Se han escrito ríos de tinta sobre la ley de amnistía que prepara el Gobierno.

La Constitución prohíbe los indultos generales y precisamente esto y no otra cosa, es lo que se les ha prometido a nuestros amigos del “pan tumaca” a cambio de sus siete votos.

Justo antes de las elecciones la amnistía era claramente inconstitucional, incluso para el PSOE, pero se ha hecho de la necesidad virtud y por arte de birlibirloque ya encuentra perfecto encaje en nuestra carta magna.
Para reunir los votos necesarios, partiendo de que había quedado lejillos de la mayoría, ha tenido que hacer virguerías. Es verdad que Sumar es un partido que defiende a los okupas, Bildu a la kale borroka y Junts a Tsunami democratic, pero ¿qué más da? Nuestro Sánchez se ha investido Presidente y tenemos que estar contentos de este gobierno progresista.

Ahora le han pedido que pase por taquilla por las siete monedas de plata.

Resulta que la amnistía no es para cuatro profesores con gafas de pasta y chaquetas con coderas que pusieron unas urnas y unos lacitos amarillos. Parece ser, si las imágenes no están trucadas, que hubo estragos, incendios, atentados a los policías, interrumpieron el Ave y también el aeropuerto del Prat.
Todo se puede perdonar por la convivencia, ¡pelillos a la mar!

Pero es que cuando se sigue ahondando en el asunto, es que se gastaron unos cuantos millones de euros públicos en el referéndum ilegal. Y claro, esto es malversación de caudales públicos. Delito de corrupción que Europa ha dicho que no se pueden perdonar.

¡La leche! ¿Y ahora qué hacemos? Algo se nos ocurrirá. Mientras tanto repitamos la matraca: “Con tal de que no gobierne la derecha y la ultraderecha”.

Y ahí no acaba la cosa, porque resulta acreditado que hay unos cuantos individuos de Tsunami mandados por Puigdemont que preparaban explosivos! ¡Hombre, pero eso cómo va a ser terrorismo! Si acaso una trifulca de bar, poco más.

Como colofón, Puigdemont y sus colegas parece ser que conspiraron con los rusos para balcanizar España y debilitar la Unión Europea. Se parece a un delito de traición, no es por nada.

Pero Sánchez es terco y qué más da un par de ilegalidades más, si se consigue el bien mayor de bailar “dirty dancing” en las noches de plenilunio en la Moncloa con sus piruetas y equilibrios.

Sería deseable que el Tribunal Constitucional pusiera coto a este engendro que es la ley de amnistía, pero no podemos ignorar que Pedro ha colocado allí a sus adláteres y les pedirá que lean la Constitución al revés si hace falta. Tengo mis dudas de que Europa vaya a tragar con los delitos de malversación, terrorismo y traición, pero todo puede pasar por no crear un terremoto institucional. Seguro que algunos jueces y fiscales darán la batalla, pero aguantarán lo que puedan, la capacidad de arrasar el sistema de este PSOE es mortal.
Cuando se silencie el ruido de la amnistía, iremos a los referenda.

Este es nuestro gobierno progresista. Ocupándose de los problemas reales de la gente.

¿Saben ustedes que pasó con los damnificados del volcán de la Palma?
¿Conocen cómo se está gestionando la inmigración desde África?
¿Hay alguna medida para que el agua sobrante del norte alivie la sequía del sur?
¿Le han dado ya los datos de cuantas personas murieron de Covid en España?
¿O cuantos meses tardan en desalojar a un okupa en España?

Si usted se hace estas preguntas, es que usted está en la fachosfera y no sabe apreciar el verdadero progreso.