En busca del argumento perdido
La derecha española ha visto, como se suele decir, las puertas abiertas con la aparición en candidaturas de las municipales del País Vasco de ex terroristas para engrasar una ofensiva electoral. Querían convertir las elecciones autonómicas y municipales en una especie de primarias contra el Gobierno central y no daban con la tecla. EH Bildu le ha proporcionado al PP, VOX y Ciudadanos el debate perfecto.
Vaya por delante que me parece de una indignación superlativa que unos sujetos que han sido condenados por delitos de sangre aparezcan en la lista de un partido político, por mucho que hayan cumplido la condena que la Justicia les impuso. Es aberrante leer el nombre del asesino de tu padre, de tu hermano, de tu hijo, de tu amigo... como candidato a concejal de tu localidad.
Que los susodichos hayan renunciado a formar parte de la candidatura no ha privado al PP y compañía de seguir centrando las críticas en el Gobierno.
Algunos llegan más lejos. Pretenden ilegalizar a EH Bildu. Entre otros el mandamás de VOX y la presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
A estos dos (y a otros que navegan en la misma lancha) hay que recordar, tirando de hemeroteca, lo que el papá político de ambos, José María Aznar, pensaba al respecto.
El 2 de octubre del 98, el entonces Presidente del Gobierno, tendía la mano a la concordia a aquellos que tenían aspiraciones independentistas en el País Vasco. Dijo Aznar: “seguiré adoptando las iniciativas que considere más adecuadas para la consecución definitiva de la paz. Las iniciativas de pacificación y normalización del País Vasco, cualquiera que sea el ámbito en el que se planteen, exigen la participación efectiva de todos los partidos democráticos”.
Con la banda terrorista ETA cometiendo asesinatos, el entonces Presidente del Gobierno seguía buscando cauces para el entendimiento. José M. Aznar, expuso en los medios de comunicación el día 18 de diciembre de ese mismo año lo siguiente: “El proceso de normalización corresponde, en primer término, a las instituciones y a todas las fuerzas políticas vascas sin ningún tipo de excepción. Tomar posesión de un escaño siempre es preferible a empuñar las armas. Considero conveniente reforzar el diálogo que ya existe con los partidos políticos para profundizar en las líneas de acuerdo iniciadas hasta ahora. Espero que a este diálogo, en una situación política normalizada, puedan incorporarse también todas las fuerzas políticas representadas en el Parlamento vasco”.
La banda terrorista siguió cometiendo atentados, continuó llevando el dolor y el luto a muchas familias. Hasta que en el año 2011, ETA comunicó el “cese definitivo de su actividad armada”. Ese mismo año, el Tribunal Constitucional legalizó a BILDU.
Por aquel entonces, puede ser que Díaz Ayuso aún se tomara algunas cañas con Pablo Iglesias. En cuanto a Santiago Abascal, decir que este participaba abiertamente de la programación del PP. Con el tiempo, los dos tomaron caminos diferentes, que de vez en cuando, se cruzan porque estos (sus caminos) no son líneas paralelas, sino perpendiculares. Ideológicamente hablando.
Roteño | Martes, 23 de Mayo de 2023 a las 11:12:27 horas
La izquierda no ha hecho nada para llevar al Congreso de los Diputados la laicidad del Estado. También tenía que haber sido valiente para llevar una propuesta sobre un referendum sobre la República. Hay que tomar medidas para acabar con tanta injusticia. Hay que dar de comer, hay que dar trabajo y hay que dar cobijo.
Tiene que proponer medidas para bajar el sueldo a la clase política. También reducir el número de militares y policías Estos no deberían ganar por encima del salario mínimo interprofesional. Incentivar las tareas productivas. Eliminar las subvenciones a partidos políticos y sindicatos.
Otras propuestas que tiene que llevar a cabo la izquierda son:
-Mayor inversión en investigación y menor gasto en Defensa.
-Nada de escuela concertada pagada con dinero público. Educación pública y de calidad. El que quiera un colegio privado que se lo pague.
-Sanidad Pública y de calidad. Nada de conciertos con hospitales que hacen de la Salud un negocio.
Viva la Libertad.
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