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Carlos Roque Sánchez
Sábado, 29 de Octubre de 2022

Hola de nuevo, horario de invierno 2022

[Img #179331]Un cambio de hora más. Aunque estoy seguro que lo sabe, le recuerdo que este fin de semana toca el segundo de los cambios de hora que realizamos cada año desde hace cuarenta y ocho, y que tiene lugar el último domingo de octubre. Y si bien cada uno la cambia en sus relojes cuando puede o quiere, incluso me sé de quién no la cambia, de manera oficial éste tendrá lugar a las tres de la madrugada (03:00), hora peninsular y Baleares, de este domingo 30, que así pasarán a ser las dos (02:00). Naturalmente en el archipiélago canario el cambio se producirá a las dos que pasarán a ser la una, ya sabe cómo funcionan las islas afortunadas  en el tema horario, siempre una hora menos.

Un retraso horario que va más allá de la mera acción mecánica pues con él no solo finalizará el, más que conveniente para algunos, horario de verano, sino que este domingo durará una hora más, el Sol saldrá más temprano, se pondrá antes y habremos recuperado, un año más, el horario de invierno, tan conveniente para algunos otros. En lo que atañe a la personal operación del cambio de hora, y por simplificar, ha de saber que si el dispositivo que utiliza está conectado a Internet (ordenador, portátil, móvil, reloj inteligente, tableta o aquellos dispositivos con altavoz inteligente), lo más seguro es que lo hagan solos, eso sí, si están configurados en el horario europeo y no, por ejemplo, en el de América. Pero si el dispositivo no está conectado a Internet (horno, nevera, reloj de pulsera o mesa, temporizador de aire acondicionado o el despertador de la mesita de noche), entonces lo tendrá que hacer usted mismo, a mano, ‘nihil novum sub sole’.

 

¿Y hasta cuándo estaremos cambiando? Pues como dijo aquél, eso depende, pero seguro, seguro, que ésta no será la última vez. Hasta donde sé nada ha cambiado con respecto a la pasada primavera, así que, a expensas de que cada país decida con qué horario se quiere quedar, si el de verano o el de invierno, estaremos cambiando al menos cuatro años más, si es que se cumplen los planes auspiciados por la Comisión Europea y el Parlamento de Estrasburgo (UE) de acabar con ellos en 2026, o eso dicen. Claro que antes debe de haber un pacto entre los 28 gobiernos, que por ahora no existe.

 

El caso es que, en la madrugada del domingo 30 de octubre de 2022, los relojes se adelantarán una hora para aplicar una vez más el denominado horario de invierno del que les recuerdo España, como otros países, introdujo en 1974 durante la primera crisis del petróleo a fin de ahorrar energía y que la UE, desde 1980, obliga a aplicar a todos sus socios. De ser así, para los que escojan quedarse con el de verano, el último cambio sería el del 29 de marzo de 2026, y para los que escojan el de invierno, esos, fijarán su hora definitiva el 25 de octubre de 2026. Es lo que está establecido, pero claro, a saber si será así o no; es mucho lo que queda aún.

 

¿Qué hemos escogido nosotros? Yendo al terreno patrio, ni idea de con cual nos quedaremos porque la cosa no está clara. Por lo que tengo leído, mientras los legos en este campo de conocimiento han votado que prefieren quedarse con el de verano, más o menos, los que sí tienen formación en la cosa ésta, los expertos vamos, recomiendan que sea el de invierno, también más o menos. De modo que tenemos un ‘saber popular’ frente a una ‘ciencia académica’, que ya veremos en qué queda. Como recordará de los tiempos bachilleres, desde el punto de vista geográfico, España está ubicada en el huso GMT+1 coincidiendo con la mayor parte de Europa, excepto Reino Unido, Irlanda y Portugal, que se mantienen en el GMT+0. Una adscripción que marca desde 1940 la hora oficial española, adelantada en sesenta minutos a la hora universal, quiero decir el tiempo universal coordinado o UTC.

 

Lo de la disparidad de pareceres nacionales no es de extrañar pues, aunque por latitud en España las horas de sol son relativamente parecidas (unas diez en invierno y catorce en verano), hablando en términos de longitud la cosa cambia. Y lo cierto es que no amanece o anochece a la misma hora en el este que en el oeste, pudiendo haber de hecho más de una hora de diferencia de un extremo al otro. Lo que estará conmigo no es poco; no, no es fácil decantarse por una respuesta. En cualquier caso será una elección que España, como los demás países, tendrá que comunicar a Bruselas antes de octubre del 2026, y aunque parece que queda tiempo, como nos dice el latinajo, tempus fugit ¡Qué trabajos nos manda el Señor!

 

CONTACTO: [email protected]

FUENTE: Enroque de ciencia

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