La lluvia que ha hecho acto de presencia esta tarde ha llevado a la junta gestora de la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario a tomar la triste decisión de no salir a procesionar en este 7 de octubre con la patrona.

Hasta prácticamente 15 minutos antes de la salida procesional, prevista para las 18.30 horas, no se dio a conocer la decisión tras barajar algunas opciones, pero anteponiendo siempre la protección de la imagen y las consecuencias de estar en la calle y tener que recoger un cortejo tan largo por las prisas del agua, se optó por la que consideraron más lógica.

Así que como indicaba el cura párroco de la iglesia de Nuestra Señora de la O y director espiritual de la Hermandad del Rosario además de presidente de la junta gestora, Santiago Gassín, la decisión era que no se celebrara la procesión que habría puesto el broche de oro a las fiestas patronales de la virgen del Rosario.

Con una capilla llena de fieles y de muchas de las personas que iban a participar en el cortejo, entre devotos, hermanos, representantes de hermandades, agrupaciones y asociaciones parroquiales, damas del Rosario, autoridades civiles y militares, acólitos y banda de música 'Maestro Enrique Galán', se procedía al rezo de una oración a la virgen en su festividad.

Nuestra Señora del Rosario lucía espléndida con nardos decorando su paso de plata vestida con la saya de tisú bordada en oro y enriquecida con el traje de luces del torero Paco Camino, manto de brocatel a realce verde y oro, tocado de encaje de punto de aguja y cuello de guipur, puñetas de encaje de bolillo de oro fino, toca de sobremanto bordada. Su vestidor, Abel Beltrán Salas, asistido por las camareras María Luisa Gómez Escudero, Manuela Beltrán Caro y Mercedes Ramos Granados se encargaron de este trabajo que se ha quedado sin lucir en la calle. La virgen además lucía la corona de oro de su coronación canónica y iba a estrenar en su salida procesional la restauración de la ráfaga en forma de ocho, tal y como fue labrada por el orfebre Seco Velasco en 1960. Por su parte, el Divino Infante estaba vestido con traje de tisú bordado en oro.

No ha podido ser este año y para recordar una fecha en la que Rota se haya visto sin ver a su patrona procesionar por las calles de la localidad, hay que remontarse bastante atrás, en el año 1982, así que como mínimo hace algo más de 30 años en los que el mal tiempo no había interferido nunca en esta cita. Pero esta vez, las inclemencias meteorológicas se han impuesto y como decía el párroco Santiago Gassín, aunque es una decisión complicada, hay que cuidar el patrimonio de la hermandad y la imagen de Nuestra Señora del Rosario.

Algunas damas, que vestían la tradicional mantilla española se emocionaban ante el momento y sentían la pena de no poder acompañar a la virgen en el cortejo como fin a un intenso fin de semana de actos lúdicos, institucionales y religiosos.

Miembros de la Corporación municipal acudían a la iglesia de la O para saludar a la hermandad una vez suspendida la procesión y se inmortalizaba el momento delante del paso que estaba listo para haber salido a la calle. Lo hicieron los concejales que hubieran procesionado bajo maza con la virgen como alcaldesa perpetua de la villa, representantes de la Policía Nacional, de la Policía Local, de la Guarda Civil, el grupo de capataces, las damas del Rosario y muchos fieles que aprovecharon la ocasión para llevarse un recuerdo del momento.

A las 19.30 horas  se ha iniciado el rezo de un rosario meditado y cantado en el interior de la parroquia de Nuestra Señora de la O, quedando las puertas de la iglesia abiertas hasta las 22.30 horas para que aquellos fieles que lo deseen puedan acudir a ver a la patrona en su festividad.

Como es lógico, por parte del Ayuntamiento de Rota se han suspendido los fuegos artificiales previstos para las 23.00 horas que iban a coincidir con la recogida de la virgen del Rosario.

Termina por tanto unas fiestas patronales que han generado críticas en lo que a algunos actos lúdicos se refiere quedando inconclusas sin Nuestra Señora del Rosario bendiciendo las calles de la villa. Tampoco ha podido lucirse la alfombra de sal que ayer muchos jóvenes y cofrades de distintas hermandades elaboraron con ilusión para este día.

La lluvia en este caso, ha entorpecido el desarrollo normal de un festivo como el 7 de octubre.