Inclusión, diversidad, barreras arquitectónicas, inaccesibilidad… todos estos son conceptos que comprenden muy bien quienes lo sufren de primera mano, pero que quedan muy ocultos entre los que, aparentemente, tienen todas sus capacidades funcionales, motoras e intelectuales cubiertas.

Reconociendo la diversidad en la sociedad

Por ello, muchas organizaciones y fundaciones ponen el foco en esos colectivos que a menudo están infrarrepresentados en la sociedad. Basta acudir a cualquier calle de España en una gran ciudad. El espacio urbano está entregado casi por completo al coche y las dificultades para las personas con problemas de movilidad se multiplican: aceras estrechas, coches invadiendo el espacio de los peatones, terrazas de bar en el lugar por donde deben transitar las personas a pie, ausencia de rampas o rebajes en las calles, etc.

Afortunadamente, y aunque aún queda mucho que hacer, desde las administraciones públicas trabajan cada vez más en corregir esos actos de desigualdad e injusticia. El siguiente paso que hay que dar, y que ya lo dan muchas empresas, es la aplicación de medidas correctoras en pos de la diversidad e inclusión en el ámbito empresarial y los eventos corporativos.

¿Cómo se puede hacer eso? Pues hay muchas fórmulas, pero una de las más interesantes es la que propone Tent Trading, https://www.tenttrading.com/es/, con el diseño de carpas y eventos para la industrias. Esta empresa, que trabaja con ingenieros y diseñadores de amplia trayectoria profesional, ha profundizado en los últimos años en estos escenarios, para ofrecer soluciones inclusivas para toda la población.

Pensar en la inclusión y la diversidad desde el inicio

Es la única fórmula válida. Si las necesidades formativas, de movilidad o de inclusión de todas las personas que participan en esos actos no están cubiertas, los eventos acabarán resultando poco respetuosos y fracasados.

Esta consideración de la diversidad obliga a incluir entre los organizadores a un equipo diverso que tenga presente todas esas perspectivas y necesidades. A partir de ahí se podrán diseñar espacios al alcance de cualquier persona, sea cual sea su diversidad (de movilidad, funcional o sensorial).

Esta inclusión también incluye a gustos y necesidades familiares. Pensemos por ejemplo en las bodas o en congresos y ferias de empresa. Cada vez está más extendida en el sector de la restauración la idea de que hay que cubrir intolerancias, restricciones alimenticias o simplemente decisiones particulares para comer o no según qué alimentos.

Otro apartado importante en la diversidad es la accesibilidad, pero no la funcional o la de movilidad, sino conseguir que el evento sea atractivo para todo tipo de públicos. Así, en función de los objetivos a cubrir se deberán preparar exposiciones más técnicas u otras con un corte más integrador, en el que cualquier asistente se sienta cómodo con lo que oye.

Todas estas recomendaciones también las aporta la firma especializada 4foreverything, que habla de la importancia del compromiso social para ganar en visibilidad y reputación de marca.

Experiencias prácticas en eventos inclusivos

Del diseño y la planificación, que es una fase inicial en la organización de eventos, hay que pasar a la realidad. En este sentido, muchas empresas harían bien en reflexionar sobre sus políticas de contratación: ¿tienen empleados con diversidad funcional en su empresa? ¿Corrigen problemas de barreras arquitectónicas en sus instalaciones? ¿Los mensajes y campañas de marketing que se lanzan son integradores?

Responder a estas preguntas es ya una forma de llevar a la práctica los planes teóricos anteriores. Otra fórmula, y ya pensando en eventos corporativos, es incluir medidas como la señalización accesible y clara para todos los públicos, sin importar sus deficiencias visuales o auditivas.

A esta se puede sumar la participación de voluntarios o empleados capacitados en temas de inclusión. En realidad no es más que ponerse en la piel de quien más sufre esa inaccesibilidad. Si en la empresa no hay personas con problemas de movilidad, quizás nadie piense que es necesaria una rampa de acceso. Con los eventos sucede algo similar.

En resumen, la diversidad y la inclusión es algo en lo que hay que trabajar continuamente: talleres de diversidad y representatividad, espacios de networking inclusivos, cuotas positivas para personas con más dificultades, diversidad en la participación de ponentes y conferenciantes y… sobre todo, mantener siempre la retroalimentación y la evaluación constante, para que ninguna persona si sienta excluida o no representada.