El anuncio de la llegada de la Semana Santa vino este año de manos del joven cofrade Javier A. Martínez, que en un auditorio municipal "Alcalde Felipe Benítez" muy concurrido, tomó la palabra cual peregrino regresa a su patria. Él, que vive en Madrid, señaló Rota como la patria querida, el paraíso en la tierra donde ha tenido la suerte de nacer.

Su pregón se alejó de versos y rimas rimbombantes o tono cantarín, el suyo fue algo íntimo, con tono sosegado, introspectivo y con la palabra evangelizadora como estandarte rememorando aquel "día primero" en el que Dios lo inició todo creando el mundo. El pregonero fue caminando entre sentimientos y vivencias personales por los momentos claves de la vida de Jesús, desde la anunciación a María como la elegida,  su descenso a los infiernos para salvar al pueblo, el dolor de la Madre, o la resurrección. En ese peregrinar, encontró palabras para algunos de los titulares de la Semana Santa de Rota, pero entre todos, destacó su virgen de la Soledad a la que lleva unido desde pequeño, desde que tiene uso de razón siendo hermano de la Hermandad del Santo Entierro.

Aunque reconoció haber sentido el hastío y el abandono de Dios, no culpó a nadie más que a sí mismo, volviendo pronto a la senda y al peregrinaje que lo devolvieron, entre otras ciudades en las que ha vivido como Roma o Madrid, a Rota, su "patria", la que presentó como el lugar donde nacen sus sentimientos más primarios y puros en cada reencuentro. El pregonero, que cuando cierra los ojos siempre se ve en esta bahía, fue una vez "huésped en las tinieblas a la espera de un atisbo de luz", que encontró pronto en el sitio en el que se siente feliz.

Javier Martínez, que ve en la palabra una "herencia preciada", tuvo la oportunidad de hacer uso de ella y compartir con los asistentes su pureza cofrade "marinero en tierra de nadie" con una "intensa y pura religiosidad que ensalza con su actitud vital", como diría su presentadora Eva Cobos, que le dedicó una presentación llena de admiración.

Su memoria lo llevó a cada Viernes Santo, al hermano penitente que vive en primera persona cada estación de penitencia con el corazón lleno de fe sabiendo bien de lo que habla, pero también convencido de que Dios no solo está en las paredes del templo sino más allá, en la calle y la cruz que cargan otros.

En su ir y venir, siempre estuvo Rota, su pueblo, "rosario de escollera" al que por más veces que se marche y sea el "eterno peregrino" lleva en su alma cofrade, donde revive cada mensaje de fe.

El LVIII pregonero de la Semana Santa de Rota demostró que maneja bien la palabra e hizo un pregón de belleza y verdad con el que anunció los días claves que se acercan.

Acompañándolo en el escenario con una cruz y un sudario cayendo, así como otros símbolos religiosos, estuvo el alcalde de Rota, Javier Ruiz Arana, el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de Rota, José Manuel Sánchez, el asistente eclesiástico, José Arjona y Eva Cobos. Las marchas procesionales vinieron de manos de la banda municipal de música "Maestro Enrique Galán" que se encargó del previo y el posterior de un pregón aplaudido, reconocido por su literatura y su mensaje evangelizador desde la mirada de un joven que se reencuentra cada Semana Santa en el amor de una madre que lo recibe cada Viernes Santo.