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Carlos Roque Sánchez 1
Sábado, 14 de Enero de 2023

"Quedan plazas libres de 0 años"

[Img #183382]Cartel guardero. El del titular es el texto que figuraba en un cartel colocado en la puerta de una guardería, que tuvo a bien mandarme fotografiado en un correo electrónico un seguidor de esta sección sabatina, sabedor de que estas cosas me gustan. Venía acompañado de alguna que otra pregunta de la que le pongo negro sobre blanco estas tres: ¿puede tener un niño cero años de edad? ¿existe un periodo de tiempo que se pueda nombrar así? ¿qué distancia es la que corresponde al “kilómetro cero”? Por si no tiene tiempo ahora de seguir leyendo, pero está interesado en las respuestas, a bote pronto estas son: NO, NO y NINGUNA, perdone el tono categórico.

 

Evidentemente nadie refiere de esa forma la edad de un recién nacido que sólo cuenta unos meses de edad; ni existe ningún nombre para expresar un periodo de tiempo que sea anterior al primero, ¿qué hay antes del primero?, si lo hubiera él lo sería; y, por supuesto, la expresión “kilómetro cero”, a la que alude mi interlocutor, no se corresponde con ninguna distancia física sino con un punto sin dimensiones. Se trata de una singularidad matemática que en la carretera se plasma bajo la forma de mojón o hito, en algunas ciudades con una placa o distintivo a modo de localización geográfica desde la que se miden las distancias a diferentes lugares, y en una regla graduada con un cero junto a la raya que inicia la regla. Pero no, no existe ningún espacio material con ese nombre, estamos ante una idea estulta propia de la ignorancia o, peor aún, de la pseudociencia. Titotatín tatín, ta ti to, ti to tín.

 

No existe el cero año. La forma de contar el paso del tiempo, como la de cualquier otro intervalo espacial o material, se realiza empezando con el uno, y así, los cumpleaños de nuestros hijos empiezan con el 1.º (primero) no con el 0.º (no existe ordinal para el cardinal cero), pues nadie al nacer empieza viviendo su año cero y hasta que no finaliza éste, no empieza a vivir su primer año. No, ningún niño cumple su año cero de edad. Y cuando tienen edad para ir a un centro educativo sus padres lo matriculan en (primero) 1º de Primaria, por poner ejemplo, y no en (cero) 0º de Primaria. Es de cajón. Dicho así, si no existe el año cero tampoco existen el mes cero, la semana cero o el día cero, una evidencia que bien reflejan los almanaques en los que el primer día de cada mes no viene numerado con el 0 así como el mes, ¿o acaso han visto el primer día de este Año del Señor escrito como 00-00-2023? No, claro que no, es absurdo ¿entonces por qué insisten?

 

Volviendo a lo que nos trae, igualmente, y pasados unos años, por lógica, la primera vez que tenemos una cita amorosa, la contamos como nuestra cita uno, y no como la cero; tres cuartos de lo mismo para la primera entrevista de trabajo, el primer hijo o el primer matrimonio, lo dejo ahí. Y sin ponernos trascendentes, basta pensar que cuando empezamos a contar cualquier cosa, perdone la vulgaridad, monedas de euro, lo hacemos con el número uno (1) y no con el cero (0), y sólo cuando contabilizamos la moneda número cien (100), no la noventa y nueve (99), es cuando decimos que tenemos cien euros (100 €). Y el último, el que hace el número cien, forma parte del primer centenar de monedas, no del segundo; sólo cuando él esté en el montón, me cambiarán las monedas por un billete de cien, que será el primero de los billetes, no el cero billete. 

 

No existe el año cero. En esta misma línea de razonamiento, entre lógico y metrológico, está la hipótesis defendida entre otros, a principios del siglo XX, por José Echegaray quien está considerado como el gran matemático español del siglo XIX, y es nuestro Premio Nobel de Literatura de 1904; y posteriormente en 1976, por el académico Julio C. Baroja. No existe el año cero en nuestro calendario gregoriano como tampoco existió en el anterior juliano, de forma que un instante después del nacimiento de Jesús, el mundo se encontraba en el año uno después de Cristo (1 d. C.) y, un instante antes, en el año uno antes de Cristo (1 a. C.). Jesús de Nazaret nació en el año uno de nuestra era, no en el año cero que no existe, y no existe a pesar de lo que diga cualquier “ikerizado magufo”, montado en vaya usted a saber que “nave del misterio” del, según él, “cuarto milenio”. En fin.

 

Como nuestra sociedad utiliza el sistema métrico decimal, a la hora de contar, los primeros diez años son los que empiezan en el año uno y acaban en el diez, los primeros cien años los que empiezan en el uno y acaban en el cien, y así sucesivamente. De modo que los primeros cien años (un siglo) empezaron el 1 de enero del año 1 y acabaron el 31 de diciembre del 100, y lo denominamos siglo I o primer siglo. Lo mismo cuenta para los milenios. El primer milenio se cumplió cuando transcurrieron los primeros mil años, el 31 de diciembre del 1000. Es decir, que cuando el pasado 31 de diciembre finalizó el año 2022, lo que empezó fue el tercer año, de la tercera década del tercer milenio. Pero ya sabe, la estupidez insiste siempre (Camus, ‘dixit’)

 

CONTACTO: [email protected]

FUENTE: Enroque de ciencia

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  • Hermano Lobo

    Hermano Lobo | Martes, 17 de Enero de 2023 a las 20:27:50 horas

    "... (no existe ordinal para el cardinal cero) ..."
    Habría que decírselo al locutor que, dando el número premiado del día en la ONCE, dijo el cero, el cero, el cero el cero y el cero, y añadió: el cero mil, cero cientos, cero, cero.

    Saludos.

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