Tenía un amigo, cuyo nombre no diré, al que apodábamos “El Trolas”. El tío tenía datos de todo, con una seguridad pasmosa te rebatía cualquier discusión. Al principio nos lo creíamos por su aplomo, pero la cosa fue a más y lo mismo te decía que Kennedy murió de tuberculosis o que Nelson Mandela era una mujer.
Sus teorías, aunque descabelladas, las argumentaba con tesón y era harto imaginativo.

Llegó un momento que comprobábamos cualquier mínima cosa que dijera y no le preguntábamos ni la hora, ante el riesgo de que nos metiera otro embuste. Aunque hace mucho que perdí el contacto, recuerdo con cierta nostalgia aquellas bolas que hilaba con maestría.

Que nuestro ínclito y malhadado presidente es un embustero profesional tampoco merece mayor comentario, es un hecho contrastable, pero, como todo se contagia en esta vida, últimamente vemos que del negociado patrañas, cuentos e invenciones se encargan las ministras.

Después de la que han liado con la ley del “solo sí es sí” y de que hayan sacado de la cárcel a personal muy peligroso para las féminas, asistimos a tres comparecencias al día de las ministras, como si fuera ibuprofeno, partiéndose el pecho y gritando al mundo que ellos son los que van a defender a las mujeres y que no pasan ni una.

La última semana nos la han dado mortal con el protocolo (fantasma) de Castilla-León para las mujeres que decidan practicarse un aborto.

A mí no me parece mal que a la mujer que quiera abortar o al paciente que se quiera hacer cualquier tipo de intervención se le dé la posibilidad de informarse. Se le ofrezca un folleto con las ayudas de las que puede beneficiarse o los efectos secundarios que pueda tener la intervención. Que sea obligatorio, como todo lo que es obligatorio, ya no me agrada tanto. Siempre es mejor la libertad.

Ultraderecha, retrógrados, misóginos. Yo que sé lo que han soltado por esas bocas.

Ya no es tanto que mientan, como lo básicas y groseras que son las mentiras y que implican que el ciudadano es subnormal profundo y se va a tragar todo lo que diga el Ministerio de la bola y la patraña.

 Esta gente cambia el código penal para beneficiar a Esquerra Republicana de Catalunya, pero la versión oficial es que han adaptado el código a las leyes europeas para que sea homologable.
Manifiestan que pactan con los borrokones de Bildu por culpa de la derecha.
Todos los meses sacan unas encuestas falseadas y a favor de Pedro Sánchez. Absolutamente todas las demás empresas demoscópicas contradicen a Tezanos.
Te dicen que España es una gran locomotora y que la economía va de rechupete y han endeudado el Estado hasta las trancas, te cuesta un riñón llenar el tanque de gasolina, un ojo ir al supermercado y por no hablar de lo que han subido las hipotecas.

Susurran que tienen que subir los impuestos más y más para costear el estado de bienestar, pero lo que hacen es gastarse la intemerata en ministerios inútiles, miles de asesores y enchufar a todas sus primas con carné del PSOE-Podemos.

Y para colmo, que van a sacar un comité anti-bulos de la derecha. O sea, que ellos van a decidir lo que es verdad pero que solo la derecha publica bulos. A la vista está.

Sirvan estas líneas para decir que ya que vais a mentir de aquí a las elecciones por lo menos contadnos algo más elaborado, que las tragaderas tienen sus límites, porque si no afináis más, es que parece enteramente que nos tratáis como tontos de babero.