La memoria de los roteños expropiados por la llegada de la Base Naval tiene voz en el libro de Juan Montes
'Memoria y colonización' se presentó ayer con un lleno absoluto del 'Severiano Alonso'
Con un lleno absoluto en el auditorio 'Severiano Alonso' en el que literalmente, no se cabía, se presentó en la tarde noche de ayer, el libro 'Memoria y colonización. En el corazón de la subsistencia colonial' que Juan Manuel Montes Delgado ha dedicado a dar voz a los roteños que, en los años 50, cuando comenzó a construirse la Base Naval de Rota, fueron expulsados de sus tierras.
Es una parte de la historia que casi no ha tenido visibilidad, porque cuando se habla de la llegada de los americanos a Rota, solo se hace en términos de prosperidad, de lo que supuso el cambio para la economía local, la convivencia con la comunidad americana, los puestos de trabajo que se crearon, pero pocas veces, más bien nunca, se habla en público de que hubo unas 70 familias de Rota a las que la instalación militar les arruinó la vida.
Por eso, la delegada de Cultura, Encarna Niño, que acompañó al autor del libro en esta presentación, agradeció, como hicieron muchos ciudadanos, el trabajo de investigación que durante todo un año ha realizado Juan Manuel Montes, revisando documentación de cada una de las familias expropiadas y recogiendo sus testimonios. Su ardua tarea se ha completado con visitas a los destinos donde acabaron los roteños a los que quitaron sus tierras para charlar con ellos y poder trasladar luego a las páginas de su libro su vivencia y con ello, una parte fundamental para entender la coyuntura de aquellos años 50 de prosperidad para algunos y desgracias para otros.
El autor no podía estar ayer más que agradecido no solo por la alta asistencia, sino por toda la colaboración que ha encontrado para realizar esta publicación citando en su intervención a muchas de esas personas que les han prestado fotos, testimonios orales, documentos y en definitiva, han puesto voz a una importante parte de la historia de Rota que las nuevas generaciones deben conocer y las actuales reconocer con el valor que merecen.
'Memoria y colonización' cuenta cómo con mucho esfuerzo, pasando penurias, pero fuertes en el ánimo de sobrevivir a las calamidades, los roteños expropiados de sus tierras consiguieron tirar hacia adelante. De los 45 pagos que se expropiaron para que la Base Naval se construyera en las 2.700 hectáreas que ocupa del término municipal de Rota, los afectados tenían dos opciones, o buscarse un trabajo por su cuenta -algo que para algunos era muy complicado porque la mayoría eran analfabetos y solo sabían trabajar la tierra-, o aceptar la propuesta del Instituto Nacional de Colonización con la que el dictador Franco quería poblar zonas rurales vacías gracias al esfuerzo de colonos. Los de Rota fueron en su mayoría a Nueva Jarilla donde acabaron más de 60 familias, al Poblado de Doña Blanca donde llegaron unas 30, a la dehesa de El Bercial a la que fueron unas 16 familias, al Prado de los Potros, Pago de Atalaya, Pago de la Ballena, Guadalcacín, Estella del Marqués, etc. Algunos no pudieron soportar la estampa que encontraron: tierras yermas, estériles, barracones en los que vivir sin ventanas y unas condiciones mínimas de vida en unos terrenos llenos de cañas, lodo... Otros acabaron asumiendo con mucho trabajo que tocaba empezar de cero y con la pequeña parcela que el Estado les daba para arrancar y algunos animales iniciaron una nueva pero complicada vida hasta que poco a poco, pudieron empezar a prosperar. Hay que tener en cuenta que en los primeros años, de todo lo que producían, el 60% tenían que entregarlo al gobierno y solo se quedaban con el 40%, por lo que la situación no podía ser más injusta.
Este libro, 'Memoria y colonización. En el corazón de la subsistencia colonial' es un homenaje que Juan Montes hace a todos esos roteños a los que se les golpeó muy duro y de los que nunca se ha hablado ni tenido en cuenta. Fueron artífices de convertir campos improductivos en tierras con frutos y nunca se les ha reconocido lo suficiente, no solo a los roteños, que es el tema que centra este libro, sino en toda España, porque se estima que a mediados de los años 50, unas 50.000 familias se vieron en esta situación repartidas por todo el país.
Por eso, no era de extrañar que ayer, el auditorio 'Severiano Alonso' se quedara pequeño para el público asistente. Muchos fueron testigos directos de aquellos tiempos, otros eran niños cuando tuvieron que salir de los pagos roteños a unas nuevas tierras y algunos eran descendientes de aquellos hombres y mujeres que mostraron una fortaleza absoluta luchando contra la precariedad a la que se vieron obligados, expulsados de sus propiedades.
Para todos, era una gran satisfacción que este libro de Juan Montes viera la luz, aunque el autor, que lleva como colaborador desde los años 80 en medios de comunicación locales, especialmente en la televisión, ya venía recopilando material de estos mayetos expropiados sin saber que algún día le serviría para ilustrar este libro. De hecho, ayer se proyectó un vídeo con extractos de aquellas entrevistas para programas de la antigua televisión local de Rota que sirvieron para ilustrar aún mejor el sentir de esta publicación necesaria y que enganchó a todos los presentes escuchando de boca de los protagonistas cómo fueron aquellos años.
Juan Montes tomó conciencia por una casualidad en la que le pidieron ayuda para un trabajo de un alumno del centro de adultos 'Baifora', que esta era una historia que no podía quedar en el cajón privado de quienes padecieron la situación, así que empezó a buscar testigos de toda aquella barbarie cometida y nunca compensada lo suficiente a estas familias.
Como decía la delegada de Cultura, este libro es para aprender del pasado y poner en valor una historia ocultada.
En la presentación, que se alargó en hora y media, el autor dio las gracias a Juan Manuel Laynez por su trabajo de maquetación, a Miguel Liaño por la edición del vídeo, a Miguel Moyares por la presentación, a Fernando Ordiales por su ayuda, y a todas las personas que le echaron un cable, a las que ayer se podía ver emocionados y encantados de colaborar en esta difusión. De muchos fue hablando en el propio acto recordando aquellos tiempos de dureza que llegaron a emocionar al echar la vista atrás, un reconocimiento de Juan Montes en toda regla a los mayores, hacia los que siempre ha tenido especial predilección para conocer las raíces de Rota. De hecho, este roteño cuenta con un archivo de más de 1.000 entrevistas a personas de la localidad a través de las cuales, se puede componer una parte de la historia de la villa, que está dispuesto a ceder al Ayuntamiento para que nunca se pierda.
Como parte final y sabiendo de esta conexión entre Rota y poblados como Nueva Jarilla o Doña Blanca, Juan Manuel Montes pidió a la delegada de Cultura que desde el Ayuntamiento de Rota se trabajara por llevar a cabo actividades conjuntas que sigan impulsando el hermanamiento de estas tierras con la localidad, un guante que Encarna Niño recogió encantada sabiendo de la importancia de estos nexos de unión e indicando que el nuevo Base Fórum que se pondrá en marcha recogiendo la historia de la Base Naval de Rota y su influencia en el municipio, tiene una parte dedicada a estos roteños que fueron expulsados, como no podía ser de otra manera.
'Memoria y colonización' no es una publicación más, es una parte de la historia sobre la que es necesario poner el foco porque las nuevas generaciones deben conocer que tras la prosperidad que trajo la Base Naval de Rota, y que es obvio que fue mucha y marcó el devenir del pueblo, también hubo personas a las que sacrificaron. Juan Manuel Montes ha aportado su granito de arena, pero hay mucho más donde indagar.
Para : “oze7” | Domingo, 08 de Septiembre de 2024 a las 19:45:07 horas
Todos sabemos que es un libro,quien lo ha publicado y de qué trata.
Los comentarios rafirman un “modus vivendi” mu particular que cambió la economía, y la forma de ser de los roteños **** ta situación provocó viviendas muy caras,alquileres desorbitados y el precio de todo se disparó en Rota.Aquí durante éstos últimos 70 años han sobrevivido y sobreviven,aparte de los que se han agarrado a un trabajo para los norteamericanos,todos aquellos que alquilan o venden sus casas a precios que no son normales en absoluto.Muy pronto,antes de lo pensamos,los jóvenes roteños tendrán que irse a vivir a las poblaciones cercanas si quieren ser propietarios de un piso o una casa…la diferencia con Rota es abismal .Mientras tanto el alcalde de Rota ha apostado claramente,al contrario del resto de España,por favorecer los apartamentos turísticos desde el Casco Histórico hasta el último paraje natural que quedaba en Rota,Punta Candor.
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