Ironía ortográfica grafitera
‘Por fabor, avrir lla la vivlioteka. Es urjente’. Es el texto que apareció a mediados de abril del pasado año de 2022 -sí, viene a esta mi Opinión con algo de retraso-, en la fachada de la biblioteca madrileña ‘Manuel Alvar’ ubicada en la calle Azcona del madrileño barrio de Salamanca, o sea que marchando una de humor, arte y ciencia de la mano. Humor, por lo que de burla fina y disimulada tiene el texto. Arte, por estar el grafiti considerado una forma de expresión artística callejera. Y ciencia, pues la ortografía es el conjunto de normas que regulan la escritura de una lengua, acepción que hoy nos trae aquí aunque dicho término, desde el campo de la geometría, también es una disciplina que se ocupa de la delineación del alzado de un edificio u otro objeto.
Se hizo con la intención de realizar obras en ella de manera urgente lo que está bien, lo malo es que, apenas empezaron, quedaron en el olvido tras el confinamiento, y lo peor es que siguen así cuatro años después. Y eso que se trata de un edificio histórico protegido que está en un estado de aparente abandono y dejación, sin contar con las molestias que su prolongado cierre está ocasionando a estudiantes y vecinos de la zona. No hay duda alguna acerca de la importancia del papel que juegan las bibliotecas en la educación así que, en mi prescindible opinión, se trata de una petición argumentada, al margen del método empleado para llevarla a cabo. Y aquí está el debate. Aunque los grafitis desde siempre han sido una forma de activismo ciudadano, ¿cómo los ve usted?: puro vandalismo callejero o expresión artística urbana, un acto ilegal o un arte (¿quizás el décimo?) con cierta influencia social ¿Piensa que la muestra que le traigo hoy resultará efectiva?, ironía ortográfica grafitera frente a incompetencia institucional educativa ¿Conoce de otros “marabillosos” grafitis, intencionados o no?, recuerde el tópico literario del siglo XIX, ‘La pluma es más poderosa que la espada’, en realidad una metonimia.
‘La pluma es más poderosa que la espada’. Acuñada por el autor inglés Edward Bulwer-Lytton, de la figura retórica de pensamiento solo apuntar que es una muestra de cómo se puede hacer más daño con un escrito bien concebido y dirigido contra un punto débil del adversario, que con una estocada. Una referencia a la primacía de los recursos literarios sobre los violentos o de la inteligencia sobre la fuerza, si me apura, algo parecido a lo que apunta el popular refrán castellano, ‘Más vale maña que fuerza’. Y del madrileño e irónico grafiti ‘Por fabor, avrir lla la vivlioteka. Es urjente’, una pintada cargada intencionadamente de faltas de ortografía y toda una patada al diccionario de la RAE, lo que resulta ser más que evidente: se trata de una prueba del poder reivindicativo del grafiti, precisamente por su deleznable ortografía, lejos de otros usos relacionados con el vandalismo u otros actos ilegales. Un activismo callejero que todo apunta a que no es único.
Deleznable ortografía grafitera. Seguro que no le sorprendo si le recuerdo algo de lo que seguro se ha percatado cuando camina por su localidad: la gran cantidad de grafitis que ensucian las fachadas, si son dibujos por su escaso valor artístico y si son textos por las palabras escritas, unas sin mucho sentido y otras con faltas de ortografía. Pues bien, sepa que desde hace ya casi una década, existen grupos de ciudadanos que están empeñados en corregir la ortografía de los grafitis, y lo mejor es que existen expertos en el campo de la Lingüística que lo aplauden al verlo original, interesante y valioso. Eso sí, siempre que la actividad esté destinada a abrir una discusión sobre la ortografía y no a burlarse de los que escriben mal. En su opinión, cuando vemos una palabra mal escrita muchas veces (y más si es de paso en la calle) su frecuencia nos hace dudar, lo que no es bueno porque, ni es cierto que las faltas de ortografía sean exclusivas de una ausencia de educación, ni que solo tengan problemas de ortografía aquellos que no leen. Dos hipótesis falsas de toda falsedad.
Existe cierto consenso a la hora de admitir que la tecnología en la comunicación no ha afectado negativamente a la escritura, sencillamente ha hecho más visible, y por tanto más notorio, el problema ortográfico. Ahora se escribe bastante más que antes, piense que no hace mucho para comunicarnos con un amigo hablábamos por teléfono y la ortografía “no se veía”, hoy por el contrario mandamos mensajes por WhatsApp y ahí sí se ve, lo mismo que ocurre en los grafitis y razón de que estos grupos de ciudadanos se hayan empeñado en corregir su mala ortografía. (Continuará).
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FUENTE: Enroque de ciencia
Hermano Lobo | Domingo, 26 de Noviembre de 2023 a las 11:18:12 horas
Vaya por delante que estoy en contra de los grafitis, mejor dicho, estoy en contra de los grafitis sin sentido, estúpidos, que ensucian las paredes; en Rota tenemos ejemplos.
He visto, en grandes paredones, en los sitios justos, verdaderas obras de arte. Muchos de ellos viajando en el tren.
Quiero referir, que hace muchos años, en un paredón de las ruinas de una vieja fábrica de Valencia, uno de ellos me levantó una carcajada: "Esta vida es una barca, Calderón de la Mierda"
Bueno, insisto en mi primera frase.
Saludos
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