Ayer se vivió un tenso momento en el pleno municipal durante uno de los puntos de debate en los que el concejal del PP, Alberto Izquierdo, acabó abandonando el pleno dando un portazo al salir del salón capitular del Palacio Municipal Castillo de Luna.

Fue en el punto siete, relativo a la moción que presentaba Izquierda Unida sobre la modificación del impuesto de patrimonio, cuando se entabló un intercambio de declaraciones con la corrupción de por medio. Previo al momento del abandono del concejal popular, su compañera Macarena Lorente había intervenido para dar el punto de vista de su partido sobre este asunto, aprovechando, como se ha hecho en otras muchas ocasiones y además, forma parte del debate político, para atacar al Gobierno central de Pedro Sánchez, al que se le acusa de subir impuestos para despilfarrar dinero público, mostrando la bancada popular su posición en contra de subir el impuesto de patrimonio y acusando de corrupto al gobierno del PSOE en Madrid.

A continuación tomaba la palabra el portavoz socialista, Daniel Manrique, que indicaba a la portavoz del PP, que era una "osadía" hablar de corrupción cuando es ella, decía,  la que se sienta al lado de una concejal que formó parte de un gobierno condenado por corrupción, en referencia a Auxiliadora Izquierdo durante sus años de gobierno de coalición entre PP y Roteños Unidos donde sus dos líderes se han sentado en el banquillo y han sido condenados por varias causas. En este punto, y al oír al socialista,  el concejal del PP, Alberto Izquierdo intervino sin que le tocara turno de palabra, algo que le hizo saber el alcalde de Rota, Javier Ruiz, llamándolo al orden sin que surtiera efecto, ya que el popular continuó defendiendo a sus compañeros. El regidor le indicó que las acusaciones mutuas de corrupción han sido una constante en los debates plenarios y que había que aguantar como ellos, manifestaba, habían aguantado la intervención anterior de su compañera. No contento, Alberto Izquierdo siguió relatando y defendiendo a su grupo, y el alcalde le indicó que ya tenía la primera llamada al orden y que a la tercera sería expulsado del pleno, algo que no hizo falta porque Alberto Izquierdo se levantó de su asiento y salió por la puerta lateral del salón capitular dando un portazo en señal de su enfado. Posteriormente, volvió al pleno más tranquilo.

Pocas veces ha ocurrido esta situación en un pleno municipal, dejando un momento tenso en el aire para continuar el debate que siguió con el resto de puntos del orden del día.

Ante esta situación, el PSOE ha mostrado su desacuerdo con esta forma de actuar indicando que lo que ocurrió ayer en el pleno era algo "inédito" y relacionando que esa actitud forma parte del nerviosismo que el PP tiene "de presentarse en breve a unas elecciones municipales con las manos vacías, porque no han realizado ninguna propuesta interesante para Rota durante estos años y además porque ha quedado de manifiesto el incumplimiento de sus promesas electorales en la Junta de Andalucía para con esta ciudad. No obstante, esto no justifica en modo alguno la falta de respeto a esta Institución", han concluido.