La fe en Nuestro Padre Jesús Nazareno ha tenido en la noche de la Madrugá roteña muchos ejemplos. La imagen del Señor de Rota se ha girado en cada balcón, casapuerta o rincón en el que un enfermo estaba esperando  consuelo porque es seña de la hermandad nazarena tener este gesto con quienes necesitan el refugio de su manto.

Especial detalle y emocionante momento se ha vivido hoy en la recogida de Jesús Nazareno en la plaza Bartolomé Pérez, a las puertas de la parroquia de Nuestra Señora de la O. Antonio Sánchez Rizo, el que fuera hermano mayor de la Hermandad del Nazareno durante doce años, que acaba de pasar un duro momento de salud, muy delicado, ha recibido el cariño de la familia nazarena.

Ver a Jesús de frente le reconforta como hombre creyente, y por eso, a pocos días de recibir el alta, ha tenido fuerza para salir e ir a ver al Señor en su día antes de que terminara la estación de penitencia, aunque  Jesús ya lo visitó durante la madrugada en su casa de la calle Isaac Peral, donde se giró para bendecirlo. 

Pocas horas después, se vivía de nuevo la emoción al ver a Antonio Sánchez recibiendo el abrazo, el beso y el apretón de manos de todos los costaleros del Nazareno, de sus capataces, de hermanos penitentes y de algunos de los ciudadanos. Una muestra de afecto que viene a reconocer el cariño a este roteño.

El cura párroco de la O, José Arjona Gil, le ha dedicado unas palabras de entereza para que en su nueva situación personal de salud, le ayude el amor a Jesús Nazareno que le ha acompañado a lo largo de su vida.

Antonio Sánchez ha sido aparte de doce años hermano mayor de la hermandad (desde 1984 a 1987 y desde 1997 a 2005), seis años secretario en junta de gobierno, y ocho años costalero. Sabe bien lo que hoy se siente en una estación de penitencia que no ha podido vivir con la plenitud de otros años. Por eso, este detalle hacia su persona en unos momentos personales tan complicados, le ha emocionado, no solo a él, sino a muchos de los presentes que no han podido retener las lágrimas en los ojos.

Antonio Sánchez Rizo ha estado al pie del paso de Jesús en silla de ruedas en la rampa de entrada a la iglesia, acompañado por su hijo Daniel, que esta noche cargaba el peso de la cruz de Jesús sobre sus hombros. Todos juntos han entonado el himno del Nazareno de Rota viviéndose unos momentos de hermandad y unión en torno a la fe.

Ver esta imagen tras una intensa Madrugá, ha sido para muchos de los  que han podido vivir el momento, un ejemplo gráfico de la devoción y fervor al Señor de Rota.