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Carlos Roque Sánchez
Sábado, 18 de Enero de 2025

Animalada animada de ayer y hoy

[Img #245614]Planteamiento. Todos los días, muy temprano, llegaba a la empresa una hormiga empleada que era trabajadora y alegre; allí pasaba parte del día enfrascada en su faena, eficiente en su quehacer y agradable en el trato a pesar (o tal vez por) de no ser supervisada por ningún jefe. Pero he aquí que un día, el Abejorro Gerente General consideró que esto no podía ser, no era un organigrama profesional, por lo que creó el puesto de Supervisor para el que contrató a un Escarabajo con mucha experiencia. Su primera preocupación sería la de anotar la hora de entrada y salida de la hormiga, a su entender este tipo de datos eran importante, y la segunda, la de que con ellos se elaboraran concienzudos informes ya que, como bien sabrá lector, el análisis de datos es fundamental. Pero claro, pronto cayeron en la cuenta de que era necesario que alguien diseñara dichos informes, así que contrataron una Arañita Secretaria encargada, entre otras tareas, de atender el teléfono y organizar los archivos para lo que pidió a nuestra hormiga, trabajadora y alegre, que le suministrara los datos. Aunque eso sí, lo debía hacer fuera de su horario, después de haber realizado su trabajo, total le decía, tampoco era tanto y ella era ¡tan eficiente! que seguro que lo haría bien y en un plis-plás. Y así fue, el Abejorro Gerente General quedó encantado con los informes del Escarabajo Supervisor pero no conforme, sabido es que siempre hay que exigir más, un poco más, a los subordinados. Y le pidió también cuadros comparativos, gráficos ilustradores, indicativos de gestión y marcadores de tendencias, además urgentemente pues la interpretación de datos era imprescindible.

 

Nudo. ‘Ergo’ se hizo indispensable manejar un nuevo programa informático de gestión e instalar otro ordenador con impresora a color por supuesto y, claro, fue necesario contratar una Cucaracha Ayudante para el Escarabajo Supervisor. Ella encargaría la interpretación de datos a la Arañita Secretaria quien a su vez, natural, se los pasaría a la hormiga empleada que, por cierto, aún seguía siendo eficiente, pues era muy trabajadora, pero que ya no estaba alegre, no, al menos no tanto como antes. Se quejaba de las nuevas tecnologías que tenía que aprender, del ingente papeleo que debía tramitar, de su trabajo de siempre que se resentía como nunca, no, no daba abasto, esto no marchaba bien y cualquiera lo podía ver. Ante esta situación el Abejorro Gerente General tomó cartas en el asunto y mandó dotar una nueva plaza, una decisión ante la que nuestra hormiga respiró aliviada al pensar con cierta lógica que sería alguien que le ayudara en el trabajo. Menos mal. Sin embargo el alivio duró lo que dura un suspiro, o menos, porque lo que se creó fue el cargo de Gerente de Área, eso sí de la misma área en la que trabajaba la otrora hormiga eficiente y alegre; y se lo dieron a una Cigarra que nada más llegar pidió, lógico, un asistente personal pero que, mientras éste llegaba, solicitó otro ordenador para ella, planteó la necesidad de una nueva red local, encargó la preparación de un presupuesto y mandó elaborar un plan estratégico ¿Qué a quién se lo encargó?, pues vaya pregunta. A la hormiga, a quien si no. Pronto, nuestro ya triste del todo insecto himenóptero, a pesar de que seguía siendo muy trabajador, dejó de ser eficiente; por día se le notaba más y más irascible, y es que no podía más. “Voy a tener que contratar un estudio de ambiente laboral un día de estos” se dijo preocupada su jefa, la Cigarra, al ver el estado anímico de su hormiga empleada. Mal asunto, y lo peor es que la preocupante idea de la preocupada Cigarra, no era la única que amenazaba a la hormiga. El Abejorro Gerente General, al comparar los gráficos realizados por la hormiga, observó que ésta ya no rendía en su trabajo como antes; algo inaudito en ella tan eficiente siempre, pero es lo que había y no se podía consentir. Así que contrató a un Búho Asesor para que hiciera un diagnóstico de la situación laboral que tardó tres meses en emitir, si bien el buhonero informe era escueto. “Hay demasiada gente en esta área” y aportaba una solución.

 

Desenlace y moraleja ¿Que en qué dirección apuntaba esa solución se pregunta? Pues sí, ha acertado, en la que mismamente está pensando. El Escarabajo Gerente, aconsejado por el Búho Asesor, despidió a la hormiga empleada. Si ya no era ni eficiente ni alegre, para qué la querían entonces. Por lo que más quiera, no se le ocurra por nada de este mundo ser una hormiga eficiente y agradable, es mil veces preferible ser un incompetente, no destacar en su trabajo, y así no necesitará de un jefe que le supervise. Total, para qué, si no hace nada no habrá nada que supervisar, mas, si por lo que sea, le resulta inevitable ser eficiente, por Dios, al menos, no esté alegre, invéntese de vez en cuando alguna desgracia. Lo crea o no, funciona y sobre todo le dejarán tranquilo. Y si a pesar de todo lo que le digo, que le vamos a hacer usted es así, se empeña en ser eficiente y agradable, mi consejo es... que monte su propia empresa. Por lo menos no vivirán a su costa los abejorros, escarabajos, arañitas, cucarachas, cigarras y búhos que en este mundo son.

 

P.D.: Ningún animal fue lastimado durante la escritura de esta Opinión y cualquier coincidencia racional es mera realidad irracional.  

CONTACTO: [email protected] 

FUENTE: Enroque de ciencia

 

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