La roteña Elena Rubio, parte de una expedición de investigadores del CSIC en la Antártida
La roteña Elena Rubio López partió el pasado mes de febrero a Isla Decepción, archipiélago de las islas Shetland del Sur, frente al continente antártico, formando parte de la expedición de 18 investigadores de toda España que se ha trasladado a este punto del planeta bajo el paraguas del Proyecto Dichoso. Un proyecto liderado por el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN), perteneciente al CSIC, en el que participan otros centros de investigación como la Universidad de Cádiz, de Granada, de Cantabria, el Instituto Español de Oceanografía de Tenerife, el Instituto de Ciencias Marinas de Barcelona y el Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo.
Se trata de un equipo interdisciplinar compuesto por licenciados en Ciencias del Mar, Ciencias Ambientales, químicos, físicos, biólogos y geólogos. La roteña, licenciada en Ciencias del Mar por la Universidad de Cádiz, soñaba desde que empezó a estudiar con estar en la Antártida, y este proyecto le ha permitido vivir una experiencia que considera única en lo personal y lo profesional.
Tras varias semanas de intenso trabajo, con jornadas maratonianas que empezaban a primera hora del día y terminaban bien entrada la noche, Elena Rubio ha vuelto con la sensación de que la vida le ha hecho el regalo de cumplir un sueño unido a la satisfacción de haber participado en una investigación con mucho trasfondo en el cambio climático. No hay que olvidar que la Antártida y los mares que la rodean son un importante regulador del clima a nivel global, siendo la zona que más CO2 absorbe y por tanto, sirviendo en muchas ocasiones de referente para medir parámetros climáticos. Lo que pasa en la Antártida tiene reflejo en el resto del planeta porque es un importante regulador del clima a nivel global, por eso, es importante conocerla.
El Proyecto Dichoso, centrado en la Isla Decepción y en el que ha participado Elena, consta de dos fases tal y como cuenta la investigadora roteña a Rotaaldia.com. La primera de ellas, se lleva a cabo en la Base Antártica Española 'Gabriel de Castilla', gestionada por el Ejército de Tierra, y la segunda fase, se realiza a bordo del BIO Hespérides, buque de la Armada Española. En ambos casos, indica Elena Rubio, las Fuerzas Armadas desarrollan una importante labor de apoyo a la ciencia e investigación española.
En el caso de la colaboradora I+D+I, responsable del laboratorio de Química Marina del departamento de Ecología y Gestión Costera del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN), su contribución al proyecto ha tenido un carácter técnico, participando en la recogida de muestras en el mar que en ocasiones se analizan de inmediato en los laboratorios de los que están dotados la Base Antártica Española y el buque 'Hespérides', y en otras serán posteriormente analizadas en los laboratorios del centro de investigación en España. De los resultados obtenidos saldrán conclusiones que permitirán avanzar en el conocimiento del funcionamiento de las masas de agua de la isla y postular escenarios futuros, así como conocer de qué manera la condición volcánica de esta isla afecta a su entorno. Y es que la Isla Decepción es un volcán activo, lo que la convierte en un verdadero laboratorio al aire libre en el que los investigadores, como relata Elena Rubio, trabajan duro, levantándose muy temprano para comenzar con los muestreos. Estos implican a veces subir en zodiacs desde donde toman la muestra necesaria, otras obliga a recorrer la isla a pie para tomar muestras de sedimento, lagunas y neveros, y algunas, se llevan a cabo desde el buque utilizando las rosetas que recogen agua a distintas profundidades.
La experiencia es inolvidable y agotadora, porque muchos días, el equipo acaba la jornada bien entrada la noche pero, como en el caso de esta roteña, "la ilusión y la responsabilidad de estar aquí nos hace renovar las energías y comenzar otro día más". A la Antártida se ha ido a aprovechar al máximo el tiempo para trabajar pero esas jornadas no dejan de ser a la vez un aprendizaje continuo cuando entre muestreo y reuniones de planificación del trabajo, se puede aprovechar las horas de comida para charlar con compañeros de otros proyectos y la dotación militar. La experiencia es, por tanto, enriquecedora por todos lados.
Acabada la expedición apenas hace unos días, -el pasado 22 de marzo-, Elena Rubio tiene la satisfacción personal de haber conocido a muchos profesionales que la han sorprendido por su fortaleza, espíritu aventurero y humanidad, incluyendo no solo a científicos y técnicos, sino al personal de las Fuerzas Armadas que son un apoyo esencial para poder realizar ciencia antártica. Por otro lado, esta roteña, tiene el honor de haber participado en uno de los proyectos más ambiciosos del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN) y gracias a ella, Rota (representada en un cartel que la propia Elena colocó) está presente en la Antártida.
REVENGE | Miércoles, 03 de Abril de 2024 a las 13:59:48 horas
Elena, llévame contigo al fin del mundo.
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