Las aguas de Cádiz son aptas para el baño, pero aún deben mejorar
La temporada de verano en Cádiz está siendo buena este año, con excelentes cifras de ocupación hotelera y unas temperaturas idóneas para disfrutar del baño en sus aguas. Tendremos que esperar al final de la temporada para conocer hasta qué punto ha sido exitosa, pero los datos hasta el momento invitan al optimismo. Sin embargo, las organizaciones ecologistas siguen recelando de la calidad de las aguas en nuestra región.
Análisis de valoración realizados en las aguas costeras de la provincia ya alertaban hace años de la contaminación causada por los cruceros y los barcos mercantes que transitan cada vez más el estrecho de Gibraltar. Al tratarse de uno de los pasajes marítimos con más tráfico del mundo, el estrecho es una importante fuente de contaminación para las aguas del entorno, y Cádiz sufre sus principales consecuencias.
Sin preocupación entre los bañistas
Hasta ahora, las preocupaciones sobre la calidad del agua en Cádiz no están afectando negativamente al turismo en la región. Más bien al contrario, el sector parece estar recuperándose después de temporadas relativamente pobres tras la reapertura gradual del tráfico aéreo durante los años siguientes a la pandemia global. Este verano parece estar superando las expectativas, y son frecuentes las imágenes de playas llenas de turistas.
No obstante, si la calidad de las aguas empeora, el turismo en Cádiz puede recibir un golpe muy serio. Según la Diputación de Cádiz, el sector turístico constituye un 16,7% del PIB de la provincia, así que debemos cuidarlo todo lo que podamos para garantizar el crecimiento económico de la región. Si la calidad de nuestras aguas no es buena o aparecen noticias sobre derrames en la Bahía de Cádiz, el impacto económico puede ser considerable.
Los acuíferos también son parte del problema
Además del tráfico marítimo –que, sin duda, es el principal causante de la contaminación en nuestras aguas–, los vertidos tóxicos en los acuíferos de Cádiz también suponen un problema añadido. Estas aguas presentan contaminantes procedentes de diferentes industrias, desde extracciones mineras –autorizadas o no autorizadas– hasta fábricas o la propia construcción. Incluso los vertederos terminan contaminando estas aguas cuando están expuestos a la lluvia.
Y no solo eso. El tráfico rodado –sobre todo el tráfico pesado procedente del puerto de Cádiz–, emiten grandes cantidades de gases contaminantes a nuestra atmósfera. Muchos de estos gases terminan depositándose en el mar cuando entran en contacto con la lluvia. Como gran parte de las mercancías importadas o exportadas por España pasan por este puerto, el impacto de esta contaminación es cada vez más serio.
El turismo en sí mismo también es una fuente de contaminación
El turismo masivo es una fuente de contaminación para cualquier playa, y no solo para las playas gaditanas. Desde el uso de cremas solares con químicos no autorizados en la Unión Europea hasta el vertido de bebidas refrescantes o los cientos de toneladas de basura que quedan sobre la arena, más turismo equivale a más contaminación, por más que se adopten medidas de prevención y concienciación.
Las regulaciones de la Unión Europea en este aspecto parecen quedar muy lejos de la magnitud del problema. Medidas como fijar el tapón de las botellas de plástico a la propia botella son más conocidas por ser incómodas que por ser efectivas, así que definitivamente hay mucho que puede hacerse para reducir esta fuente de contaminación: también a nivel local, por ejemplo invirtiendo más en los servicios de limpieza.
La industria turística gaditana está a salvo por ahora
Pese a que las aguas de Cádiz sin duda podrían estar más limpias, lo cierto es que siguen siendo aptas para el baño, y no se han visto afectadas por ningún gran vertido en los últimos años. Otras regiones de España presentan más problemas en este aspecto, así que, a pesar de él gran tráfico marítimo que navega frente a nuestras costas, podremos seguir disfrutando de nuestras playas como hemos venido haciéndolo hasta ahora.
Sin embargo, no debemos dar las cosas por sentadas. Aunque la contaminación de las aguas de Cádiz continúa siendo relativamente menor, sigue siendo preocupante, y un único incidente marítimo puede causar un daño muy serio a nuestro sector turístico. Mayor regulaciones por parte de la UE, un control exhaustivo sobre nuestros acuíferos y una reducción de la contaminación turística son algunos de los pasos a seguir en los próximos años.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.40