De toda la vida en el periodismo ha existido una sección de miscelánea: Temas menores tipo el árbol de Navidad más alto, el aumento de precio del besugo o un ternero que nace con cara de conejo.

En un periódico serio o una cadena de televisión que se precie el tiempo dedicado a miscelánea debe ser mínimo.

Saco este asunto a colación para censurar la pésima prensa nacional que tenemos y en especial la de televisión.
Hemos asistido estas navidades a horas de periodismo en horario de máxima audiencia dedicado a cómo ha subido el precio del percebe, qué pueblo tiene más lucecitas, los paisanos catetos con cava barato celebrando que le ha tocado la lotería a un chaval que conocen de su pueblo o el discurso tontorrón de las campanadas adobado con otro vestido hortera de la presentadora. Lastimoso.

En los ratos libres, ejercen el ombliguismo periodístico y sacan los datos de audiencia para explicar que son la cadena más exitosa. Oiga usted, el periodista o el medio nunca es la noticia. Para estos periodistas de saldo interesa las noticias de pacotilla y los shares tan buenos que han obtenido.

No me puedo creer que sean tan malos y supongo que habrá instrucciones de sus jefes de no meterle el dedo en el ojo a los gobernantes para seguir recibiendo ayudas y subvenciones.

Me viene a la memoria el debate electoral entre Sánchez y Feijóo en el que dos periodistas de relumbrón fueron incapaces de moderar a un señor presidente que no paraba de interrumpir, no dejaba hablar a nadie y se comportaba como un vecino macarra de una comunidad de vecinos. Ana Pastor y Vicente Vallés. Penosos.
Me da mucha envidia la prensa americana que hace preguntas molestas, que incomodan al poderoso que no les permiten que conteste otra cosa que no tiene nada que ver. Esto aquí no lo veremos en el corto plazo.
He presenciado con estupor como se le ha preguntado a Patxi López hace pocos días acerca de que siempre habían presumido de no pactar con Bildu y como explicaba lo del ayuntamiento de Pamplona y simplemente no dice nada. No contesta. Kafkiano.

Mientras nadie te ve, el gobierno cuela un decreto ómnibus a final de año. Decreto en el que de rondón ya otorgan cientos de millones de euros para Cataluña en obras públicas y pingües cesiones a los vascos.

Pero no hay un periodista que pregunte si van a dedicar el mismo dinero a Extremadura donde los tractores van más rápido que los trenes. No hay un periodista que pregunte si van a dedicar el mismo dinero en Andalucía en obras hidráulicas tras tres años de la sequía.

Mientras nadie te ve tenemos un gobierno que pacta con delincuentes confesos y condenados y que ya no se diferencia gran cosa de sus socios, pero para que vamos a preguntar sobre los delitos y sus penas, para qué si los percebes están por las nubes, el gordo ha caído en Cercedilla y en Benidorm hace un tiempo muy agradable incluso para ir en chanclas por la playa.