‘Those About to Die’. El Coliseo romano: Quisicosas varias
(Continuación) Gracias a su capacidad el magnífico recinto sirvió como escenario para diversos espectáculos públicos, incluyendo lucha de gladiadores y fieras, simulacros de batallas navales o representaciones teatrales, todo ello encaminado a satisfacer y mantener entretenido al pueblo.
El Coliseo Romano, cambio de nombre. Un edificio que ya le adelanté no llevó siempre el mismo nombre pues inicialmente se llamó por razones obvias Anfiteatro Flavio (Amphitheatrum Flavium), pero que con el tiempo devino en Coliseo sin que la causa esté clara del todo. Verá. La razón más plausible es que el nombre provenga de una gran estatua que había junto a él, llamada popularmente el Coloso (Colossus), un monumento dedicado al emperador Nerón que posteriormente sufrió diversas transformaciones llegando a desaparecer. En la actualidad solo se conserva la base pues la estatua lo más probable es que fuera reciclada para extraer el bronce, aleación de cobre (Cu) y estaño (Sn), de su composición.
El caso es que, a pesar de no existir ya la colosal estatua, Vespasiano siguió perdiendo reconocimiento popular a través de la autoría de su anfiteatro, que empezaba a ser más conocido como Colosseum por el coloso. Un nombre que en la Edad Media fue derivando hacia Coliseum que terminó por imponerse al de Amphitheatrum Flavium, probablemente por economía del lenguaje.
Una especie de desquite ahora neroniano y post mortem por lo de su lago en Domus Aurea, vamos lo que se dice una venganza en frío desde el más allá; en la actualidad con el término coliseo hacemos referencia a grandes construcciones destinadas al espectáculo, sean teatros, estadios o cualquier otro edificio de notable tamaño.
El Coliseo Romano, gratuidad y ‘panem et circenses’. Absolutamente todos los grandes eventos celebrados en el Coliseo eran gratuitos para el pueblo, siendo los emperadores quienes sufragaban los costes como una forma de ganar popularidad entre el pueblo, a la vez que la de ocultar determinados hechos no confesables y mantener el control social. Sí, mero y puro populismo hace veinte siglos que se completaba, en algunas ocasiones, con ofrecimientos gratis de comida barata a los asistentes. En lo que respecta a la romana expresión ‘panem et circenses’ su origen se encuentra en la Sátira X del poeta latino Juvenal (60-128) y gramaticalmente está formada por el acusativo singular de panis-is (“pan”) y el acusativo plural de circensis-e (“juegos del circo”). Una locución peyorativa aún en uso, que describe la práctica de un gobierno que para mantener tranquila a la población, ocultar hechos controvertidos o mantener el control social, provee a las masas de alimento y entretenimiento de baja calidad y con criterios asistencialistas ¿Le suena?
Nihil novum sub solem. En su contexto la frase “pan y espectáculos del circo” viene a ser como una última atención al pueblo romano, que hasta cierto punto había olvidado su derecho de nacimiento a involucrarse en la política. Con ella Juvenal muestra su desprecio por la decadencia de sus contemporáneos que en este aspecto arranca dos siglos atrás, cuando los políticos diseñaron un plan para ganarse el voto de la plebe basado en el clientelismo. Con la gratuidad, la comida básica y el entretenimiento se lograba una alienación del pueblo que lo despojaba de su espíritu crítico, al sentirse satisfecho por esa presunta generosidad de los gobernantes. Una estrategia que demostró ser una forma muy efectiva tanto de acceder como para permanecer en el poder y que ha llegado hasta nuestros días solo cambiando las formas, pero con idéntico fondo. Recordar que los intelectuales españoles de los siglos XIX y XX se quejaban de manera similar con el “pan y toros” o “pan y futbol”. Nihil novum sub solem.
El Coliseo Romano, un icono de Roma. Pues su importancia radicaba no solo en su magnificencia arquitectónica, una hazaña impresionante para la época, también en su papel cultural y social en la antigua Roma. El Coliseo era un centro de entretenimiento donde los ciudadanos romanos de todas las clases sociales se reunían, proporcionando una visión única de la vida cotidiana y las dinámicas sociales del Imperio. Destacar que en él los que estaban más cerca de la arena eran el Emperador, su familia y los senadores, y a medida que se ascendía se situaban los estratos más inferiores de la sociedad. Y como tal se usó durante casi cinco siglos, estando documentado que los últimos juegos de la historia se celebraron en el VI, bastante más tarde de la caída del Imperio de Occidente en 476. Durante su milenaria existencia ha sido dañado por tres incendios, cuatro terremotos, numerosos saqueos y no menos expolios, reutilizando sus materiales en construcciones posteriores que han afectado su estructura.
Buena parte de las curiosidades y quisicosas reales que le describo aparecen, más o menos, en la ficticia serie de referencia, donde también tienen presencia algún que otro mito relacionado con una supuesta frase o una determinada postura digital. (Continuará)
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FUENTE: Enroque de ciencia
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