Cambiando la historia
Desde hace mucho en Hollywood se ha exigido a la hora de hacer un casting que se asignaran papeles a las minorías raciales. Que no se identificara a los buenos buenísimos con unas características físicas y a los malos malvados con otras.
Recuerdo al teniente de policía Castillo en corrupción en Miami o a Morgan Freeman como presidente americano, incluso ha protagonizado a Dios en alguna película.
Esto me parece bien.
Se ha ido un paso más, y últimamente se pueden visionar series históricas en las que sorprende que los nobles europeos sean chinos y que la Reina de Inglaterra sea de raza africana. Que a mi me caen muy bien, oiga, pero creo que esto ya genera confusión.
Se están pateando los libros de historia a cuenta de dar lecciones de civismo y a este paso veremos cómo en los westerns sacan un plátano en vez de un revolver colt, porque la industria cinematográfica está para educar a la gente y el uso de las armas es muy negativo.
No hay que irse muy lejos para ver ejemplo de esto que expongo con la cabalgata de Reyes Magos.
A mí me gustaba más cuando se parecían a los Reyes Magos. Ahora le dan el papel de Baltasar a una señora y le pintan con betún la cara. Entre que el truco está pésimamente hecho, los niños no son mentecatos y la farsa se nota a la legua, se llega a situaciones bochornosas.
Llegamos a unos extremos en los que es más importante que la Reina Maga esté a gusto consigo misma en su empoderamiento femenino a que los niños asistan a una cabalgata mínimamente creíble. Tenemos a esos padres intentando mantener la ilusión en los Reyes Magos y, al mismo tiempo, por razones de igualdad (malentendida) nos endilgan a un Melchor con la barba torcida y una cara de niña que no se la cree ni el tato.
Hace unos años la alcaldesa de Madrid Manuela Carmena ideo una cabalgata de reyes mágicos que era un horror y los niños le preguntaban estupefactos a sus padres que donde estaban los Reyes.
Esto no me parece bien.
Ya sé que habrá quien me tilde de dinosaurio o de machista. Que nada más que veo películas de Clint Eastwood repartiendo leña, pero simplemente reivindico lo auténtico.
Y que nadie se ofenda. Es una cuestión de gustos.
Lo mismo si me dan a elegir entre un brioche al vapor, deshielo, lío de zanahoria, nudos esferificados de yogur con ficoide glaciale, alcaparras y «beurre noir» o un filetón con papas. Me quedo con el filetón.
Para Hugo | Lunes, 09 de Enero de 2023 a las 16:02:08 horas
Ah! Pero las fiestas tienen todavía un sentido religioso más allá del 25 de diciembre? El problema ahora resulta que es que haya mujeres reyes magos (algo que ya había antes), no que la celebración se ha convertido en una excusa para consumir en exceso y salir a comprar. Algunos sois demasiado absurdos por tal de criticar a un gobierno del PSOE y vais a ser unos papa fritas toda vuestra vida.
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