Los Reyes Magos nunca defraudan y además, este año, lejos de las restricciones de la pandemia, se ha podido vivir de forma intensa, como antes del Covid-19, sin mascarillas y con la misma ilusión de siempre.

El tiempo ha acompañado desde primera hora del día y Sus Majestades han podido disfrutar de un recibimiento acorde al esperado 5 de enero.

El momento clave, aunque muchos ciudadanos ya habían empezado a disfrutar de la presencia de Melchor, Gaspar, Baltasar, la Estrella de la Ilusión y el Cartero Real mucho antes, ha sido la salida de la Gran Cabalgata de la Ilusión que en el inicio del recorrido ya reunió a un gran número de niños y mayores dispuestos a disfrutar del paso de las carrozas, de la animación y sobre todo, de coger los miles de caramelos, pelotas, chucherías y juguetes de todo tipo que han ido lanzando a su paso. Y es que un año más, los Reyes Magos han intentado volcarse en Rota conocedores de que no hay nada más ilusionante en el año que esta tarde en la que todos sacan su parte más infantil.

Gritar a los Reyes, a la Estrella, al Cartero, a las ninfas, atlantes o damas del Rosario era casi obligado para llamar su atención y con ello, que la dirección de sus lanzamientos, cayeran en el sitio de cada uno.

La Gran Cabalgata de la Ilusión ha vuelto a  sacar a mucho público a la calle, al margen de detalles que pueden gustar más o menos, del tipo  si se tira mucho o pocos juguetes,  si es demasiado corta, o si le falta animación, etc.,  que es algo que siempre suscita ciertas críticas entre una parte de la población,  la realidad es que es uno de los momentos más divertidos de la Navidad, que se disfruta al máximo por personas de todas las edades.

Las once carrozas que este año han compuesto el cortejo han  estado, como el año pasado, sonorizadas, y eso ha hecho que la música no haya decaído en ningún momento, a excepción del tramo que se deja sin música para personas sensibles al ruido.

La Asociación Musical Zoilo Ruiz-Mateos abría el cortejo como única banda, y a partir de ahí, desfilaban las carrozas primero con las ninfas y atlantes del Carnaval que contribuyen con su participación a aumentar el cortejo. Les seguían las tres carrozas de las damas del Rosario y la dama mayor, Rocío Sánchez-Romero, con sus cuatro pajes, para dar paso a un grupo de pajes a pie y a las carrozas de tributos y de animación. La parte más esperada eran las cinco principales de esta cabalgata abriendo la Estrella de la Ilusión, seguida del Cartero Real, y por orden, Melchor, Gaspar y Baltasar. 

Empezaron fuerte los Reyes Magos lanzando caramelos y los primeros juguetes, peluches, balones, bolsas de chucherías y otros accesorios que se han disputado entre el público como verdaderos trofeos. Lápices, gorras, camisetas, gafas, peluches de todos los tamaños,  cepillos de diente y una amplia variedad han volado por los aires hasta caer en manos agraciadas. Aunque la generalidad es que siempre haya buen ambiente, hay momentos inexplicables de empujones o encaramientos por coger un balón, un peluche o cualquier otro juguete. A los caramelos ya, casi ni se les mira y acaban pisoteados en el suelo porque han pasado a ser el menor reclamo, sin embargo, no pueden desaparecer porque son la esencia de la cabalgata. Al margen de eso, la realidad es que los roteños han disfrutado de la visita de los Reyes Magos que ha tenido puntos de auténtica locura lanzando a diestro y siniestro miles de regalos y otros donde el bajón de lanzamientos ha decepcionado.

También ha habido un largo parón en la avenida María Auxiliadora para recargar un generador de las carrozas y llenar los cajones con más juguetes y regalos y eso ha roto el ritmo del desfile, pero pronto ha recuperado la acción y de nuevo, los gritos, la algarabía y cientos de personas esperando a Sus Majestades a pie de calle.

El tiempo ha acompañado y eso ha hecho además, que la estancia en la calle fuera agradable, por lo que este  5 de enero en Rota se ha vivido con total plenitud.

La Gran Cabalgata de la Ilusión, en términos generales, se ha desarrollado según lo previsto, y toca el turno ahora de que Melchor, Gaspar y Baltasar se pongan a repartir los regalos casa por casa. Larga noche para Sus Majestades la que aún les queda por delante para dejar un 6 de enero lleno de magia y de felicidad. Este 5 de enero ha sido, como siempre, una tarde de felicidad, ilusión y de miles de personas llenando las calles esperando a los protagonistas de este día.

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