Pese al tiempo desapacible con el que amaneció el día de ayer y que podría haber deslucido la adoración eucarística que se había organizado en la playa anoche, la cita fue todo un éxito de participación.

Muchos devotos, fieles, creyentes y ciudadanos en general se acercaron a la playa de la Costilla, a la altura de antiguo balneario (actuales apartamentos "La Baílla") para participar en esta iniciativa que por primera vez se ha celebrado en Rota.

Adorar al Santísimo, presente en la Santa Custodia, con cánticos, oraciones, confesiones y un clima de recogimiento total, fueron claves de esta adoración que contó con la presencia de muchos roteños pero también de visitantes que en estos días pasan sus vacaciones en Rota.

Con el lema "Has venido a mi orilla", el reflejo de la luna que iluminaba la playa a oscuras, pequeños focos que daban algo de luz y una barca de madera convertida en un digno altar para acoger a la Santa Custodia, cedida por las monjas de Belén de La Cartuja, se iniciaba esta adoración eucarística. La cita estaba organizada por la parroquia de Nuestra Señora del Mar y la comunidad parroquial familiar "Stella Maris", promovida por la Diócesis de Asidonia-Jerez, Delegación Diocesana de apostolado seglar de Asidonia-Jerez, y la colaboración del Ayuntamiento de Rota.

Grupos cristianos, movimientos juveniles, asociaciones parroquiales, hermandades y cofradías, además de representantes de varias parroquias de Rota y de las cercanías, participaron de este momento de culto y recogimiento, de oración ante la presencia de Jesús en la Custodia.

Flanqueada por faroles y varios sacerdotes, entre los que se encontraba el párroco del Mar, Jorge Raúl Cadavid Flórez, que se encargó de presidir la adoración, la Santa Custodia salía sobre las diez de la noche de los apartamentos "La Baílla" en pleno paseo marítimo de la Costilla, para dirigirse a la arena seca de la playa donde se encontraba la barca hecha altar y una cruz iluminada.

Los rezos y la música fueron protagonistas de esta cita gracias a los grupos cristianos compuestos en su mayoría por jóvenes, que se encargaron de entonar muchas melodías que envolvieron a esta adoración eucarística en un ambiente especial.  Destacado recuerdo hubo para las personas que han fallecido en el mar a quienes se recordó con las peticiones y oraciones.

Pese a la cantidad de gente congregada en la playa e inmediaciones del paseo marítimo, el recogimiento, la educación y el respeto al acto que se celebraba fue notable, por lo que la organización ha concluido muy satisfecha esta primera adoración eucarística en la playa que ha tenido mucho trabajo detrás pero que ha dejado un buen sabor de boca a los cristianos y creyentes que participaron en este momento de fe y convivencia.

Aunque la adoración eucarística tuvo lugar durante un par de horas hasta la medianoche, durante todo el día por la playa y el paseo marítimo se pudo ver a jóvenes que animaban a la asistencia creando un ambiente previo de comunidad muy destacado.