otras poblaciones en que este proyecto se había llevado a cabo.
Si a la falta de “cultura de la participación” se une el hecho de una burocracia lenta y enrevesada, tenemos el combinado perfecto para que los presupuestos participativos sean un verdadero fracaso. De hecho, aquellas propuesta votadas por los ciudadanos para el presupuesto del año 2016, se pusieron en marcha un año y medio después.
Pese a todas estas dificultades, en todos los presupuestos generales aprobados durante nuestro mandato conjunto, se consignaba una cantidad en el capítulo de inversiones para que fuese la ciudadanía la que decidiese la inversión o inversiones a llevar a cabo.
Ante las dificultades encontradas (falta de una participación más numerosa y excesivo tiempo en llevar a cabo las propuestas aprobadas por los vecinos), llegamos incluso a reformular la Ordenanza de los Presupuestos Participativos con el fin de hacerlos más atrayentes y eficaces.
La participación creció con el nuevo sistema. Los vecinos podían elevar sus propuestas a través de internet y votarlas también de manera on-line.
Los presupuestos participativos de 2018 fueron los últimos que presentamos durante la Legislatura. Con la implantación dejamos “nuestra seña de identidad”, que no era otra que dar un mayor sentido al concepto de Democracia.
Justino “Tomasito” | Sábado, 01 de Marzo de 2025 a las 21:11:25 horas
Memorias de un concejal comunista que estuvo solo una legislatura en un ayuntamiento de pueblo y que se hizo famoso por darse pasitos en el centro del pueblo con la misma carpetilla bajo el brazo,éso sí,brazo su izquierdoso.Ah!,se me olvidaba,aficionado también a escribir panfletos y libretos.Para terminar,recordar que los presupuestos participativos raramente han sido llevados a cabo tras su aprobación porque raramente cubrían las necesidades básicas que tenía Rota.Ahora de nuevo vuelven con esta monserga al escenario.
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