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Sábado, 12 de Noviembre de 2011

Pedro Cardeñosa

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AMOR QUE CURA



 
  
  
 
Según un estudio reciente, llegar a casa y recibir el abrazo de la persona amada reduce la presión arterial que puede haber originado una jornada laboral estresante.

En una investigación de la Universidad de Toronto se hizo un seguimiento a 216 hombres y mujeres a lo largo de un año. Los participantes eran médicos, administrativos y personal de mantenimiento del Centro de Ciencias de la Salud de dicha universidad. Tenían entre 40 y 65 años y habían estado viviendo en pareja durante los últimos seis meses. Al comienzo del estudio, se midió la presión sanguínea de los participantes durante una jornada laboral. También se comprobó el nivel de estrés al que cada uno se enfrentaba y, a través de otra prueba, se evaluó la "cohesión marital" entre las diferentes parejas.
El estudio demostró que quienes tenían trabajos exigentes, pero también tenían una buena relación de pareja, disminuían su nivel de presión arterial. Aquellos con trabajos estresantes que no contaban con apoyo en casa, sufrieron un aumento de presión.

Otra investigación llevada a cabo por el University College de Londres afirma que el amor puede "cegarnos". Los circuitos neurológicos que normalmente están asociados al sentido crítico, están adormecidos cuando estamos enamorados. Eso explicaría por qué mucha gente parece no darse cuenta de las faltas de sus parejas. Según ese estudio, las personas enamoradas tenían niveles más reducidos de serotonina, de manera muy similar a personas con conductas compulsivas obsesivas.

La tradición popular ha confiado desde antiguo en los hechizos, embrujos etc. para ganarse los favores de la persona amada. Y tiene un sentido científico. La hormona oxitocina ayuda a forjar lazos permanentes entre los amantes tras la primera descarga de emoción. Actúa "cambiando las conexiones" de los miles de millones de circuitos cerebrales.
La oxitocina también afianza el vínculo entre una madre y su bebé, y se produce tanto durante un parto como durante un orgasmo. Lo que hace es funcionar como un "interruptor central" en el cerebro, que abre nuevos patrones de interacción entre las células nerviosas.
 
Pero ¿Por qué algunos cerebros no se enamoran? Porque quienes tienen menos receptores cerebrales de los que se necesitan para recibir la oxitocina pueden tener dificultades para establecer lazos permanentes con su pareja. Es decir, es una cuestión de estructura cerebral.
Sin embargo, mujeres y hombres reaccionan ante el amor de manera diferente. Las mujeres muestran más actividad en zonas del cerebro que son áreas relacionadas con la recompensa, la emoción y la atención. Los hombres, en cambio, desarrollan más actividad en las áreas de procesamiento visual, incluida una que está conectada con el estímulo sexual.

En Escocia, el profesor Gareth Leng de la Universidad de Edimburgo, que también estudia estos temas, afirma que estos estudios pueden conducir un día a la creación de nuevos tratamientos para las personas que tienen problemas de pareja. Sabemos que una gran proporción de la población adulta está descontenta con sus relaciones sexuales o de pareja.
En definitiva, todas estas reacciones químicas modifican nuestra conducta hasta el punto de que podemos decir que el amor, como terapia, nos convierte en seres muy especiales.



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  • Lucia

    Lucia | Martes, 15 de Noviembre de 2011 a las 14:15:33 horas

    De esas teórias vendrá el refrán "El amor es ciego"

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