La III Feria del Libro 'Almudena Grandes' que Rota ha celebrado del 24 a 27 de julio, en una fecha adelantada a la habitual, intentando encajar mejor en la agenda cultural de la localidad y de muchos autores que en agosto tienen algunos problemas para poder asistir, ha terminado con un buen balance en términos generales.

Aunque ha habido días y horas en los que la afluencia de público ha sido más floja, e incluso alguna presentación de autores no ha contado con el aforo esperado, el Ayuntamiento de Rota y las librerías colaboradoras tienen claro que es una actividad que se mantendrá en el tiempo y que poco a poco seguirá ganando adeptos.

Durante cuatro días, los roteños y visitantes han podido asistir a presentaciones de libros, charlas y firma de ejemplares en una feria que terminó con la presencia de las roteñas Pilar Ruiz y Cristina Rodríguez Rubio, junto al cocinero Enrique Sánchez en la caseta de firmas, y la participación de Raquel Díaz Reguera presentando su obra de corte infantil 'Julia y los mortimors'. El broche final fue especial, dedicado a la siempre recordada y querida en Rota, Almudena Grandes. De hecho, que esta propuesta cultural que es posible gracias a la labor también del escritor roteño José Antonio Lucero que ejerce de coordinador, lleve el nombre de la madrileña fallecida es toda una declaración de intenciones para que su figura siempre sea recordada en la villa que la hizo Hija Adoptiva.

La literatura, Almudena Grandes y Rota tienen un potente vínculo, especialmente, por el amor que la escritora siempre declaró al que consideró su segundo pueblo. Por eso, no era de extrañar que en esta tercera edición, el colofón a la programación de la Feria del Libro fuera una mesa redonda monográfica sobre ella  en la que intervinieron el poeta Luis García Montero, que presentó su poemario 'Almudena' (Tusquets), y  Ana Jarén y Aroa Moreno, autoras de la biografía editada sobre la escritora que pasaba sus veranos en Rota, 'Almudena: una biografía' (Lumen).

Con Ifigenia  Bueno como coordinadora de la mesa, los asistentes pudieron conocer el proceso de elaboración de una biografía ilustrada que es más que eso, como dicen sus autoras, es un libro hecho desde el amor y la admiración, que tiene mucho de Rota. De hecho, tanto  Aroa Moreno como escritora  así como  la ilustradora Ana Jarén, han pasado tiempo en la casa que Almudena Grandes compartían con Luis García Montero en Rota, conociendo su playa de Punta Candor, su casa, el espacio en el que escribía algunas de sus obras cuando estaba de descanso en la localidad y muchos rincones que eran inspiración para la autora.

Esta mesa redonda fue una nueva declaración de amor hacia la escritora que se fue demasiado pronto, reconociendo su habilidad en el oficio, en la creación de personajes que resultaban muy creíbles y conseguían el amor del lector y sobre todo, describiendo una época de la historia de España relacionada con la guerra y el franquismo. Luis García Montero daba las gracias a Rota y a muchos de los amigos que veía presentes entre el público por no "hartaros de nosotros", y seguir con la misma pasión cualquier cita en la que su mujer está presente permitiendo de este modo, que nunca se vaya del todo.

Cada uno de los ponentes aprovechó su intervención para contar su relación con Almudena Grandes, que en el caso de la ilustradora Ana Jarén, fue la única que no la conoció personalmente en vida, aunque sí su obra. Por eso, reconocía, ha sido más fácil pintar sus espacios, plasmar el significado de muchas de las fotos publicadas o facilitadas del álbum familiar, e intentar aportar a esta biografía ilustrada un plus, siempre con la responsabilidad de lo que se traía entre manos. Como decía Ifigenia Bueno, es un libro joya gracias a la calidad de las ilustraciones que acompañan al texto, ambas patas de un proyecto hecho desde la admiración y el cariño, quizás la idea principal de todo lo que se habló en esta mesa redonda donde también Luis García Montero aprovechó para hablar del poemario dedicado a su mujer, fallecida en noviembre de 2021.

Mucha emoción contenida para recordar a una "roteña nacida en Madrid" como el propio poeta manifestó dejando claro que cuando en 1994 vinieron a Rota a veranear por primera vez a una casa de la plaza Barroso, comenzó un idilio con este pueblo que será difícil de romper. Por eso, agradecido, Luis García Montero dio las gracias al Ayuntamiento de Rota, a la Feria del Libro, a José Antonio Lucero como coordinador, y a todas las personas que siguen recordándola cada día.

Almudena Grandes, esa mujer que se sentía más identificada con la España que vivió su abuela con la república que con la España franquista en la que se educó, será siempre eterna y esta biografía y el poemario de su marido son una forma más de mantenerla siempre viva y conocerla mejor.