En este país nuestro con un mínimo de tres personas se puede constituir un partido político. Para inscribirlo como tal sólo se necesita rellenar una solicitud por cualquiera de los fundadores del mismo.

Debido a que en las elecciones al Parlamento Europeo la circunscripción es única, es decir cuentan todos los votos emitidos en cualquier punto de la geografía, estas se convierten en las más favorables para que afloren y se presenten a las mismas todo tipo de partidos políticos. En España se presentaron treinta y cuatro a las últimas elecciones europeas. Y como la Ley no obliga a presentar un programa electoral determinado para que los partidos concurran a las elecciones, ello facilita la motivación a presentarse.

Una de esas 34 opciones, ha llamado la atención por haber conseguido tres europarlamentarios. Se trata de SALF (Se Acabó la Fiesta).

Pero no es la primera vez en este país nuestro que un partido político de reciente creación consigue escaños en unas elecciones europeas. En 1989, la denominada “Agrupación Ruiz-Mateos” fue la sexta fuerza más votada y consiguió dos eurodiputados. Hay que decir que el partido de José María Ruiz-Mateos se presentaba con un programa electoral de centro derecha y un discurso populista en contra del gobierno socialista presidido entonces por Felipe González.

En las pasadas elecciones del 9 de junio, la agrupación de electores “Se Acabó la Fiesta”, como he dicho anteriormente, consiguió tres escaños. Luís Pérez Fernández, fundador de ese partido político, creo que se inspiró en sus propias vivencias para sugerir el nombre con que bautizó a su agrupación. Este individuo no ha pegado golpe en su vida. Es decir, su trayectoria vital es pura fiesta. Dicen que a las personas se les conoce, entres otras cosas, por las amistades que frecuentan. Ya se pueden hacer una idea de la condición del sujeto que tiene entre sus amigos al caradura del pequeño Nicolás.

Encuentro cierto paralelismo entre los resultados obtenidos por la agrupación de electores de Ruiz-Mateos y el obtenido por SALF, pero con mayor mérito en el número de votos que obtuvo el primero (608.000 votos) que en los que ha obtenido “el laborioso y sudado” Luis Pérez (800.000 votos) por dos razones principales. La primera es que el empresario jerezano no contaba con la difusión que proporciona las redes sociales hoy en día. La segunda es que, al menos, se habían puesto a redactar un programa electoral, aunque es probable que fuese copiado.

Las coincidencias entre ambos es que la obtención del acta de eurodiputado permite el aforamiento ante el Tribunal Supremo sobre causas judiciales. Tenía causas pendientes con la Justicia José María Ruiz-Mateos y las tiene el sevillano.

La “Agrupación Ruiz- Mateos” desapareció del listado de partidos políticos. Es probable que SALF también lo haga.

En Política se comenta sobre lo pernicioso que resulta para los intereses de un partido tener una persona considerada gafe en sus filas. El tal Pérez Fernández fue militante, primero de UPyD (partido desaparecido) y después de CIUDADANOS (va por los mismos derroteros que el anterior), así que su currículo no da un buen presagio.