Aprender y enseñar
Pedagogías tradicional y moderna. Mi experiencia en el campo educativo, sea como estudiante aprendiendo o como docente enseñando y aprendiendo, ha transcurrido en el marco de dos modelos o corrientes pedagógicas que se suelen contrastar e, incluso, algunos presuntos exégetas de la cosa ésta, considerar excluyentes e incompatibles. Una es la antañona pedagogía tradicional, la clásica, basada, supuestamente, solo en la memorización, ya sabe, muy en la línea del refranero “La letra con sangre entra” utilizada desde siempre para denotar la necesidad del trabajo y el estudio para aprender o avanzar en algo; una expresión que ya utilizara nuestro ‘Príncipe de los Ingenios’ en la que está considerada como la primera novela moderna y una de las mejores obras de la literatura universal, El Quijote. Otra es la moderna pedagogía progresivista, suspectamente constructivista y progresista, según la cual el proceso de enseñanza/aprendizaje, lejos de estar basado en la memorización, se ha de sustentar en estas tres capacidades o competencias, a saber: criticidad, creatividad y comunicabilidad, sí las tres empiezan por la letra “c” y acaban en “idad”. Cosas de la modernidad lingüística.
Una nueva pedagogía en la que el profesor, más que dirigir se encarga sólo de conducir las propias inquietudes de los alumnos; una forma de trabajar en el aula con proyectos grupales o individuales, de los que tendrán preferencia aquellos cuyas temáticas hayan sido elegidas por el propio alumnado que, ni decir tiene, será también el agente activo en la búsqueda de la información necesaria. Lejos quedan por tanto programaciones, currículos, libros de texto, horas de estudio y exámenes, resumiendo: menos énfasis en el aprendizaje de los contenidos y más en los métodos de trabajo; eso es lo que, según ellos, pide la enseñanza del siglo XXI, la pedagogía moderna. Sin entrar en más profundidades, le confieso que hay una cuestión a nivel de superficie que siempre me ha chirriado en dicho planteamiento pedagógico. (Nunca he permitido que la escuela entorpeciese mi educación) Mark Twain.
Competencias y memoria ¿Se puede tener pensamiento crítico, presentado a veces como un pensamiento superior a otro pensamiento, sin haber adquirido previamente un mínimo de saberes? ¿Es posible ser creativo, tan frecuente e inapropiadamente empleado, sin un aprendizaje anterior? ¿Se tiene capacidad para comunicar una materia sin conocerla previamente? En mi prescindible opinión es un triple no. Las respuestas son negativas y la circunstancia de tener conocimientos es la mejor de las bases sin duda alguna, para poder ejercer cualquiera de estas tres habilidades tan valoradas en la actualidad. Digo prescindible porque en este aprender a aprender, aprender a enseñar, enseñar a aprender y enseñar a enseñar se me ha ido más de medio siglo de mi vida, y no es que piense que haya estado mal empleado el tiempo, ni muchísimo menos, es que creo que no lo he hecho bien, ni lo de aprender ni lo de enseñar. En fin, aviso a navegantes ¿Cómo se puede criticar, crear y comunicar, ya de la que va, en el campo de la física, sin haberla aprendido antes y bien? Sencillamente no se puede. (Educar es enseñar a pensar. Y no se consigue haciendo del aula un lugar divertido, sino convirtiendo el aprendizaje en una experiencia interesante y relevante), en la pizarra de cierta clase de Física.
Memoria y Neurobiología ¿Qué dice al respecto una ciencia como la neurobiología, dedicada al estudio de las células del sistema nervioso, a caballo entre la biología y la neurociencia? Por lo que tengo leído, para adquirir un nuevo conocimiento, las personas debemos realizar una actividad que deje “huellas” en el cerebro, lo que llamamos aprender que incluye estudio, ejercicios y repasos. La neurobiología enfatiza la importancia de los conocimientos previos para reaccionar de manera adecuada y pensar de manera eficaz ante los nuevos datos que nos llegan de nuestro entorno inmediato. En otras palabras, para interpretar la información que nos llega de nuestro entorno inmediato, necesitamos datos aprendidos con anterioridad.
Es probable que en este sentido le suenen expresiones como “memoria a largo plazo”, relacionada con algo aprendido o ‘instalado’ en el cerebro y “memoria a corto plazo”, encargada de los datos que nos llegan de nuestro entorno inmediato. Sin poder profundizar más en esta dirección, ni que recordarle tengo mi falta de formación al respecto, le expongo a cambio un argumentario más de andar por casa; una especie de modelos mucho más elemental y empírico, pero que como contrapartida se encuentra a mi alcance intelectual. (No existe una nueva educación a través de las nuevas tecnologías. No. Sólo hay que motivar el aprendizaje significativo, el análisis crítico y el pensamiento creativo día a día) Visto otro día en la misma pizarra de la clase de Física. (Continuará)
CONTACTO: [email protected]
FUENTE: Enroque de ciencia
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.111