Cuando entre los meses de julio y agosto de 2022 los propietarios de las viviendas del edificio 'Son Saura' de Rota, situado en el entorno del parque 'Laguna del Moral', recogieron las llaves de su nueva propiedad, poco podían imaginar estos vecinos que casi dos años después, seguirían en sus casas con luz de obra provisional. Una situación anómala que les impide tener un suministro eléctrico normal y que les afecta en el día a día, pero sobre todo, que les preocupa porque no ven la solución a corto plazo.

La situación se remonta, según explican los vecinos a este medio, al inicio de la construcción de esta urbanización que en principio estaba planteada por un conjunto de 25 viviendas, por lo que se instalaron dos acometidas para la luz en la zona, pero posteriormente, pasaron a ser 32 y por tanto, se hubiera necesitado una  tercera acometida que no existe y es la que reclama Endesa para poder dar luz definitiva.  Los afectados explican que habría que haber hecho unas modificaciones y que es más, ellos no se opusieron en su día incluso a costearla en un principio para dar celeridad a la solución del problema "porque lo que queremos es tener luz", aunque luego, como entendían que era una responsabilidad de la junta de compensación, se le reclamara a esta.

Los vecinos se quejan de una total falta de información sobre la situación que viven y aseguran que entre Ayuntamiento de Rota, la promotora y Endesa se pasan la pelota pero la realidad, es que siguen  desde hace casi dos años conectados a una casetilla de luz de obra en la que incluso han llegado a estar conectadas dos urbanizaciones, esta de 'Son Saura' y la de 'Nereida' justo al lado. Lo que no entienden es por qué la promoción posterior de viviendas tiene su instalación de suministro de luz en regla y ellos siguen empantanados con el problema. 

Durante este periodo, en el que estuvieron las dos urbanizaciones conectadas, tuvieron numerosas incidencias con cortes de electricidad que les perjudicaban en el día a día, "se quemaban los diferenciales cada dos o tres días", manifiesta uno de los afectados. Hoy, las interrupciones son menores, pero siguen afectando de manera directa ya que por ejemplo, no han podido hacer uso nunca del ascensor dado que la empresa encargada de ponerlo en marcha y su mantenimiento, se niega a ponerlo en servicio por una cuestión de seguridad. También es curioso que desde entonces, las 32 viviendas comparten un único recibo de luz, el que se genera de la luz de obra provisional, ya que no pueden tener su contrato individual con Endesa, por lo tanto, de esa única factura que se genera mes a mes, con los costes adicionales que tiene pagar luz de obra en vez de luz de uso doméstico, es el  gestor de la finca el que hace un reparto del gasto en función de unos criterios que es injusto. Es difícil saber de esta forma, quién ha consumido más o menos, ya que algunas de estas 32 viviendas son usadas como segunda residencia, otros viven todo el año y no todas las unidades familiares están compuestas por el mismo número de miembros o hace un mismo uso de electricidad.

Lo que reclaman por tanto, es una solución que suponen que está en manos de Endesa únicamente pero donde también responsabilizan a la promotora de las viviendas, que les aseguró que era una situación que se solucionaría en breve. De igual forma  hacen alusión al Ayuntamiento de Rota que concedió la cédula de primera ocupación a los propietarios para que pudieran ocupar sus viviendas, bajo una declaración responsable, asegurando el Consistorio a este medio que su parte de responsabilidad está resuelta en este asunto. Aún así el alcalde de Rota, Javier Ruiz,  se ha reunido  con los presidentes para explícales la situación.

Los vecinos de 'Son Saura' reclaman saber en qué situación se encuentra la solución del problema y sobre todo, exigen tener luz, pudiendo cada propietario contratar el suministro de forma individual y más importante aún, pagar por lo que realmente consumen. Además, aquellos que viven en los áticos o cuarta planta sobre todo, notan no tener en servicio el ascensor impidiendo que familiares de avanzada edad como sus padres, puedan acudir a su vivienda por la barrera que les supone subir tantas escaleras. Tampoco funciona el sistema de aerotermia con el que cuentan las viviendas y los electrodomésticos han sufrido numerosas averías.

En definitiva, los vecinos se sienten desamparados, necesitan que alguien les explique más allá de la información básica que le trasladaron en su día, cuáles son las gestiones que se están haciendo pero sobre todo, necesitan tener en orden sus contratos de electricidad y no estar sometidos a una luz de obra provisional, con precios altos y un reparto en el pago que no deja satisfecho a nadie.

Han decidido hacer pública su situación porque están desesperados y necesitan que alguien tome cartas en el asunto.