La Madrugá ha tocado fin a las 13.00 horas, cuando el paso de María Santísima de la Amargura entraba en la parroquia de Nuestra Señora de la O, dando con ello por terminada una estación de penitencia que comenzó a las dos de la madrugada y que ha tenido a muchos roteños y devotos sin dormir toda la noche para acompañar no solo a la virgen, sino a Nuestro Padre Jesús Nazareno.

Buenas sensaciones ha dejado esta salida procesional llena de momentos emotivos y  fervor que son un claro ejemplo de lo que Rota siente por su Señor. Así ha quedado demostrado en una recogida que ha estado marcada por las altas temperaturas y por el viento de levante, impidiendo este último que el paso del Nazareno bajara hasta el muelle pesquero, como es habitual, para bendecir las aguas donde faenan los marineros.  Esta decisión, preservando la seguridad de la imagen ante las rachas de viento, parecía indicar que los titulares de la Hermandad del Nazareno se recogerían casi una hora antes de lo previsto. Pero nada más lejos de la realidad. Eliminar el paso por el muelle solo ha permitido que las cuadrillas de costaleros de la virgen y Jesús se lucieran ante una plaza llena, que ha aplaudido en varias ocasiones el buen hacer bajo las trabajaderas y el arte de las bandas de música que han acompañado a los titulares: la Agrupación Musical Rosario de Crevillent de Alicante, con el Nazareno, y la banda de la Hermandad del Nazareno con la Amargura.

El primero en llegar a la plaza, a las 11.30 horas, era el Señor de Rota cuya cuadrilla de costaleros, guiada por Diego Mateos Laynez, ha dado hasta el último aliento para meterlo en capilla. A las doce del mediodía, Jesús, de cara a la plaza Bartolomé Pérez y tras mecerse con varias marchas, se ha despedido de la villa dejando atrás diez horas de estación de penitencia y un cúmulo de sensaciones y emoción que se ha visto en la cara de los costaleros, abrazados y con lágrimas en los ojos  tras completar la Madrugá.

Una larga noche en la que el paso del Señor de Rota se ha girado ante cada enfermo, se ha parado ante ellos y ha intentado con ese gesto reconfortar el ánimo del necesitado. Decenas de ramos de flores han acabado a las plantas de Jesús regalados por devotos que han hecho una plegaria o han dado las gracias con esta ofrenda. Abrazos y besos entre costaleros y hermanos en los últimos minutos de la estancia de Jesús Nazareno en la calle, antes de atravesar definitivamente el dintel de la puerta de la O.

Y especial momento se ha vivido cuando Antonio Sánchez Rizo, quien fuera hermano mayor de la Hermandad del Nazareno  de Rota durante 12 años, tras haber pasado recientemente un grave problema de salud, se situaba a los pies de Jesús para recibir su bendición antes de despedirse de su pueblo.  Han sido minutos que ha puesto a todo el que estaba alrededor más que con un nudo en la garganta.  Emoción y fe en estado puro ante el Señor de Rota. Los costaleros, capataces y hermanos han mostrado cariño a un hombre que fue toda una insignia en la hermandad nazarena y que ahora, más que nunca, necesita de la fe. Su hijo, que hoy cargaba a Jesús, lo ha acompañado en este momento de bendición en el que también el cura párroco de la O, José Arjona Gil, le ha dedicado unas palabras de entereza.

Emocionante ha sido también el momento de la despedida de la Agrupación Musical Rosario de Crevillent que ha acompañado al paso de Jesús toda la madrugada, con quien la hermandad ha querido tener un gesto entregándole un cuadro de agradecimiento por su buen hacer en la interpretación de las marchas que han contribuido al lucimiento de la cofradía en la calle.  Su director recogía con lágrimas en los ojos este detalle y todos los integrantes, tras la última pieza tocada, han sido despedidos de la plaza Bartolomé Pérez con un gran aplauso. Ponen rumbo a Alicante tras haber disfrutado de una Madrugá roteña que se llevan en el corazón.

Antes, también el joven Álvaro Martín-Niño Real, Alvarito, que se estrenaba en el grupo de capataces de Pablo Barba, ha dedicado una levantá que ha hecho emocionarse a los costaleros de la virgen acordándose de su amigo Ismael, recientemente fallecido. Álvaro es un chico con síndrome de down muy conocido y querido en Rota. Su grupo de amigos, la mayoría de la Asociación de Discapacitados de la localidad, es muy participativo en todos los actos que se organizan en el municipio y en esta Madrugá, él no ha querido olvidarse de su amigo Ismael, que se marchó el pasado febrero.

Tras este cúmulo de sentimientos, casi una hora después, a las 12.20 horas, entraba por la plaza Bartolomé Pérez María Santísima de la Amargura, espléndida a la luz del día y cargada por una cuadrilla que ha guiado Pablo Barba y que al final del recorrido también ha acabado entre abrazos y lágrimas por una estación de penitencia completada. Antes, se han lucido, el paso ha girado 360 grados al son de los acordes de la banda del Nazareno que ha puesto el punto especial a la despedida de una Madrugá que los roteños han disfrutado y han aplaudido pese al calor que a esa hora se soportaba en una plaza que, resguardada del viento de levante, gozaba de temperaturas  primaverales.

La larga madrugada antesala del Viernes Santo ha sido plena, esplendorosa y sin contratiempos, lo que ha permitido a la hermandad nazarena y a los roteños, gozar de uno de los días más destacados de la Semana Santa roteña.

En la tarde hoy, las salidas procesionales continúan. En este caso, con la Hermandad de la Veracruz que saca a la calle al Santísimo Cristo de la Veracruz y a María Santísima de las Angustias a las 7 de la tarde desde la capilla de San Roque.

La Semana Santa está en su recta final.

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