Hace muchos años que un grupo de hermanos de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y devotos de María Santísima de la Amargura tenían en mente aumentar el patrimonio cofrade que tienen con un nuevo manto bordado para la virgen. Aunque sabían que era complicado por la financiación que necesitan, han estado trabajando en conseguir recursos que pudieran dar inicio a ese proyecto, que comenzó a afianzarse hace unos tres años y que han denominado 'Un manto para una reina'.

El pasado mes de octubre se dio la primera puntada simbólica de ese futuro manto que se espera que María Santísima de la Amargura pueda estrenar en una futura Madrugá de la Semana Santa de Rota. Todavía queda trabajo por hacer y en el taller de Dolores Fernández, en Brenes (Sevilla), su equipo trabaja puntada a puntada para hacer realidad el diseño de Álvaro Abril, que ya fue presentado a los hermanos.  El plazo de ejecución es de cinco años, así que todavía queda tiempo por delante.

Dado que esta será una pieza única, confeccionada de manera artesanal con materia prima de primera calidad, y que será un patrimonio que quedará en el seno de la hermandad, desde la junta de gobierno se ha hecho un ofrecimiento de manera que, aquellas personas que quieran contribuir con su donativo puedan hacerlo.

Las cuadrículas del dibujo del manto siguen tomando forma y los hermanos que quieran hacer sus aportaciones solo tienen que ponerse en contacto con cualquier miembro de la junta de gobierno o los miembros de la comisión de este proyecto, que con total disposición aclararán dudas y tomarán nota para que cada interesado elija la casilla que quiera sufragar del bordado. Por el interior del manto, habrá una nota con el nombre de cada donante.

El ingreso se puede hacer en la cuenta bancaria de Caja Sur (ES92 0237 0413 40 9173275408), a través de Bizum con el texto "Hacer donativo” al número 06807 o domiciliando el importe que se quiera aportar a la elaboración de este manto bordado de salida para la Amargura.

Hace un año se presentó el boceto del diseño por parte de su autor, Álvaro Abril, en el que el autor supo captar la necesidad y la inquietud para hacer la obra más acorde a los bordados actuales del palio. Será una obra de bordado, llena de ornamentación vegetal, en clara alusión a las virtudes de la santísima virgen, símbolo de santidad y divinidad, y con él, se dejará una herencia para las futuras generaciones, al igual que otros antes lo hicieron con los actuales hermanos nazarenos.

Las manos de Dolores Fernández, heredera de la tradición del arte del bordado y de su equipo, son quienes, puntada a puntada están bordando en el terciopelo "todos los rezos, todas las súplicas, trabajo, agradecimientos, recuerdos y todo el cariño de todos los que harán posible que este manto vea la luz".