El anuncio por parte del Ayuntamiento de Rota de la construcción de viviendas dotacionales en la plaza de la Merced, como uno de los proyectos que se van a incluir en el Plan EDIL con el que se aspira por parte del gobierno local a conseguir 14 millones de euros para varias actuaciones en la localidad, no ha sentado nada bien a la asociación en defensa del patrimonio 'La Base Natural y Cultural (BNC) de Rota'.

A este respecto, la entidad, que ha salido a la opinión pública en muchas ocasiones para criticar y denunciar algunas actuaciones urbanísticas impulsadas por el Ayuntamiento de Rota por considerar que atentaban contra el patrimonio histórico, es la que ahora pone el foco en este proyecto, lamentando una vez más, que se vayan a usar unos terrenos que se expropiaron para un fin que no correspondería, según sus argumentos.

'La BNC de Rota' no comparte el proyecto de viviendas en una parcela que fue expropiada en 1999  para equipamientos culturales del pueblo de Rota, y que según les consta, "el arquitecto municipal dejó recogido en los documentos que estaba en ruinas y que tendría un uso público como estaba previsto en el planeamiento. Pero la realidad es que los políticos y el alcalde del momento hicieron un pacto de silencio y la parcela empezó a ser construida con aparcamientos y con un bloque de pisos. Ocasionando un importante  perjuicio económico a las  arcas municipales".

Con el anuncio de este proyecto de viviendas dotacionales, que se explicará entre otras actuaciones en un acto que tendrá lugar esta tarde de lunes, 24 de febrero en el auditorio 'Severiano Alonso', la asociación en defensa del patrimonio entiende que se está dando a la parcela un uso muy distinto por el que se expropió y que además, el alcalde de Rota "vuelve a hacer una operación urbanística de gran trascendencia, que recuerda a la ya se hizo anteriormente y ocasionó tantos debates y juicios.  La operación es clara, una magia por la cual un Ayuntamiento transforma una parcela que tiene valor comunitario, en una parcela que tiene ánimo de lucro", manifiestan desde la entidad, aunque lo anunciado por el Ayuntamiento hasta el momento, es que serán viviendas dotacionales, es decir, residencia temporal o transitoria dirigida a diferentes perfiles de personas, como mayores o jóvenes.

En cualquier caso, desde la entidad han querido hacer algo de historia, y 'La Base Natural y Cultural de Rota' recuerda la ristra de decisiones que llevaron a los roteños a perder su antiguo convento. Indican desde la asociación que el 1 de enero de 1998 entraba en vigor la Ponencia de valores de Rota, "un documento que obligada a la protección del edificio mercedario, a repararlo y conservarlo; sin embargo, el terreno, cuando llegó el arqueólogo estaba limpio de edificios y ya se empezaba a construir el primer edificio y los aparcamientos, sacando a la luz los vestigios de su noble historia y su pasado: el almacén de bodega y un horno (...) Nos sorprende la descripción errónea del inmueble:  con edificios de una altura media comprendida entre dos y tres plantas, cuando realmente solo tenía una o dos,  y la carencia de una descripción de elementos significativos del edificio demolido como la escalera monumental, el pozo de mármol y la cruz en el brocal del mismo, que identificaba claramente el edificio como una construcción religiosa muy antigua, anterior a la ocupación mercedaria. Recordemos que la Orden Mercedaria ocupa la villa según documentos conocidos y estudiados por historiadores y cronistas en 1604 mientas que el brocal del pozo señala  una ocupación anterior,  un momento en el que el edificio sirvió de hospedaje a los religiosos que jugaron un papel fundamental en la conquista de América,  al ser Rota, el  puerto de salida y precisamente la sede donde vivía el prior dominico".

Nada de su historia, lamenta esta asociación, "se tuvo en cuenta para su demolición despiadada, sentenciada por el arquitecto municipal, cuyo nombre, queda unido a los desastres patrimoniales de la villa de Rota, al igual que el alcalde, el concejal de Urbanismo o el equipo de gobierno que no hizo nada para detenerlo. Nada de sus valores se tuvo en cuenta cuando empezaron las obras y se encontró un yacimiento arqueológico que como sitio significativo tendría que haber sido respetado y conservado in situ".

'La BNC de Rota' explica que en el año 1999 ya existía para toda España la Ley del Patrimonio Histórico Español desde 1985,  y que sin embargo  en Rota, en el Ayuntamiento, "ni el alcalde ni los técnicos municipales se hacían responsables del  patrimonio del pueblo y uno de los edificios más significativos de su historia, el convento de la Merced, era derribado, como consta en los documentos, por el propio Ayuntamiento de Rota, tras su expropiación".

La parcela se encuentra actualmente registrada en el Registro de la Propiedad número 3 de El Puerto de Santa María y son referidos a la calle Álvaro Méndez, números 7 y 8. Se trata de los terrenos ocupados por una construcción compleja, compuesta por varios edificios, identificados como la biblioteca, claustro, salones y patios de dicho convento, que fueron valorados  por el arquitecto municipal y se procedió a su expropiación por la Ley de Expropiación Forzosa, en fecha 11 de enero de 1999. Dicho arquitecto declaró que la parcela no podía considerarse suelo urbano consolidado, a pesar de tratarse de uno de los monumentos más importantes del pueblo y además Rota ya tenía entonces declarado  Conjunto Histórico desde 1985 como tal, y como se dijo con anterioridad, por la Ley del Patrimonio Histórico del mismo año, el Ayuntamiento de Rota estaba obligado a conservar y proteger, pero nunca a demoler y derribar.

La Unidad de actuación UE-15 como se le llamó, empieza entonces "su historia más ignominiosa y desconocida", denuncian desde esta entidad en defensa del patrimonio, insistiendo en que fue "una declaración en ruinas llevada a cabo por un técnico del Ayuntamiento de Rota, que nunca contó con los documentos de aprobación del ministerio o de la academia, a pesar de ser un bien cultural importante, un monumento de la localidad, que ya estaba recogido en la Declaración de Conjunto Histórico de Rota de 1985. No existen los documentos en los archivos de los permisos que se tendría que haber solicitado".

En su relato para explicar las decisiones que se han tomado sobre esta parcela, que consideran un expolio al pueblo de Rota, señalan que "la parcela no fue valorada por su uso lucrativo sino que había quedado establecido y  considerado como Sistema General de Equipamientos comunitarios. Es decir, que el Plan General de Calificación Urbana lo calificó de Sistema de Equipamiento Comunitario". Sin embargo, indican que no se conoce cómo se produce la recalificación del terreno ni quién se ha beneficiado de los terrenos expropiados. 

Es a raíz del anuncio del Ayuntamiento de Rota de que va a construir pisos dotacionales en la plaza de la Merced, cuando la asociación 'La Base Natural y Cultural', asegura que "ha desempolvado documentos, ha visitado los archivos y finalmente ha preguntado a los abogados y a otras asociaciones de defensa del patrimonio para saber si realmente unos políticos pueden expoliar las arcas municipales y sus bienes, dejando al pueblo sin su Sistema General de Equipamientos comunitarios para proceder a convertirse en promotor urbanístico de viviendas y se vendan sin escrúpulos".

Para esta entidad, "anunciar esta operación en nombre de una juventud inocente e ilusionada con tener un piso en el centro de Rota, es cuando menos trumpista, es absurdo y además un engaño parecido al de las criptomonedas, una promesa estúpida, si tenemos en cuenta que el precio de un metro cuadrado en el conjunto histórico hará imposible que sea adquirida por aquellos que no dedican al negocio de los apartamentos u hoteles de lujo".

Desde la asociación señalan que "la pérdida de suelo municipal con valores e importancia para un pueblo que aún no tiene equipamientos culturales  y su lanzamiento al mercado de la vivienda, justo en el corazón del conjunto histórico, no requiere de publicidad, no requiere de ayudas europeas, no requiere de una política de derecha, ni de izquierda, porque un proyecto sin ética, de esos que proyectos que abocan a los pueblos a la ruina, a la pérdida de su patrimonio histórico y a la postre, generan la insostenibilidad del patrimonio y la pérdida de identidad cultural", concluyen.