Ecologistas en Acción de Rota - La plazoleta, ha calificado de "un auténtico despropósito y una aberración" la construcción que se ha llevado a cabo por parte del Ayuntamiento de Rota en el descansadero de Los Pozos del Galgo.

Según explica este colectivo, el pasado mes de julio se les convocó a una reunión con un técnico de Medio Ambiente del Consistorio para  informarles de las actuaciones que se habían proyectado en dicha zona  que consistían en un 'Proyecto de mejora y acondicionamiento paisajístico del camino de El Bercial en el marco de la ruta entre viñedos de la comarca de Jerez'. Los ecologistas acudieron aunque no entendían por qué una actuación de este tipo no se había abordado en los temas a tratar en los consejos sectoriales.

Conocidas las obras que se planteaban efectuar, decidieron solicitar al Ayuntamiento de Rota el proyecto y las correspondientes autorizaciones de las administraciones competentes dándose cuenta, según manifiestan, que en el expediente consultado no constaban las resoluciones del Servicio de Vías Pecuarias de la Delegación Territorial de Medioambiente y Sostenibilidad de la Junta de Andalucía que autorizaran estas obras. Este motivo llevó a Ecologistas en Acción a solicitarlas a la delegación territorial aunque también la obtuvieron por parte del Ayuntamiento que en un principio, tardó en hacérsela llegar.

De este modo, tuvieron conocimiento con detalle de lo que se iba a desarrollar: obras de reparación para la rehabilitación de los pozos y abrevadero, instalación de elevación en madera del brocal de los pozos para evitar caídas e instalación de bomba manual para extraer agua del pozo; desbroce y repoblación: limpieza, desbroce y repoblación con especies autóctonas en la zona del descansadero; instalaciones nuevas en la zona del descansadero: 7 mesas picnic de madera, 2 bicicleteros, 2 amarres de caballo, 1 bomba manual para extraer agua del pozo; la creación de acceso al descansadero para personas con movilidad reducida consistente en 100 metros aproximados de camino de madera con vallado lateral; y la instalación de paneles informativos a lo largo del recorrido de la ruta enoturística.

Ecologistas en Acción destaca que en el expediente se hace mención a la supeditación al cumplimiento del condicionado establecido en la Resolución de 24/03/2020, la cual, indican, ni se ha recibido, ni se tiene conocimiento del contenido de la misma.

Tras analizar toda la documentación y actuaciones a llevar a cabo, los ecologistas señalan que se se incumple la obligación legal de comunicación de estas actuaciones a la asociación y teniendo en cuenta que desde el año 2021 ya se disponía de autorizaciones para las obras de acondicionamiento y mantenimiento.  Añaden además, que se ha compactado parte de la zona mediante zahorra, haciéndola inútil para el tránsito ganadero, al desaparecer pastos y elementos útiles para el ganado y el fomento de la biodiversidad; lo permitido en las vías pecuarias es el escarificado o disgregación de la superficie del terreno y su posterior compactación, a fin de no alterar sus características propias.

Por otro lado, enumeran que se ha adecuado un aparcamiento o estacionamiento, de unos 200 m2, frente al segundo de los pozos del descansadero, con desbroce del matorral existente; una acción que denuncian que están totalmente prohibidas estas estructuras en las vías pecuarias ya que impiden el tránsito ganadero habitual, no es ni un uso compatible, ni complementario, además de hacerlo con materiales que alteran sustancialmente el pavimento original. De hecho, añaden,  en el Plan General de Ordenación Urbano se determina que las “las vías pecuarias es suelo no urbanizable de especial protección, por lo que el asfaltado de las mismas es contrario a la normativa municipal”. Estas mismas consideraciones son de aplicación a la construcción del badén.

Ecologistas lamenta que el proyecto no incluya trabajos de reparación y adecuación de los elementos propios, como son los pozos y abrevaderos y por eso, ha realizado varias peticiones previas sobre la importancia de la conservación de estas simbólicas estructuras, propias y características de este descansadero que, manifiestan,  seguirá en un deplorable estado.

Este grupo califica el proyecto que ha llevado a cabo el Ayuntamiento de Rota, con un coste de 130.093,55 euros, de "despropósito y aberración" y que, en definitiva, según su apreciación, consiste en la realización de una ruta turística entre viñedos, que discurrirá, entre otros, por el descansadero de 'Pozos del Galgo', ya que lindando con el mismo y dentro del propio descansadero se encuentra la Viña Regodón'.

Ecologistas en Acción asegura que con esta actuación se ha destruido la principal función del descansadero, que no es otro que el uso ganadero, ya que las construcciones serán un obstáculo permanente para el tránsito del ganado y para otros usos complementarios y compatibles. Y, precisamente "el pozo y abrevadero, que dan nombre al descansadero, quedan en la misma deplorable situación".

A su juicio, insisten, lo que se ha conseguido es la pérdida permanente del descansadero, con un proyecto que no tiene ninguna relación con el espíritu y el significado de las vías pecuarias y que lejos de protegerlas, como se indican en las leyes y decretos de referencia, las destruyen y desvirtúan. Por eso, lamentan que el largo y continuado trabajo que han venido haciendo desde hace años para la recuperación de las vías pecuarias, involucrando a los colegios, a los ciudadanos y presentando denuncias ante la administracón competente para conseguir su protección, no solo no se haya reconocido nunca sino que ahora, entienden que se menosprecia y se tira por tierra.

Un poco de historia

El colectivo recuerda que durante 20 años se han dedicado a la repoblación de la zona y cuidado de cuatro espacios públicos en este descansadero y fruto de ello, son los tres bosquetes que existen  con una gran diversidad de especies autóctonas.

La finalidad de estas repoblaciones era la recuperación de las vías pecuarias y caminos municipales usurpados para destinarlos a uso público. Desde finales de los años 80, los ecologistas han estado pidiendo recurrentemente, tanto al IARA como al Ayuntamiento de Rota -a este último, además, la solicitud de una partida presupuestaria para la realización de estos trabajos-, el deslinde y amojonamiento de varias vías pecuarias. Consiguieron en 1991 que el IARA (Instituto Andaluz de Reforma Agraria)  acordara el inicio de labores de deslinde y amojonamiento en los Pozos del Galgo, y el grupo ecologista inició una campaña pública de reforestación de este espacio. Hay que recordar que las vías pecuarias son caminos rurales públicos destinados al tránsito de ganado y que el término municipal de Rota cuenta con más de 58 kilómetros, unas 267 hectáreas y son bienes de dominio público y que nunca pueden dejar de serlo. No obstante, pese a su carácter público las vías pecuarias adolecen de 2 problemas fundamentales: las ocupaciones ilegales por parte de los propietarios colindantes y la dejación por parte de las administraciones competentes, es decir, el Instituto Andaluz de Reforma Agraria -organismo autónomo de la Junta de Andalucía- hasta el 2010, año en que fue extinguido, asumiendo sus competencias la Consejería de Agricultura y posteriormente, en lo que respecta a las vías pecuarias, la Consejería de Medio Ambiente, así como los respectivos ayuntamientos que tienen la obligación de velar por sus territorios.

Todo ello llevó al grupo ecologista a elaborar un 'Proyecto de Recuperación de las Vías Pecuarias de Rota, amparándose en el Pacto Andaluz por la Naturaleza, aprobado por el Parlamento Andaluz y al cual se adhirió el Ayuntamiento de Rota.

Muchas labores se realizaron desde entonces para poder dar luz a este proyecto que se pretendía fuera comunitario. Y así, se contactó con colegios con la finalidad de hacer partícipes al alumnado de la riqueza forestal y los problemas que les afectan, así como con otros colectivos; se organizaron viajes, folletos explicativos, divulgación de vídeos y diapositivas, notas de prensa… Todo ello,  unido a las constantes peticiones de autorizaciones y materiales necesarios para llevarlo a cabo.

Durante las distintas actividades se explicaban las características de las especies a plantar, su riqueza y la problemática forestal y la importancia de las labores de repoblación. Las peticiones de deslinde, mientras tanto, se siguen solicitando dada la inactividad y el incumplimiento de lo acordado por las administraciones.

Ecologistas recuerda que no es hasta 1997 cuando desde la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía se reconoce las usurpaciones del Descansadero del Galgo, se aprueba su deslinde y las alegaciones presentadas por el grupo ecologista.

Animado por esta resolución, el colectivo presenta un nuevo programa de reforestación de la zona, incluyendo en él una guía de uso y señalización de las vías pecuarias, una marcha reivindicativa en bicicleta por estos espacios y un proyecto de creación de una vía verde, junto al grupo ecologista de Chipiona, que discurriría por los antiguos terrenos ferroviarios.

No obstante, las denuncias ante la Jefatura del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, la Consejería de Obras Públicas de la Junta de Andalucía y la Guardería Forestal de la A.M.A. de infracciones continúan debido a las reiteradas ocupaciones de terreno público e incluso la extracción de arenas por parte de la empresa encargada de las obras de mejora de la carretera Rota-Chipiona. Y, la peor quizás, señalan, tras el informe de la Consejería de Medio Ambiente, del 12 de septiembre del 2000, de la finalización de los trabajos de amojonamiento, es la aprobación de las solicitudes de ocupación para uso agrícola de las vías pecuarias que se habían conseguido deslindar y amojonar.

Es a finales del 2010 cuando el grupo ecologista da por finalizada las labores de reforestación del descansadero de los 'Pozos del Galgo', con algo más de 400 especies mediterráneas plantadas, no así las tareas de riego -unas veces con cubas de agua, otras con bomba de extracción o cubos, e incluso con vasijas- control y seguimiento que les llevó algunas jornadas más.

El grupo señala un gran esfuerzo, mantenido durante años, y toda una labor voluntaria y altruista ante la pérdida de los recursos hídricos, la pérdida de suelos fértiles, los problemas de inundaciones y la desaparición de espacios animales propios del territorio, y en pro de la defensa de los espacios públicos, la conservación de la biodiversidad, del valor paisajístico, forestal y medioambiental, la preservación de la flora y la fauna, la creación de pantallas verdes que aminoren la erosión y desertificación y permitan el tránsito de especies silvestres, así como la utilización de espacios verdes para usos recreativos saludables por parte de la población.

Ahora, creen que nada ha servido.