Cuando este artículo vea la luz estaremos a punto de ejercer el derecho democrático de ir a votar. He preferido dejar los temas políticos aparcados. “Más que ná” para que los asiduos seguidores/comentaristas de mis artículos no me tachen de partidista. Aunque mi voto ya se  sabe que es justito del color del tomatito de pera, de ese que es el mejor para elaborar nuestro arranque.  

Al leer, hace ya algunos días, la noticia del encuentro del Presidente del Gobierno con el de los EEUU, Joe Biden, me surgió el asunto de esta semana.

¡Qué diferente las imágenes de los encuentros entre los mandamases de este país nuestro con los de los Estados Unidos de  Norteamérica en las últimas décadas! No hay más que echar la vista atrás unos años.
Inolvidable resulta aquella estampa del entonces Presidente del Gobierno español, José María Aznar, con el mandatario estadounidense, George W. Bush. Ha quedado para la posteridad la foto fija de los pies de ambos encima de la mesa.

Al parecer, Aznar se ganó el privilegio de usar la mesa como descansillo de sus pies por parte del norteamericano ante el apoyo de nuestro gobierno a la invasión de Irak por parte de los EEUU con motivo de desactivar las armas de destrucción masiva que se suponía existían en el país iraquí.  

Ya sabemos que las armas de destrucción masiva nunca existieron. Desgraciadamente, aquel apoyo conllevó la mayor masacre terrorista en España por parte del terrorismo islámico. Hay que recordar que el Partido Popular intentó hasta el último momento atribuir aquella masacre a la banda terrorista ETA para no perder las elecciones que se iban a celebrar a los pocos días. ¡Cómo olvidarlo!

Lo que nos lleva a la siguiente secuencia. El  que sería el  siguiente Presidente del Gobierno de España, José L. Rodríguez Zapatero no se levantó, siendo líder de la oposición, al paso de la bandera de EEUU en señal de protesta precisamente por la invasión de Irak durante el desfile militar del 12 de Octubre.
Las relaciones entre ambos países se tensaron, pero no fue para tanto. De hecho, al poco se anunció el establecimiento de cuatro destructores antimisiles en la Base Naval de Rota.

La respuesta norteamericana al gesto de Zapatero fue la ausencia de su embajador en España al desfile de las Fuerzas Armadas del año siguiente. Empate a uno.  

Hasta el Presidente de turno de EEUU visitó la Base instalada en  nuestro territorio. La instantánea de Barak Obama saludando al alcalde de nuestra Villa forma parte de la historia de nuestra ciudad.

La última de las imágenes, como he adelantado al principio del artículo, es más reciente. El Presidente del Gobierno, Pedro  Sánchez, ha dado muestra de sintonía entre él y el actual Presidente norteamericano Joe Biden. Dicen los medios de comunicación que se vislumbró bastante entendimiento entre ellos.

No parece que al Gobierno norteamericano le preocupe que la derecha (la valiente, la cobarde y la desaparecida) tache al actual gobierno de España de social-comunista, ni que lo denomine de bolivariano (sin que ni ellos mismos sepan el significado del término).  

Tres fotogramas diferentes, tres situaciones distintas.

Ya ven, esta semana de Política nada.