Quien ayer escuchara las intervenciones del pleno extraordinario del Día de Rota pudo sacar varias conclusiones, entre ellas, que había dos concejales de la Corporación municipal a disgusto con sus respectivos partidos. Fueron el concejal de Podemos, Moisés Rodríguez, y la concejal de Vox, Esther Ceballos-Zúñiga, los que en sus discursos fueron muy claros, y dejaron planeando su marcha de las siglas que representan en el arco plenario del Ayuntamiento de Rota.

Esa declaración de intenciones fue más allá en el caso de la única concejal de Vox que por la tarde tras el pleno, dio un paso más informando a su partido que se daba de baja como militante, rompía lazos de filiación, aunque no abandonará su acta de concejal, de modo que terminará la legislatura actual, pero con una libertad que hasta ahora no le permitía la estructura de partido. 

Este medio ha podido hablar con Esther Ceballos-Zúñiga que ha confirmado la nueva situación, dejando claro que hasta que termine la legislatura seguirá trabajando con lealtad al programa con el que se presentó a las elecciones municipales y manteniendo su compromiso con los votantes. Lo único que cambiará, aparte de que ya no será concejal de Vox, sino concejal no adscrito, es que tendrá un mayor margen de maniobra para decidir sobre las propuestas y mociones que se eleven al pleno.

Ayer lo dijo claro en su intervención del Día de Rota "mi futuro solo estará en un partido que me permita trabajar por los roteños y el interés de los roteños sin otros intereses que no sean esos. Un partido que me dé la libertad de poder comunicarme con los ciudadanos y hacerles partícipes tanto de mi trabajo, como de las posibles propuestas que puedan trasladarme. Un partido que tenga el mismo discurso interno y externo, que respete a sus votantes y que tenga claro en qué va a gastarse el presupuesto municipal de todos los contribuyentes". Con estas palabras dejaba planear algo que hoy ha confirmado a este medio: que se ha ido de Vox y que en su mente está la opción de crear un nuevo proyecto, una alternativa política local de cara a las próximas elecciones municipales, y que será independiente.

Esther Ceballos-Zúñiga no se da de baja como militante despotricando de su partido al que respeta en programa e ideales pero no en funcionamiento. Asegura que siempre ha intentado trabajar por mejorar los intereses de Rota, pero la férrea estructura organizativa de Vox, que no da libertad a los concejales para abordar temas locales ni trabajar, le ha frenado en muchas ocasiones, siendo un yugo que la ha acabado por desilusionar hasta el punto de romper lazos con el partido que hasta ahora representaba. No ha sido la única, en lo que va de legislatura han dimitido e incluso entregado sus actas el 50% de los concejales que el partido de Santiago Abascal consiguió en las elecciones municipales.

En su caso, asegura que no dejará en la estacada la confianza de los votantes y  que se ceñirá hasta final de mandato a su programa y de forma coherente, lo que ha defendido siempre. Pero no entregará el acta que el partido ya le ha pedido, y no lo hará por una sencilla razón, porque en estos años de legislatura, ha dicho,  "he estado sola", y "no tengo a quien pasar el testigo". A su juicio, sería una irresponsabilidad que a ocho meses de la legislatura entre alguien -elegido por el partido-, ajeno a toda la gestión municipal, a las mociones que se han presentado y a la vida política local.

Antes de tomar la decisión, Esther Ceballos-Zúñiga explica a este medio, que se ha reunido en un par de ocasiones con la cúpula de Vox en Madrid, fue en enero y en septiembre, intentando buscar soluciones a los problemas de la provincia y siguiendo esa estricta estructura organizativa en la que hasta para hablar de un parque en Rota tenía que pedir autorización en Madrid. No ha conseguido nada en este tiempo y por ello, ha decidido dar el paso como lo han hecho otros compañeros en otras ciudades. 

Un futuro con un nuevo proyecto independiente

En Rota Vox como partido "se ha desintegrado" pero el grupo de trabajo "sigue unido" y en base a ello, se está barajando una alternativa política en la localidad con carácter independiente. Esther Ceballos-Zúñiga no quiere adelantar mucho, pero es algo más que probable porque quiere trabajar por su pueblo, por mejorar la vida de los ciudadanos y hacerlo con libertad de maniobra y no atada de pies y manos como asegura que ha estado bajo las siglas de Vox, partido al que respeta pero con el que no comparte su funcionamiento.

Ayer, a sus compañeros de partido ya les hizo llegar un mensaje avanzando su decisión tras un periodo de reflexión que en realidad, se vio acelerado al escuchar las palabras de su compañero de Corporación, Moisés Rodríguez que vino a decir que tampoco seguirá en Podemos. Al escucharlo emocionado, Esther Ceballos-Zúñiga empatizó,  improvisó y soltó lo que ya venía barruntando.

La hasta ayer concejal de Vox en el Ayuntamiento de Rota  manifestó en el grupo de Whastapp de su partido que se va "decepcionada" y "con mucha pena" porque creía "a pies juntillas" en un proyecto que por guerras que nunca ha considerado suyas, han desenfocado la verdadera razón por la que entró en el partido.  Ahora acabará el mandato, fiel a los ideales que la pusieron donde está, pero con la evidencia de que su trayectoria política en el futuro estará alejada de  las siglas que hasta ahora ha representado.

Esther Ceballos-Zúñiga  tomó posesión de su acta de concejal por Vox el 28 de mayo de 2020, sustituyendo al que fuera candidato en las elecciones municipales, José Manuel  Sánchez, que renunció en febrero.