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Carlos Roque Sánchez
Sábado, 20 de Julio de 2024

‘Paquiro’, ‘Frascuelo’ y Café de Chinitas. Tauromaquia (y 2)

[Img #229312](Continuación) Y sigo con la segunda parte de la verdad de la mentira, entre taurómaca y legendaria.

 

‘Paquiro’, ocaso y muerte del torero. Principio de la leyenda. Castigado por las cornadas y, por qué no decirlo su afición a la bebida, se empezó a retirar en 1847 ya con fama de leyenda de la Tauromaquia, aunque sus desafortunadas inversiones en el negocio del vino le obligaron a volver con frecuencia a los ruedos. En 1848 torea en la Maestranza de Sevilla con anteojos pues su visión ya no era buena, se dice que era miope y de ahí su deficiencia con el estoque a la hora de matar. Hasta donde llego ‘Paquiro’ es el primer torero que lidia con gafas, y a esas alturas de su vida ya no estaba ni mucho menos en las mejores condiciones físicas para hacerlo recibiendo en 1850 una cornada en una pierna del toro “Rumbón” en el coso madrileño. Una cogida que no solo lo aleja definitivamente de los ruedos, sino que le ocasiona una larga y dolorosa convalecencia de la que no se recuperará falleciendo el 4 de abril de 1851 a causa de unas fiebres tercianas malignas (paludismo o malaria). Por cierto, está enterrado en el cementerio de San Juan Bautista de Chiclana de la Frontera (Cádiz) pero no lo busquen porque el panteón donde yace no lleva su apellido sino el del segundo marido de su mujer, picador de toros para más señas, el panteón de los Puerto. ‘Se torea como se es’. Juan Belmonte.

 

Salvador Sánchez Povedano, ‘Frascuelo’ (1842-1898). En la misma línea que con el torero chiclanero y romántico, haremos lo propio con el churrianero, que empezó trabajando en el ferrocarril y como colocador de papel pintado antes de iniciarse como torero con el apodo de ‘El empapelador’ ¿por qué no? Al menos fue así hasta que adoptó el de su hermano también torero, Paco ‘Frascuelo’, se convirtió en una de las grandes figuras de la tauromaquia de finales del siglo XIX y fue uno de los artífices de la “primera revolución del toreo” junto con Lagartijo’ y ‘Guerrita’. Mantuvo, en lo mejor de su carrera (1868-1889), una rivalidad profesional con Rafael Molina ‘Lagartijo’ quizás comparable a la que antes mantuvieron Pedro Romero y Costillares’, y después Joselito’ y Belmonte. Duelos en la cumbre taurómaca. Tras recibir varias cornadas de gravedad, se retiró en 1890 fijando su residencia en una finca de Torrelodones donde dicen que la infanta Isabel “La Chata”, con quien la unía una gran amistad, le visitaba cada vez que pasaba en tren por los alrededores, sencillamente ordenaba pararlo. Una pincelada más sobre el torero, en 1925 el crítico taurino Maximiliano Clavo ‘Corinto y Oro’, recuperó y publicó en la revista Mundo Gráfico un decálogo taurino, Los diez mandamientos del toreo, atribuido a ‘Frascuelo’ y escrito con un lenguaje coloquial, supuestamente cuando el torero ya estaba retirado. A saber.

 

Café de Chinitas (1857-1937). También conocido como café El Chinitas o café Chinitas, según unos por su decoración con chinitas‚ pequeños cantos rodados de río, y según otros porque en él actuaba un artista dramático llamado “Chinitas”, en realidad parece ser que empezó como un teatro de espectáculos denominado Salón Royal cambiando después a Salón-teatro Chinitas. Un pequeño local -con un reducido escenario, un piano debajo, seis palcos a los lados a modo de reservado para el público más preferente y el centro ocupado por mesas y sillas- que en sus ochenta años (1857-1937) de existencia conoció de casi todo pues fue teatrillo, burdel, tablao flamenco y por supuesto vivió algún que otro cierre gubernativo. Y es que no faltaban en él los escándalos públicos y las trifulcas navajeras, lo que no fue óbice para que llegara a ser el café-teatro más popular de España y todo un emblema de la historia musical de Málaga. En él actuaron grandes nombres del flamenco, la zarzuela, el teatro o la magia: guitarristas, cantaores, bailaores, actores, cantantes, magos y en general artistas varios, pero, sobre todo, destacaron los flamencos; el malacitano Café de Chinitas fue una cátedra del flamenco durante unos lustros y como artistas actuaron en su escenario: los míticos Juan Breva y Antonio Chacón, rivales en el cante por malagueñas; La Parrala; Estrellita Castro; Pastora y Tomás Pavón; Manolo Caracol; Pepe Marchena; La Niña de los Peines o Juanito Valderrama, que quizás le suenen. Y como público los disfrutaron Federico García Lorca, La Argentinita, Salvador Dalí, Vicente Aleixandre o Pablo Picasso entre otros, lo mejor de cada casa. Y hasta aquí la verdad de la mentira. ‘Se torea a compás, como se baila y se canta, a compás, pero también como se vive, o ha de vivirse, a compás’, Rafael de Paula. (Continuará)

 

CONTACTO: [email protected] 

FUENTE: Enroque de ciencia

 

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