MORIR DE PIE O VIVIR ARRODILLADO


  
Ya se han puesto otra vez de acuerdo los dos grandes partidos políticos de este país nuestro en “otro asunto de Estado”. Esta vez lo han hecho para modificar el artículo 135 de la Constitución. Como la implantación de la Reforma Laboral, rechazada por sindicatos, partidos políticos, estudiantes, etc. no está dando los resultados que presumía, “un giro de tuerca más” al estado del bienestar.

El artículo 135, que hace referencia a la Deuda Pública, se va a modificar en el Congreso de los Diputados directamente. A pesar de la petición de un Referéndum y de las movilizaciones en la calle para exigir la participación ciudadana en este asunto que atenta, otra vez, contra el futuro de los logros conseguidos, el Gobierno ha decidido que la democracia representativa resulta suficiente para lograr la modificación constitucional en este artículo.
Y lo malo de esta decisión es que el próximo 20 de Noviembre, cuando se celebren elecciones nacionales, uno de los dos, PP o PSOE, volverá a coger las riendas del gobierno de la Nación, con lo que las urnas les habrán dado el respaldo. El asunto quedará archivado.

La modificación del mencionado artículo supone que el Estado tiene que establecer un límite de endeudamiento. Como es de suponer que “la idea” de fijar un tope en el endeudamiento de las cuentas del Estado es una exigencia de los que manejan todo este tinglado, ya nos podemos imaginar hacia donde van a ir dirigidos los recortes a la hora de aplicarlos.

Por mucho que los representantes populares y socialistas se empeñen en mostrar diferencias ante la opinión pública en este asunto, han revelado, esta vez de una forma más diáfana, en qué lado de la línea ideológica se encuentran. Pero, ya digo, en las próximas elecciones, el pueblo les dará la razón. A unos los colocará al frente del gobierno y al otro como partido mayoritario de la oposición.

A pesar de que ya podemos dar por sabido este resultado, no podemos tirar la toalla. Nadie dijo que esto iba  a ser fácil. La Historia no la escribe los resignados, sino los indignados. No los dóciles, sino los rebeldes. No los callados, sino los que alzan la voz.

A veces se puede caer en un estado de crisis emocional. Uno se puede preguntar para qué “intentar salvar el Mundo, si el Mundo no quiere ser salvado”. Siempre “encuentras algún listo que aprendió todo en los libros; que nunca saltó sin red”. Te tropiezas con el necio que “cuando el dedo señala a la luna, se queda mirando el dedo”. Se inventarán historias para denigrar a los líderes más carismáticos. Las historias inventadas las convertirán en “dogmas de fe” y nadie preguntará cómo, por qué, cuándo,...

“Que la reseca Muerte no nos encuentre sin haber hecho lo suficiente”. Esa debe ser la consigna, la idea donde gire nuestras inquietudes. La rendición es una palabra que debemos borrar de nuestro diccionario. Que la utilicen otros. Nosotros, no. 

La Historia, cuando los acontecimientos van quedando lejanos, les da la razón a los que se rebelan contra las injusticias y las desigualdades. Fíjense en la figura de Espartaco, ese personaje que se rebeló contra el Imperio Romano allá por el siglo I antes de Cristo. Los ciudadanos romanos lo considerarían un terrorista, un bandido, que atentaba contra la armonía de la sociedad romana de la época. El Cine y la Literatura han hecho de él, finalmente un héroe. Murió crucificado, según cuentan.

Y más próximo en el tiempo, casi de anteayer, nos encontramos con Madhama Gandhi. Su lucha pacífica, no violenta, cambió la situación de su país. La India, de mera colonia británica pasó a ser país independiente.
La lista sería interminable. Pero hay que recordar que estas personas no estaban solas. La Historia está llena de anónimos que han logrado mejorar, con su lucha, las condiciones de vida de sus coetáneos.

Como no se trata de convertir este artículo en un listado de personajes que ayudaron a mejorar con su lucha la vida de sus conciudadanos, lo dejo en estos dos ejemplos. Así que, como supongo que en el Imperio Romano, al hablar de diestra y siniestra, éstas no tendrían connotaciones políticas, molestará a pocos lectores que haya elegido a Espartaco como ejemplo de luchador contra las injusticias. Y qué decir de Gandhi. La inmensa mayoría veneramos su figura y su modo de lucha. Todo un ejemplo de conciliación, de paz y de sosiego.
Volviendo al tema que nos ocupa, habrá que volver a recordar que la democracia, como sistema de gobierno, ha sido secuestrada por los Mercados. Éstos marcan las pautas a seguir.

Quieren que nos conformemos con votar de vez en cuando para elegir a nuestros representantes políticos. Si algunos de estos representantes políticos se sale de la foto, ya se encargaran los “dueños de nuestros destinos” de bombardear a la opinión pública mundial haciendo de estos díscolos unos personajes maléficos, verdaderos diablos que desentonan en un Mundo feliz.

No nos damos cuenta que lo de elevar la edad de jubilación, bajar el sueldo a los funcionarios, congelar las prestaciones sociales,…y establecer un tope de endeudamiento, va en beneficio del pueblo. Los que no se dan cuenta son esos que se manifiestan en las plazas. A lo mejor la Historia los convierta en héroes, pero, lo que es hoy, resultan una verdadera molestia.
Son una banda de “soñadores” que prefieren morir de pie antes que vivir arrodillados”.
Salud.



                                                                                                           ANTONIO FRANCO GARCÍA