La Semana Santa ha comenzado y lo ha hecho con muchos ciudadanos en la calle deseando disfrutar de las procesiones que marcan las jornadas que se avecinan. La del Domingo de Ramos en Rota, tiene color rojo y blanco, los que lucen los hermanos penitentes que acompañan a Nuestro Padre Jesús de la Paz en su Triunfal Entrada en Jerusalén que esta tarde ha procesionado arropado por muchos devotos, cofrades y ciudadanos en general.

El tiempo ha permitido que este pistoletazo de salida haya sido esplendoroso y se haya acogido con muchas ganas. De hecho, minutos antes de las seis, hora marcada para que las puertas de la capilla de San Roque se abrieran para dejar paso a la cruz de guía, la plaza ya estaba llena y pese al viento del norte que se nota en otros puntos de la localidad, en este hacía bastante calor. Aún así, no ha sido impedimento y esta procesión, conocida popularmente como La Borriquita por ir el Señor subido en una burra, ha sido recibida entre aplausos.

Un cortejo de capirotes rojos ha dado color a una tarde de esplendor con roteños y turistas por el casco histórico buscando un hueco donde parar a ver un cortejo en el que destaca la amplia presencia de niños que con su espontaneidad dan ese punto de color a la comitiva compuesta por unos 90 hermanos. Enseres e insignias portadas por los penitentes, nazarenos con las palmas que han sido bendecidas esta mañana y pequeños regalando estampitas han ido dejando a su paso un sabor cofrade que se echaba de menos y se esperaba con ganas. No había más que ver las calles del centro, llenas de público, para saber que la Semana Santa es, más allá de una expresión religiosa, un atractivo con mucho tirón. 

La Banda de Cornetas y Tambores "Entre Azahares" de Dos Hermanas (Sevilla) ha ido marcando las marchas procesionales al son de las que ha procesionado un paso cuyo capataz titular es Manuel Jesús Pizones, con un grupo de contraguías que se ha afanado en que La Borriquita luzca con el nivel que se pelea para la Semana Mayor de Rota.  Junto al paso, dos policías nacionales de la Asociación Santo Ángel de Rota (ASACRO) que colabora con las hermandades que así lo han solicitado la escolta que ayuda a engrandecer el discurrir de la cofradía.

El conjunto escultórico que hoy ha puesto un pie en la calle iniciando esta carrera de procesiones, representa a Jesús de la Paz a lomos de una burra, obra del escultor roteño Miguel Ángel Caballero Pérez, de 2008, junto a San Juan Evangelista, el apóstol Santiago y una niña hebrea con rasgos  característicos que definen a las personas con síndrome de down, tallada esta última por el también escultor roteño Jonathan Alonso en 2020. A las imágenes se ha sumado este año el perro de San Roque, del también escultor roteño José  Manuel Fergó, como un guiño para los más pequeños y que se ha podido ver en la parte trasera  izquierda del paso.

El Domingo de Ramos ha puesto el cronómetro a cero, ya no hay cuenta atrás y los católicos, y en especial, los cofrades que viven de forma activa la salida de los pasos, vivirán en un suspiro esta Semana Santa que tras una larga espera, para muchos sabe a poco. Mañana comienzan las procesiones que recuerdan la pasión de Jesús, y que en Rota representa el Santísimo Cristo del Amor y Nuestra Señora la Esperanza del Calvario que partirán a las 18.30 horas, por primera vez, desde la capilla del colegio de los Salesianos al estar la parroquia del Carmen en obras.  Mientras llega ese momento, el Domingo de Ramos va tocando fin dejando atrás estampas de esplendor, fe y devoción.

Tres horas y media ha tenido la Hermandad de la Veracruz a su titular procesionando por el casco histórico y recibiendo el calor de los roteños, la mirada inocente de los niños y la devoción de los mayores.