Verdes Equo Rota ha vuelto a poner sobre la mesa su desacuerdo con el proyecto de construcción del emisario de la calle Écija como solución para los vertidos al mar, insistiendo en que además, son obras que han ido con retraso y que a su juicio, han tenido un sobre coste del 40% "sin explicar".

Este partido ha recordado que fue el 1 de agosto de 2016 cuando el gobierno local presentaba el proyecto que consistía en cuatro fases para acabar con el problema medioambiental en este punto de Rota llamándole la atención que se haya terminado una primera, la de la construcción del emisario submarino y la arqueta de desbaste en la calle Écija, pero sin saberse la continuidad del resto del proyecto.

Con respecto a la fase terminada, Verdes Equo Rota ya denunció en su día que a su entender, lo que se iba a hacer es "enterrar" los residuos expulsándolos a través de este emisario submarino a 250 metros de la orilla, en vez de quedar al descubierto como venía sucediendo sin dar solución al vertido de aguas fecales y pluviales al mar. Y es que  denuncian que la reja de desbaste evita que residuos de mayor volumen salgan a la luz, pero no filtran sustancias diluidas en el agua como lejías, detergentes, restos de disolventes o pinturas que acaban en el WC y desagües, ni tampoco para colillas, tapones de plástico, toallitas o "cualquier residuo que no supere los 10 centímetros de diámetro que retiene la arqueta de desbaste".

En esta primera actuación se iban a invertir 1,8 millones de euros que saldrían del adelanto de dinero de los recibos de agua de los ciudadanos (gracias a un acuerdo con Aqualia), se establecieron  ocho  meses de plazo de ejecución y se iniciaron las obras "con una puesta en escena" de la misma el  2 de diciembre de 2020. Finalmente, indica Verdes Equo, la obra ha tenido un sobrecoste de casi el 40% sobre su presupuesto inicial (2,5 millones de euros), y ha terminado en mayo de 2022, "casi seis años después de presentarse el proyecto".

De la ejecución de las siguientes tres fases del proyecto, manifiesta este partido, nada se sabe, y aunque en un principio deberían suponer, según se indicaba en la presentación del proyecto en agosto de 2016, otros 3,2 millones de euros más, Verdes Equo Rota estima que la cifra final aumente en el mismo porcentaje de la primera fase, por lo que el proyecto completo valorado en 2016 en 5 millones muy posiblemente, según indican, sobrepase los 7 millones de euros. Desde Verdes Equo Rota temen que los plazos se alargarán en total una década, antes de que finalice el proyecto en su totalidad, generando compromisos y deudas a los siguientes gobiernos de la ciudad.  

Verdes Equo Rota recuerda que lleva 11 años haciendo público que la construcción de un tubo de 250 metros para que salgan al mar los vertidos desde calle Écija, no era a su juicio, la solución a la contaminación del océano, "que destruirá la biodiversidad de la zona del fondo marino donde se encuentre la arqueta de salida, y buena parte de lo vertido al mar regresará a la playa con el oleaje y mareas. Además, es conocido que dichos tubos submarinos requieren de un mantenimiento para reparar roturas y filtraciones que las condiciones de profundidad, salinidad y movimiento de mareas, producirán".

Con la aparición de una mancha en el mar, que generó ciertas dudas y preocupación en los ciudadanos, en los días de primeras lluvias en Rota, y con la denuncia de la aparición de muchas toallitas envueltas en algas en la orilla el pasado martes, Verde Equo Rota asegura que son hechos que "nos dan la razón" y recuerda que su coportavoz, Mateo Quirós, ya venía diciendo que eso sucedería hasta no completarse el proyecto en su totalidad.

Este partido lamenta que se siga sin solucionar el problema de fondo, la contaminación del océano, y se incumpla la Directiva Marco del Agua y la de Depuración de Aguas Residuales Urbanas, leyes europeas que establecían la fecha de 2015 para que todas las aguas residuales fuesen depuradas al 100% antes de ser vertidas al mar, para lo que fueron dotadas con más de 11.000 millones de euros provenientes del Estado y de los fondos europeos, de las comunidades autónomas, además de los cánones de depuración de aguas que se han venido aportando por la ciudadanía en sus recibos, tanto el canon municipal como el autonómico, recientemente suspendido de su cobro por el gobierno autonómico del PP.