Apasionado de la música y la pintura, como lo ha definido esta noche su hijo Francisco José Letrán Camacho, con una fe sólida y un convencimiento total de que la familia es lo primero, se presentaba Antonio Letrán Márquez como XVII pregonero de Nuestra Señora del Carmen. Un pregón que ha sido la antesala de los días grandes que se vivirán la próxima semana con el triduo dedicado a la patrona de los marineros y las salidas procesionales tanto marítima como terrestre que tiene preparada la Hermandad del Carmen para las tardes del 15 y 16 de julio. Y es que en Rota, como ha indicado el pregonero, este mes veraniego tiene nombre de mujer, de Carmen, por encima de las muchas advocaciones en las que se presenta la virgen, Ella sobresale por encima de todas.

De esta forma, y con una clara intención de dejar sobre el papel y entre las paredes de la iglesia de Nuestra Señora de la O que es un católico fervoroso de la virgen,  el pregonero ha dado las gracias por la oportunidad de poder expresarse ante ella. Una imagen que data del siglo XVII y que en esta tarde de viernes presidía el altar mayor de la parroquia mayor, engalanada para los días que vienen. 

Para Antonio Letrán Márquez, la Reina de los Mares sobresale por encima de todas, y aunque es hermano desde hace años de la Hermandad de la Veracruz, devoción que ha trasladado a hijos y nietos, Nuestra Señora del Carmen forma parte de su vida, de sus sentimientos cristianos y de una manera de vivir la fe que no hace mucho, ha podido comprobar de manera aún más cercana.

Este roteño, que hoy presentaba su hijo Curro como ejemplo y faro en el que mirarse, ha vivido no hace mucho un episodio de salud grave en el que durante las noches de desconsuelo, se ha encontrado con la virgen. Antonio Letrán, que no ha tirado de rimas, ni de ritmos pomposos, sino más bien, de prosa y un tono neutro, ha compartido con los asistentes al pregón, entre los que estaban autoridades civiles, militares y miembros de otras hermandades, su particular vivencia en el hospital en el que estuvo hace unos meses ingresado a la espera de una grave operación.

Ser pregonero del Carmen este año ha sido algo que no esperaba pero que a su vez, entiende como una intersección de la virgen porque a ella se agarró cuando su futuro era incierto.

En noches de hospital en las que los pensamientos se le agolpaban y no podía pensar con claridad, de hecho, ha reconocido que casi ni rezar de forma fluida, fue pensar en la Reina de los Mares la que acabó dándole la paz interior y la tranquilidad que necesitaba hasta que todo ha vuelto a la normalidad. Fue en esos momentos donde entendió que "si ponemos a la virgen cerca, ella nos acompañará y nos ayudará, porque una madre consuela". Así lo vivió y así lo ha querido compartir en su pregón en el que ha incluido algunas referencias históricas y religiosas, destacando además, el papel de la virgen para llegar a la salvación. La mujer como centro  y camino para llegar a Dios, decía.

Antonio Letrán ha recreado las palabras del capataz que guía a su cuadrilla para sacar a la virgen, ha recordado el nombre de muchos marineros antiguos de Rota, el duro trabajo de faenar en la mar y la fe de los pescadores en la Reina de los Mares. El pregonero ha echado la vista atrás hasta llegar a su infancia, viéndose en el garapé del muelle mirando a lo lejos los pesqueros de Rota que volvían a casa. Se ha sentido reconfortado en aquella estampa y ha recordado el respeto que se le tiene a la virgen cuando cada 16 de julio sale a la calle y al mar.

Recreando las órdenes de un capataz volviendo a capilla para poner el punto y final al procesionar de Nuestra Señora del Carmen ha terminado el pregonero su pregón, que apenas ha durado 30 minutos, y en el que ha dejado claro julio tiene su nombre. El pregonero ha estado acompañado por la banda de música de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y por los miembros del orfeón "Virgen de la Escalera", al que pertenece y que le ha arropado interpretando la salve marinera con la que ha querido poner el broche final al XVII Pregón del Carmen en Rota.