El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos ha tomado la decisión de retirar de su lista de sancionados al empresario hispanovenezolano Francisco Javier D’Agostino, tras determinar que sus negocios no tenían ninguna relación con la administración de Nicolás Maduro.

D’Agostino fue sancionado en 2021 junto con sus compañías Elemento Oil & Gas y D’Agostino and Company, bajo la sospecha de que estas formaban parte de una red de comercialización de petróleo vinculada al gobierno venezolano. Como resultado, sus bienes fueron bloqueados y sus operaciones restringidas dentro del sistema financiero estadounidense.

Luego de una investigación más detallada, la OFAC concluyó que no existía ninguna conexión entre las actividades comerciales de D’Agostino y el régimen venezolano, lo que llevó a su exclusión de la lista.
En paralelo, en España, D’Agostino demandó a Manuel March Cencillo, nieto de Juan March Ordinas, fundador de Banca March, por irregularidades en la venta de la finca Son Galcerán. Tras un fallo judicial favorable, March Cencillo fue condenado a devolverle 2,4 millones de euros, además de una compensación de 300.000 euros por daños.

Desde 2019, D’Agostino ha residido en Mallorca, donde continúa su actividad en el sector de inversiones.