No tengo porqué pisar la caca de tu perro
Rota siempre ha tenido fama de ser una ciudad limpia. La mayoría de los que nos visitan destacan el grado de pulcritud que presenta nuestras calles, plazas y avenidas. Aunque las comparaciones son odiosas, cuando observamos el grado de limpieza de algunas ciudades vecinas siempre salimos ganando.
Ahora bien, estoy convencido de que entre los habitantes de las ciudades colindantes con la nuestra no hay más guarros que entre nosotros. Que sus calles estén más descuidadas en temas de limpieza no quiere decir que entre sus vecinos haya más cochinos que aquí. Estos, los cerdos bípedos, desgraciadamente los podemos encontrar en cualquier parte. En la mayoría de las ciudades nos vemos obligados a ir esquivando excrementos caninos por mor de los dueños de estos que no recogen sus deposiciones. En la mayoría de las ciudades podemos observar esa lata de refrescos, ese paquete vacío de patatas fritas, aquellas cáscaras de pipas junto a un banco, incluso esas mascarillas... tirados por doquier. El hecho de que nunca las calles estuvieron más libres de toda esa basura durante los meses en que estuvimos confinados por la Covid-19 viene a demostrar lo que digo.
Una excepción son los pueblos pequeños, cuya higiene urbana ha sido destacada y tratada por algún articulista, creo recordar, en este mismo medio.
Por lo tanto, que nuestra ciudad goce de la fama de ser limpia, no quiere decir que haya menos desaprensivos con el entorno urbano que en otros lugares.
El quid de la cuestión es que nuestro ayuntamiento, históricamente, siempre ha dedicado un mayor presupuesto al capítulo de la limpieza urbana. Qué si no, nada nos destacaría de otras ciudades.
Opino que de nada vale que se nos otorgue distinciones por la limpieza como las “Escobas, de oro, plata o bronce”, si estas son ganadas a base de dedicar ingentes cantidades presupuestarias.
El verdadero valor de la obtención de un reconocimiento por nuestra limpieza sería el hecho de que se ganara por la civilidad de todos los que vivimos en Rota. Aplicar la frase de “no es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia” es la adecuada a lo que acabo de expresar.
Nos asombramos cuando vemos a través de lo medios audiovisuales como los espectadores japoneses recogen la basura acumulada alrededor de sus asientos al acabar un evento deportivo. Supongo que en Japón nunca habrán oído hablar de “Escobas” como premio por mantener una ciudad limpia, ya que mantener el espacio común pulcro es algo consustancial con la educación de ese país. No en vano, la limpieza forma parte del horario diario de los estudiantes desde la escuela Primaria.
No se trata de alcanzar la pulcritud japonesa. Eso parecería una exageración para muchos. Bastaría con que fuésemos un poco más cuidadoso con nuestro entorno urbano. No tenemos porqué pisar la caca de los perros de los marranos dueños de estos, ¿no creen?
Justino "Tomasito" | Sábado, 14 de Enero de 2023 a las 23:03:51 horas
Personalmente por distración o "buena suerte" he tenido la oportunidad de pisar, más de una vez ,mierdas de perro que no han recogido los marranos dueños del mejor amigo del hombre.Ni he tenido "buena suerte" ni ha sido una experiencia agrable,por ello,me caguen tus mulas dueño de perro guarro!!!
Accede para votar (0) (0) Accede para responder