Enmarcado dentro del acto de elección y coronación de la dama mayor del Rosario, en la noche de este viernes, tenía lugar la XXV Exaltación de las Fiestas Patronales del Rosario, que este año, corría a cargo del roteño Manuel García Sánchez.

Con solo 22 años, algo de experiencia ya sobre el atril, pero sobre todo, presentado como un enamorado de su pueblo, de sus tradiciones, cultura y con gran arraigo cofrade, este joven era el elegido para añadir savia nueva a esta parte del acto. La XXV Exaltación de las Fiestas Patronales ha sido toda una oportunidad para que Manuel García expresara a corazón abierto lo que siente por su pueblo y el Rosario.

Apasionado del Carnaval y de la Semana Santa, como lo presentaba la delegada de Fiestas, Esther García, el exaltador subía con fuerza al escenario entonando con voz potente los versos y estrofas preparados desde hace semanas en su soledad para poder compartir con el público su pasión por el Rosario. Porque Rota en octubre es Rosario, decía el joven que fue encadenando durante algo más de media hora, alabanzas a la virgen, "patrona de nuestras almas", "capitana y soberana".

Manuel García, pese a su corta edad, ha vivido intensamente las fiestas de su pueblo, y en especial, las patronales. Su exaltación, dedicada a su madre, su abuela y su abuelo, dejaba claro que en él se conjugan juventud y tradición, defendiendo el arraigo de esta celebración en torno a la patrona a la que señaló como "la fiesta de mi gente".

Aunque echó la vista atrás recordando cómo los mayores que vivían en sus campos a las afueras volvían al municipio cada mes de octubre para estar con la virgen del Rosario en su festividad, Manuel García no dudó en centrarse en el presente dirigiéndose a las damas del Rosario y sus pajes como la estampa más clara de que la historia está más viva que nunca y convencido de que con la presencia de cada una de estas 22 jóvenes, se defiende las raíces de la mujer roteña. El exaltador aprovechó para poner a la mujer en el centro, especialmente, de su vida, y con ello, enlazar con la patrona a la que venera.

Con un lenguaje muy poético, cargado de fuerza en su entonación que no dejó indiferente a los presentes, el exaltador mostró orgullo por Rota, su gente, su fiesta y sus tradiciones. Una exaltación llena de símbolos roteños en esta "cara y cruz de la bahía" que defiende y ama como el paraíso en el que ha crecido feliz y enamorado.

Para Manuel García, las fiestas dedicadas al Rosario le llenan el alma de ilusión y alegría, especialmente, decía, disfrutando de muchas de las citas que son claves en la programación y que recuerda de pequeño como los cabezudos y cabalgata. Buscad al niño que lleváis dentro, animaba el exaltador a los roteños, para no perder la oportunidad de vivir con intensidad en esta "Rota camaleónica" que en octubre se apellida Rosario.

Su exaltación fue un canto al amor por su pueblo y su  patrona.