Memorias políticas de un concejal (III)
Acaba aquí el primer capítulo de mis memorias políticas publicadas en el 2020. Espero seguir compartiendo los siguientes capítulos con los asiduos seguidores de esta columna semanal, compaginando mis habituales artículos de opinión con textos de mi obra.
MEMORIAS POLÍTICAS DE UN CONCEJAL (III)
"Ningún mar en calma hizo experto a un marinero"
Tras doce años ininterrumpidos de gobierno local del mismo color político, la tarea que se nos presentaba por delante era ardua. ¡Había tantas cosas que cambiar! ¡Existían tantos “vicios políticos” acumulados!
La gestión política local tiene más de trámite administrativo que de cometido político, en lo que se refiere a la dedicación temporal. Un alto porcentaje de la jornada laboral de un representante público local está supeditada a una labor meramente burócrata. Está claro que la ideología de cualquier equipo de gobierno tiene que verse reflejada en el quehacer diario, pero no es menos cierto que “la dictadura burocrática” entorpece y hace dedicar demasiado tiempo a asuntos funcionariales.
Poner en marcha las Bolsas de Trabajo resultó toda una odisea. Durante los mandatos de la derecha, las contrataciones, de aquellos puestos de trabajo que había que cubrir de manera temporal, se hacían por designación. Esto es, a dedo. No existía un criterio de selección. Esto había creado una especie de “clientelismo político” como he nombrado anteriormente. Acabar con esta práctica y que las personas contratadas lo fueran del modo más objetivo posible fue una de las apuestas del nuevo equipo de gobierno, y así fue recogido en el pacto de gobierno suscrito entre mi partido y el PSOE.
Fue algo complejo de poner en marcha.
Durante mucho tiempo el acceso a alcaldía estaba custodiado por un policía local para evitar posibles “acaloramientos” por parte de los que demandaban un puesto de trabajo. En los primeros años del mandato de los partidos políticos de la derecha roteña no resultaba demasiado engorroso “colocar” a aquellos demandantes. La mayor parte de la población estaba empleada en el sector de la construcción. Eran los años de lo que se conoció como el “boom inmobiliario”. Pero, a partir de los años 2008 y 2009 el número de desempleados de Rota casi se duplicó. Y esta tendencia continuó en el transcurso de los años siguientes.
Ante esta situación, el equipo de gobierno de la derecha roteña no podía atender a los numerosos y nuevos demandantes de empleo. Ello ocasionaba situaciones violentas en muchas ocasiones. Resultaba denigrante ver a ciudadanos de tu pueblo esperando a la puerta del Castillo de Luna para pedir un puesto de trabajo un día sí y otro también.
La ciudadanía se había acostumbrado a “suplicar” un puesto de trabajo del ayuntamiento y los que más alto gritaban terminaban por conseguirlo.
Por eso comentaba que fue complejo poner en marcha las bolsas de trabajo. Había que dar a todos una oportunidad en igualdad de condiciones. La medida era la más objetiva y, por tanto, la más justa, sobre todo si la comparábamos con lo acaecido anteriormente.
Desde el partido independiente Roteños Unidos se denunció ante el Servicio Andaluz de Empleo que en la baremación para el acceso a las bolsas de empleo puestas en marcha se tuviese en cuenta el hecho de estar empadronado en Rota. Valorábamos el empadronamiento para que el mayor número de vecinos de Rota pudiesen acceder a estas bolsas de empleo. Pero tuvimos que eliminar dicha baremación porque el Servicio Andaluz de Empleo le dio la razón a la denuncia efectuada por Roteños Unidos.
Tal denuncia, como es fácil deducir, estaba hecha no por cumplir con la legalidad laboral, no. La habían llevado a cabo para entorpecer el proceso selectivo de las bolsas de empleo. Algo que ellos, la derecha roteña, no pudo llevar a cabo de forma ordenada y que el nuevo equipo de gobierno sí logró.
Nuestra labor como concejales de Izquierda Unida dentro del equipo de Gobierno se notó desde un primer momento. Asuntos como denominar a Rota como "Ciudad Libre de Desahucios", supuso un trabajo impecable por parte de mi compañera Lourdes. Además de ser uno de los puntos recogidos en el pacto suscrito con el PSOE. No se trataba de aprobar una declaración de intenciones sino de tomar una serie de medidas para evitar el drama social y familiar que suponen los desahucios. En afrontar temas de ese tipo teníamos experiencia como posiblemente explicaré en algún momento dentro de estas rememoraciones.
Ya ven, yo que me opuse a formar parte del equipo de gobierno, reconozco lo importante que ha sido formar parte de él. Desde la oposición puedes reclamar, instar, proponer, sugerir... pero desde el gobierno puedes resolver.
Formando parte de mi Delegación asumí la competencia del proyecto de la Cocina Solidaria. Dicho Proyecto se inició en la Legislatura anterior. Llevaba cerca de tres años de funcionamiento. Pero descubrí que el número de usuarios formaba parte de una lista casi cerrada. Me di cuenta de que el número de ciudadanos que iban diariamente a recoger su comida a la Cocina Solidaria no variaba. Desde el primer momento empezaron a llegar solicitudes o recibía las quejas de vecinos en precaria situación que nunca se les había llamado para recoger la comida. La lista aumentó en poco tiempo. Se llegó a contabilizar hasta más de 120 usuarios. El número descendía en los meses del verano, tanto por el empleo que proporcionaba el propio Ayuntamiento a través de las Bolsas de exclusión social, como por la demanda de empleo propia del sector de la restauración.
Dado que la Cocina Solidaria contaba con un presupuesto cerrado anual, era complicado aumentar la asignación dependiendo del incremento de usuarios. Así que nos embarcamos en el objetivo de que la Cocina Solidaria fuese beneficiaria del Banco de Alimentos de Cádiz. Conseguimos dicha inscripción, llegando a ser el único Ayuntamiento de España que se acogía a dicha ayuda. Con ello salvamos el problema de los suministros a la hora de hacer frente al aumento de usuarios. Otro tema era el del voluntariado. La Cocina Solidaria contaba con una Jefa de Cocina y un Director. Todo el personal complementario lo formaba los voluntarios. Uno en especial merecía y merece todo el reconocimiento y agradecimiento que se le pueda dar. Juan no fallaba. Había periodos en que había voluntarios (casi siempre eran voluntarias), pero había también muchas ocasiones en que sólo contábamos con Juan para apoyar a la Jefa de Cocina.
He mencionado antes lo importante que es formar parte del Gobierno. Aportas soluciones a los problemas de la ciudadanía. Eso lo vivía constantemente en el Proyecto de la Cocina Solidaria.
También tengo que mencionar que, dentro de las facultades de la Delegación de Asociaciones, el encuentro con éstas era constante. Intentamos unir objetivos entre todas. Así, la puesta en marcha de Talleres dirigidos a temas que pudieran ser de interés para las asociaciones fue una constante durante toda la Legislatura.
También empezamos a celebrar el Día Mundial del Voluntario. Con ello pretendíamos implicar a las asociaciones a que eligiesen entre sus voluntarios a aquella persona que fuera merecedora de un reconocimiento público. El objetivo pretendido era que fuesen las asociaciones las verdaderas protagonistas del evento. Ellas seleccionaban, ellas dedicaban su discurso y ellas entregaban los reconocimientos. El distintivo en forma de placa formaba parte del presupuesto de la propia Delegación. Sólo en una ocasión "me salté" la norma que nosotros mismos habíamos impuesto. Fue el año en que reconocimos la labor de Juan Ramos como voluntario "fijo" de la Cocina Solidaria.
Cada vez que se cumplía un año de gobierno de coalición, nuestro grupo político organizaba un acto para dar cuenta a la ciudadanía, de una manera pública, de las actividades llevadas a cabo en las Delegaciones de nuestra competencia directa. Se trataba de un acto sencillo, sin grandes aspavientos, naturales, llenos de sentimientos... Lo llevábamos a cabo en el espacio exterior del edificio socio-cultural de la barriada El Molino. Aunque lo publicitábamos para que la ciudadanía acudiera, la verdad es que la asistencia era más bien escasa. La falta de "cultura participativa" era y sigue siendo latente. (Continuará)
ReveldeRota | Domingo, 29 de Septiembre de 2024 a las 12:01:37 horas
Artículo de unas memorias aburridas que solo le sirven para justificarse de que lo hacían todo bien cuando no era verdad . Por ejemplo vanagloriarse de que consiguieron a Rota como ciudad sin desahucios pero evita decir que aumento las okupaciones ilegales de viviendas de personas con el derecho no le quiten su vivienda unos indeseables.
Si Sr Franco si lo hubieras hecho bien aún os habrían votado más gente pero fue al revés .
Vives en tu mundo imaginario .
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