El grupo La Plazoleta - Ecologistas en Acción de Rota ha vuelto a mostrar este año su desacuerdo con la playa para perros en la zona de Peginas y Tarayuelas. No es que estén en contra de que se acote parte del litoral para que los dueños disfruten con sus mascotas en verano, sino del sitio elegido por considerar que afecta directamente al hábitat del chorlitejo patinegro y su espacio de reproducción.

Según este colectivo, que está plenamente concienciado con la protección de este ave limícola, el kilómetro de playa que se acotará como playa canina al igual que el año pasado, se encuentra entre dos poblaciones de chorlitejos patinegros donde se reproducen, descansa, campean y se alimentan estos animales.

Además, los ecologistas achacan cierta permisividad del Ayuntamiento de Rota y escasa vigilancia policial asegurando que aunque la playa canina es solo de un kilómetro, los dueños de perros utilizan hasta 4 kilómetros para bajar con sus animales. Esta situación, según Ecologistas en Acción, está provocando que, al igual que el año pasado ya se detectó una bajada importante en la reproducción del chorlitejo, este año, antes de acondicionarse la citada playa canina, ya haya perros sueltos y por tanto, "una ausencia importante de chorlitejos nidificando".

Desde este grupo recuerdan que esta ave está incluida en el Anexo I de la Directiva Aves y que, por ello precisa de medidas especiales de conservación, como dice el artículo 4 de la Directiva: "Las especies mencionadas en el anexo I serán objeto de medidas de conservación especiales en cuanto a su hábitat, con el fin de asegurar su supervivencia y su reproducción en su área de distribución". Por otro lado, la Ley 8/2003, de 28 de octubre, de la Flora y Silvestre indica en su artículo 7. Régimen general de protección apartado 2,  a) “Queda prohibido dar muerte, capturar en vivo, dañar, perseguir, molestar o inquietar intencionadamente a los animales silvestres sea cual fuere el método empleado, en particular durante el periodo de reproducción, crianza, hibernación y migración, recolectar sus larvas o crías, alterar o destruir su hábitat, así como sus lugares de reproducción y descanso. Y b), destruir, dañar o quitar de forma intencionada nidos o sus huevos frazaderos y zonas de desove, así como la recogida de huevos, aun estando vacíos”

Además, aparece considerado como “De interés especial” en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, el estado de conservación según categorías UICN-2000 en el Libro Rojo de los Vertebrados Amenazados de Andalucía se encuentra "En peligro de extinción” (EN), y recientemente catalogado como en “Peligro de extinción” en el Libro Rojo de las Aves de España, además en la Ley de Flora y Fauna de Andalucía como “vulnerable”.

Denuncian poco interés del Ayuntamiento y la Junta por proteger al chorlitejo

Al hilo de este mismo posicionamiento sobre la playa canina por considerar que  Peginas no es el mejor espacio para ello, Ecologistas en Acción de Rota califica de "lamentable" que la delegación de Playas no lo consultara con esta asociación, conociendo la labor de protección de esta especie que viene llevando a cabo desde hace más de cuatro años y habiendo mantenido diversas reuniones para informar de sus actividades y acciones sobre el tema. De igual forma, lamentan que no se tomen medidas compensatorias para minimizar el impacto de esta playa canina en estas aves, cuando se les ha enviado "datos precisos e informes sobre la evolución reproductora de esta especie protegida durante al menos los últimos cuatro años, donde se puede apreciar la progresiva disminución de la presencia de puestas y nidadas año tras año".

Para los ecologistas, resulta "totalmente desalentador" no encontrar respaldo de ninguna de las administraciones responsables del cuidado del medio ambiente, las especies y su hábitat, asegurando que en una reunión mantenida por miembros de este colectivo  de las diversas localidades donde se llevan a cabo las campañas de protección del chorlitejo patinegro, el delegado territorial de Sostenibilidad, Medioambiente y Economía Azul de Cádiz, Óscar Curtido,  y personal técnico "no se apreció ninguna sensibilidad e interés por la defensa de esta pequeña ave tan vulnerable e indefensa, la cual solo cuenta con el apoyo de un pequeño grupo de voluntariado y con un futuro de supervivencia muy escaso dadas todas las circunstancias adversas a las que tiene que enfrentarse".

Este colectivo lamenta que no se aprecie el valor de esta especias ni el trabajo que realizan los ecologistas, indicando que es necesario que se considere el ecosistema como un conjunto de partes interrelacionadas  biológica, física y químicamente, donde cada una de ellas cumple una función esencial y que la desaparición de cualquiera supone un desajuste en la totalidad del mismo.