Con motivo del Día Mundial de los Humedales, que se conmemora el 2 de febrero, La Plazoleta - Ecologistas en Acción no quiere dejar pasar la oportunidad de reivindicar la importancia de conservar estos ecosistemas globalmente amenazados.

Desde el año 1997, este grupo viene realizando alguna actividad relacionada y recuerda que Rota no es ajena a tener humedales y aunque algunos han desaparecido, como la Laguna del Moral o la Laguna de Punta Candor, se han creado otros artificiales como las Lagunas de Costa Ballena, la  Laguna Comunidad de Regantes El Poder o la Laguna Comunidad de Regantes El Bercial, entre otras; y existen aún algunos naturales como la Laguna del Juncal, la Laguna de Las Asomadas, la Laguna de Las Marismas, la Laguna de Las Marismas interior Base Naval de Rota, etc.

Para seguir poniéndolos en valor, Ecologistas ha organizado una visita a tres lagunas temporales de cara al próximo 4 de febrero.  Se partirá a las 9.00 horas desde el aparcamiento del cementerio municipal y a una distancia de 13 kilómetros en recorrido circular, se podrá visita la Laguna del Juncal, la Laguna de Las Asomadas y la Laguna de Las Marismas (todas temporales y sin agua en la actualidad).

Los ecologistas recuerdan que los humedales son el ecosistema más amenazado de la Tierra y de especial importancia ya que contribuyen a la biodiversidad, la mitigación y adaptación a la emergencia climática, el bienestar humano y la disponibilidad de agua dulce, entre otras. Sin embargo, más del 80% de los humedales del mundo han desaparecido desde el año 1700. Esta tendencia se ha acelerado en las últimas décadas ya que el 35% de esta reducción se ha producido desde 1970.

En los últimos años, el conflicto en torno a Doñana, el Mar Menor o las Tablas de Daimiel han constituido la punta del iceberg de la nefasta situación a la que se enfrentan las zonas húmedas de nuestro país. En España, gran parte de la superficie húmeda original ha desaparecido. Las zonas húmedas han sido consideradas históricamente como lugares “insalubres y necesitados de saneamiento” y esto ha favorecido la desecación sistemática y la transformación de usos del suelo.

Actualmente, indican desde Ecologistas en Acción, las principales presiones que causan la pérdida y degradación de humedales vienen de la mano de la agricultura y ganadería industrial, que generan en el territorio cambios en los usos del suelo, extracción excesiva de agua, contaminación… Además del excesivo desarrollo urbanístico, de infraestructuras e industria.

Este año, coincidiendo con la inminente aprobación del Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza, los ecologistas creen  imprescindible reivindicar la urgente y necesaria restauración ecológica de los humedales de nuestro país.

Naciones Unidas tiene declarado que los humedales son ecosistemas en los que el agua es el principal factor que controla el entorno y la vida vegetal y animal asociada al mismo. Representan uno de los ecosistemas más valiosos de la Tierra, indispensables para los seres humanos y la naturaleza por los beneficios y servicios que proporcionan; aún cubriendo solo el 6% de la superficie terrestre, son el hábitat del 40% de todas las especies de plantas y animales. Más de 1.000 millones de personas (una octava parte de la población terrestre) que viven en zonas rurales y urbanas de todo el mundo dependen de los humedales como medio de subsistencia.

El día 2 de febrero es el Día Mundial de los Humedales, fecha en que se firma en 1971 el Convenio sobre los Humedales, a orillas del Mar Caspio, en la ciudad iraní de Ramsar; uno de los principales logros fue la creación de la lista de humedales de importancia internacional, que está compuesta por 2.435 humedales de 171 países con una superficie de 254.685.425 hectáreas.

El Estado español se adhirió al convenio el 4 de septiembre de 1982, y hasta enero de 2022 había incorporado a esta lista 76 zonas húmedas con una superficie de 313.083 hectáreas entre las que destacan parques nacionales como Doñana y Tablas de Daimiel y lagunas como Villafófila, y Gallocanta.

No obstante, para Ecologistas en Acción resulta evidente la grave situación en que se encuentran la mayoría de humedales, los cuales durante siglos han sido considerados como eriales y zonas insalubres, por lo que fueron objeto de continuos planes de desecación.

Concretamente en las últimas décadas han desaparecido el 60% de las zonas húmedas del territorio español, debido a desecaciones y ocupaciones producidas por la actividad agrícola, la extracción de aguas fluviales y subterráneas, los vertidos de aguas contaminadas y residuos, y la construcción de infraestructuras de transporte y urbanizaciones en sus márgenes.

Otra grave amenaza es la mala regulación hídrica, ya que casi un 10% de los humedales dependen de acuíferos sobreexplotados. La falta de protección favorece el actual proceso de degradación de la mayoría de estas zonas húmedas y la consiguiente extinción de especies.

    
Recientemente ha sido aprobado el Plan Estratégico de Humedales a 2030. En este se reconoce la aciaga situación de gran parte de las zonas húmedas y se establecen las líneas de acción para “evitar, detener y revertir la pérdida y degradación de humedales en España” de aquí a 2030. No obstante, a día de hoy, aún no se ha avanzado en su desarrollo, incumpliendo algunos de los compromisos temporales para el año 2023.

Desde Ecologistas en Acción consideran imprescindible y urgente elaborar un Listado Nacional de Zonas Húmedas Susceptibles de Recuperación y priorización de en el futuro Plan Nacional de Restauración; exigir la actualización y conclusión inmediata del Inventario Nacional de Zonas Húmedas, ya que tan solo nueve Comunidades Autónomas han proporcionado sus datos al Inventario Español de Zonas Húmedas (IEZH), transcurridos 19 años desde la instauración de dicho inventario en España.

Piden además, la derogación inmediata del artículo 111.6 de la Ley de Aguas que aún contempla la posibilidad por parte de los organismos de cuenca de promover la desecación de humedales declarados insalubres o cuyo saneamiento se considere necesario por razones de interés público; que  urgentemente se lleve a cabo deslindes en los humedales alterados por la intervención humana, con el fin de cumplir con la identificación del dominio público hidráulico según lo establecido en el Texto Refundido de la Ley de Aguas; y que se establezcan programas ambiciosos de reducción de los impactos provenientes de la agricultura y ganadería intensiva en las zonas de influencia de los humedales con el objeto de evitar su contaminación y la necesidad de su restauración.